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Cristo Romano, paleontólogo: “De la paleontología me atrajo descubrir mundos antiguos  y cómo han evolucionado” Cristo Romano, paleontólogo: “De la paleontología me atrajo descubrir mundos antiguos  y cómo han evolucionado”
El paleontólogo Cristo Romano en el yacimiento de Las Casiones

Cristo Romano, paleontólogo: “De la paleontología me atrajo descubrir mundos antiguos y cómo han evolucionado”

“Dedicarse a la carrera profesional y ser investigador es difícil, sobre todo en esta rama científica”
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Cristo Romano es un paleontólogo madrileño que ha participado este mes en las excavaciones del yacimiento de mamíferos de Las Casiones en Villalba Baja, a cargo de la Fundación Dinópolis y el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Recién regresado a España tras haber vivido seis años en Argentina, donde hizo su tesis doctoral sobre un afloramiento de edad similar al Turoliense, aseguró que los yacimientos turolenses de fósiles son espectaculares.

-¿A qué se debe su interés por la paleontología?

-Siempre me ha apasionado la evolución y cuando miraba los libros de mi estantería decidí estudiar Biología porque casi todo lo que tenía era de evolución. Además, me interesaban mucho los huesos. Una de las cosas que más me ha atraído es ver cómo va cambiando la fauna y el entorno. Todo eso se tradujo en mi interés por conocer la evolución de los animales, pero también de los ambientes. Una de las cosas que me llevó al mundo de la paleontología fue descubrir mundos antiguos y cómo han ido cambiando y evolucionando.

-¿De qué trata la tesis doctoral que ha hecho en Argentina?

-La investigación cubre un rango temporal de entre unos 8 y 3 millones de años, un poquito más incluso, de 1,2 millones de años, sobre una fauna muy característica de un periodo concreto llamado Huayqueriense en Argentina; redefinirlo y ver cómo ha ido cambiando esa asociación faunística a lo largo de esos casi 7 millones de años. Pude determinar diferentes asociaciones faunísticas y ver cómo era el ambiente. Esta zona da nombre a toda una etapa concreta de Sudamérica, pero estaba muy mal definida.

-¿De qué forma?

-Estaba definida con 7 mamíferos y nosotros conseguimos en mi tesis identificar hasta 60 especies de mamíferos, que han podido dar una mejor definición de lo que había sido esa etapa y de cómo aplicarlos al resto de lugares que aparecen en Sudamérica.

-Hablamos de un periodo geológico similar al de Las Casiones, ¿se parecen en algo las faunas de aquí con las de Argentina en ese momento?

-La diferencia es abismal en cuanto a la fauna, porque Sudamérica fue un continente en sí mismo separado de América del Norte durante muchísimos millones de años, y los animales que se desarrollaron allí no tienen nada que ver con lo que encontramos aquí. De hecho, en la zona donde yo hice mi tesis aparecen los primeros carnívoros de Norteamérica antes de que existiera el istmo de Panamá, pero todo lo demás son faunas que o bien se han extinguido o bien solo cruzaron hacia Norteamérica pero no se diversificaron ni se extendieron mucho más allá.

-¿Nada que ver entonces?

-Es muy curioso porque, aun siendo faunas muy distintas, sí se observan ciertos procesos que son similares a lo que encontramos aquí en Teruel en el mismo periodo de 6,3 millones de años. Y la cosa rara que estamos encontrando es lo que tenemos que explicar porque nos llama mucho la atención. Lo que se observa es una aridificación en el tiempo, de forma que cada vez era más árido todo. Lo normal es que en los distintos yacimientos nos encontremos fauna pastadora, pero en este lugar en cambio encontramos otra que tenía una capacidad de ramonear, y había bastantes carnívoros, con lo cual tenía que haber esos huecos para que se escondiera la fauna. Esa transición a lo largo del tiempo hacia ecosistemas más áridos se observa también en Sudamérica. Era un proceso global, y esas similitudes que había a ambos lados del Atlántico nos permiten estudiar cambios globales como lo que está pasando ahora con el cambio climático. Y al igual que en Teruel, en Sudamérica se dan ciertos lugares singulares que se escapan a esa aridificación.

-¿A qué pudo deberse, tanto allí como aquí?

-Es muy difícil saberlo, pero suelen ser ambientes muy locales, muy regionales. Son parches de vegetación que se quedan en zonas un poco más boscosas, que ahí puede ser que albergue una fauna que a veces es distinta a lo que encontramos alrededor. Pero al final acaban sucumbiendo al desaparecer esos pequeños parches y llegamos todos a los paisajes que tenemos ahora.

-Acaba de regresar a España, ¿qué tal está siendo la experiencia de volver a excavar en su país tras su paso por Argentina?

-La experiencia siempre es genial, excavar es maravilloso y una oportunidad única porque es muy difícil encontrar lugares para hacerlo y que estés en contacto con los fósiles, recuperarlos y luego poder estudiarlos. Mi idea es continuar en el mundo de la investigación y necesito seguir avanzando en publicaciones y colaboraciones.

-¿Es difícil dedicarse a la carrera científica en España?

-En este campo, sí, es bastante más difícil. Eso es algo que hay que asumir, sobre todo en determinadas ramas de la ciencia como la paleontología. Es algo sobre lo que no pierdes la esperanza siempre teniendo otra idea bajo la mesa. Yo ahora no estoy en ninguna institución.

-¿Qué le parecen los yacimientos de la provincia?

-Son espectaculares. Excepto en alguno que sale muy poco material o muy rodado, en Teruel es muy placentero poder excavar porque enseguida que lo haces aparecen nuevos hallazgos, y es fácil acceder a estos yacimientos porque además llegas a ellos y encuentras cosas.

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