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Halladas las defensas de casi 2 metros de largo de un mastodonte de hace 6,3 millones de años Halladas las defensas de casi 2 metros de largo de un mastodonte de hace 6,3 millones de años
Los paleontólogos posan con las defensas excavadas, las dos que se ven al fondo, más un premaxilar con parte del incisivo todavía incrustado en el hueso

Halladas las defensas de casi 2 metros de largo de un mastodonte de hace 6,3 millones de años

Las piezas de los incisivos han aparecido junto a cientos de fósiles en un yacimiento de Villalba Baja
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Hace 6 millones de años las faunas que poblaban lo que hoy es el término municipal de Teruel no tenían nada que ver con las actuales. Elefantes y tigres reinaban a sus anchas y en el yacimiento paleontológico de Las Casiones, en Villalba Baja, han salido a la luz estes mes fósiles espectaculares de estos animales propios del continente africano. Los más llamativos son dos defensas (conocidos popularmente como colmillos) de casi 2 metros de largo pertenecientes a un mastodonte de gran tamaño, pero también huesos de un félido cuyas dimensiones eran equiparables a las de un tigre de Siberia de los que existen en la actualidad. Los hallazgos los han realizado paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

El descubrimiento fue presentado este jueves por paleontólogos de ambas instituciones científicas en el mismo lugar donde han aparecido, el yacimiento del Turoliense conocido con el nombre de Las Casiones, en Villalba Baja, aunque próximo a Concud y Celadas, lugares donde este piso geológico cuyo nombre hace referencia a Teruel ha arrojado fósiles de una gran importancia a nivel mundial para conocer las faunas de este periodo del Cenozoico, la era de los mamíferos.

Las defensas del mastodonte excavadas ahora podrían corresponder a los cráneos que ya se extrajeron en este mismo lugar en el año 2009 y que se exhiben en la Sala de los Mamíferos del Museo Paleontológico de Dinópolis. Han aparecido justo al lado de donde se sacaron los otros materiales, junto a restos de un premaxilar, con parte de otro incisivo metido todavía en el hueso, y fósiles de diferentes partes del esqueleto de estos proboscídeos (elefantes), entre ellos costillas que son claramente identificables, así como un metápodo de las manos o pies y huesos indeterminados a la espera de su estudio.

Manuel Salesa, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y Gema Siliceo, investigadora ARAID en la Fundación Dinópolis, explicaron que la campaña, iniciada la semana pasada, está siendo “muy buena y estamos contentos porque estamos sacando bastantes fósiles de carnívoros y herbívoros”.

Hasta este jueves habían extraído unos 450 fósiles y los trabajos continuarán previsiblemente hasta el lunes, por lo que se espera que dada la riqueza del afloramiento se puedan alcanzar las 600 piezas extraídas para esta campaña.

El yacimiento es de hace 6,33 millones de años, pero el ecosistema que muestra no es el característico de las sabanas africanas que caracterizan el Turoliense, lo que lo convierte en mucho más interesante. “Este sitio nos habla de un ecosistema diferente al de una sábana, porque hay varios factores que nos indican que no lo era, sino un sitio con mucha más vegetación”, indicó Salesa.

Los hallazgos apuntan a que era un ambiente más poblado por arbustos y árboles, ya que los herbívoros que están apareciendo no eran comedores de pasto sino de hojas, “con lo cual tiene que haber una cobertura vegetal desarrollada”.

Cinco especies de félidos

Además, en este yacimiento se han identificado desde que se conoce cinco especies distintas de félidos, lo que corroboraría esa mayor presencia vegetal que no se corresponde con el paisaje característico de una sabana. Gracias a la vegetación, las especies más pequeñas se podrían esconder. Tampoco sería un bosque tropical denso, “pero sí una zona con muchos árboles y arbustos, y alguna zona de pasto entre medias”.

Las defensas que se han excavado ahora corresponden a los incisivos de un mastodonte, que serían como los elefantes actuales pero mucho más grandes. Popularmente se conocen como colmillos, pero Salesa incide en que se trata de los incisivos. Reconoce que ha sido una “sorpresa” que apareciesen porque se trata de fósiles que son muy espectaculares y llaman mucho la atención de la gente en los museos.

 

Recreación artística en los murales de Concud de mastodontes del Turoliense

Ejemplar grande

Una de estas defensas tiene 1,90 metros de largo y la otra un poco menos. El paleontólogo comentó que el género de mastodonte al que pertenecen estos fósiles fue uno de los más grandes que han existido. Precisó que si se comparara con los proboscídeos actuales, a su lado “el elefante africano nos parecería pequeño”. Apuntó que un macho adulto viejo de esta clase de mastodontes podría tener unas defensas de 4 o 5 metros, por lo que la altura del animal podría estar en los cuatro metros y medio en su edad adulta y que su peso “a lo mejor sería de 14 toneladas”, lo que calificó de auténtica “barbaridad” por sus dimensiones.

Los incisivos excavados en Las Casiones, por su tamaño, corresponderían a una hembra o un individuo joven que estaba todavía en etapa de crecimiento. Es algo que los paleontólogos agradecen puesto que de haber sido el doble el tamaño de las defensas encontradas, reconocen que la dificultad para extraerlas del yacimiento hubiese sido mayúscula. “Sería prácticamente imposible hacerlo, pero lo haríamos”, precisó.

El trabajo para extraer estos incisivos se prolongará por lo menos hasta el lunes. Se trata de un proceso muy delicado para no dañar el fósil, puesto que existe incluso la posibilidad de que se disgregue si previamente no se consolida bien el material. Desde que se desenterró, los científicos se afanan en consolidarlo para que no se dañe, antes de envolverlo adecuadamente para llevarlo al laboratorio para su restauración.

 

Eduardo Espílez muestra el premaxilar de un mastodonte con parte de una de sus defensas todavía incrustada en el hueso

Extracción

Gema Siliceo, investigadora ARAID en la Fundación Dinópolis, comentó que los fósiles de las defensas de estos animales son “superfrágiles” cuando son desenterrados, por más resistentes que parezcan.

“Tenemos que consolidarlo muy bien mientras estamos en el campo, limpiarlo, luego engasarlo todo y hacer un paquete enorme para llevarlo al laboratorio, donde los profesionales de la restauración tienen que prepararlo muy despacio porque si no, se parte por capas”, indicó la científica, que aseguró que incluso podrían “explotar, partirse en trozos muy pequeñitos y no lo puedes volver a pegar igual”. El tratamiento que se les da en el campo son resinas disueltas en acetona, la cual se evapora tras su aplicación, mientras el consolidante penetra dentro del fósil para endurecerlo.

El interés del hallazgo no se centra exclusivamente en las defensas, sino que hay que relacionarlo con las otras partes encontradas hace tres lustros con los cráneos que se exponen en Dinópolis. A ello se suman otros elementos, indicó Siliceo, como huesos “de las muñecas, de los tobillos o huesos largos, que te permiten estudiar todo el esqueleto”.

Los investigadores aclararon que en el afloramiento hay restos de por lo menos dos ejemplares, uno de ellos un juvenil, lo que convierte el hallazgo en muy interesante para su estudio tratándose de mamíferos de un gran tamaño.

Siliceo comentó que el de Las Casiones es un yacimiento “muy rico” por la diversidad de animales que han salido, entre las que figuran “muchas especies diferentes de carnívoros y de herbívoros”.

La investigadora ARAID, que trabaja desde principios de año en la Fundación Dinópolis, apuntó que se va a intensificar el trabajo en estos yacimientos de mamíferos al estar trabajando ahora en Teruel, aunque anteriormente ya investigaba en estos afloramientos con el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Las Casiones se ha reabierto tras la última campaña que se hizo en 2009 y de momento piensan seguir excavando en los próximos años, porque el valor científico que tiene es considerable debido a la variedad de carnívoros y de herbívoros. “Si en este yacimiento se da esa variabilidad, es probable que nos salgan cosas muy chulas”, afirmó Siliceo.

Las cinco especies de félido halladas hasta el momento en diferentes campañas indican una gran presencia de depredadores de diferentes tamaños, mientras que entre los herbívoros están apareciendo muchos fósiles de Hipparion (caballo), entre ellos uno de muy pequeño de la especie periafricanum, cuyo tamaño sería equivalente al de un cervatillo. En este afloramiento también se encontraron en la campaña anterior de 2009 los restos de un félido inusualmente pequeño del tamaño de un gato actual.

 

Los paleontólogos excavando en el yacimiento de Las Casiones en Villalba Baja

En el yacimiento

Son pasadas las 8 de la mañana y el sol comienza a calentar mientras sube por el este en medio de los montes donde se encuentra el yacimiento de Las Casiones, de difícil acceso, lo que complicará poder sacar las dos defensas de mastodonte. Los paleontólogos Manuel Salesa, Gema Siliceo, Cristo Romano y Eduardo Espílez se afanan a esa hora en arrancar de los sedimentos los restos de un mundo perdido en el pasado geológico que al extraer los fósiles empieza a cobrar vida seis millones de años después de haber existido.

Lo hicieron este mismo jueves al atender a la prensa y divulgar las maravillas que están apareciendo, y cuando se restauren los fósiles, se estudien y se expongan al público, lo volverán a hacer para devolver a la vida aquel Teruel que parecía África habitado por elefantes, tigres e hipopótamos entre otras bestias que poblaron la provincia en el Turoliense.
 

Huesos del carpo del félido hallados, lo que indica el gran tamaño que tuvo

Un tigre de hasta 300 kilos

El mastodonte cuyas defensas han sido excavadas por los paleontólogos tenía que imponer por su tamaño, pero el auténtico rey de hace 6 millones de años en Las Casiones era un tigre que podría haber alcanzado hasta los 300 kilos de peso llamado Amphimachairodus.

Este yacimiento es rico en huesos de este félido dientes de sable, y en esta campaña han aparecido bastantes fósiles, en torno a cinco, explicó Samuel Salesa, mientras muestra los huesos del carpo de la muñeca aparecidos este año. Su tamaño sería el doble del de una muñeca de un hombre adulto, lo que da idea de sus dimensiones, más grande que el tigre siberiano, el félido más grande que existe en la actualidad. Han aparecido también metacarpianos muy bien conservados, y se han excavado piezas dentales de hienas.

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