Esther Escribano, escritora: “Respeto el género porque quien se acerca a la novela romántica espera encontrar sus elementos”
La catalana afincada en Teruel acaba de publicar su primera novela, lanzada por Editorial GusanilloGusanillo Editorial acaba de publicar Cuando Nueva York hizo su magia y nosotros pusimos el resto, ópera prima de Esther Escribano, nacida en Sant Quirze del Vallès (Barcelona) y afincada en Teruel desde hace una década, quien reivindica con este libro el género romántico.
-¿Cómo nació la idea de publicar su primer libro?
-Siembre me gustó escribir, y tras da a luz a mis gemelas decidí hacer un curso online en la Escuela de Escritores de Madrid. Para mí fue la clave porque me ayudó a organizar la historia en mi mente, a estructurar mis ideas y a darles forma.
-Suele decirse que escribir es algo muy personal y visceral a lo que no se aprende en un curso... ¿recomienda no obstante este tipo de formaciones?
-Completamente. Habrá gente que de forma innata sabe escribir, igual que hay quien dibuja bien sin que le expliquen cómo hacerlo, pero en mi caso fue determinante. Me enseñó a ser sistemática en todo el proceso, y eso es importantisimo.
-¿Qué narra su historia?
-Es una novela romántica ambientada en Nueva York, que es un protagonista más de la historia; trato de que el lector la experimente y se meta en la ciudad, en su magia, pero también en sus partes más oscuras. Los escenarios propician encuentros románticos y la trama gira en torno a un triángulo amoroso, que tiene que ver con la lucha interna de la protagonista entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo que objetivamente parece correcto y lo que su corazón le dice. Ella conoce a dos hombres: uno es el adecuado, según el cánon. El otro es un actor con fama de mujeriego y con una exmujer de por medio.
-La novela romántica suele ser denostada por la crítica. ¿Usted es fiel al género o trata de reescribirlo?
-Soy fiel al género porque escribo lo que me gusta leer. No solo leo novela romántica, pero me gusta porque creo que el amor es lo que mueve el mundo. Reivindico el género porque una novela no tiene por qué ser, ni mucho menos, una novela vacía.
-En ese sentido ¿reproduce los tópicos y las características que definen la novela romántico?
-Así es, porque quien lee novela romántica es porque quiere encontrarse con ellos. La pasión, la amistad, el sentido del humor, la magia, los momentos bonitos... Una de las cosas que aprendí durante el curso de la Escuela de Escritores es que si un género funciona es por una razón, porque a quienes nos gusta ese tipo de lectura queremos encontrar eso en la lectura. Y no se trata de copiar lo que ya está hecho, pero sí de respetar lo que el lector busca. Si rompes con eso te estás saliendo del género y de algún modo traicionas al lector.
-Su novela está dirigida a un público joven. ¿Cómo maneja el lenguaje? ¿Trata de conectar con el lector a través de él?
-En realidad no es una novela especialmente dirigida al público juvenil, más allá de que sea este el que más habitualmente busque la novela romántica. Me dirijo más a un tipo de lector que a uno de una edad determinada. Y en cuanto al lenguaje, escribo como me gusta leer. He leído muchísimos libros y tenía muy claro cómo quería hacerlo. Los personajes hablan de forma correcta, sin caer en lenguaje chavacano o términos demasiado juveniles. Por ejemplo, hay escenas de pasión pero no son explícitas ni vulgas, porque no me gusta leer eso. Si quieres algo explícito te irás a una novela erótica. Creo que se puede transmitir un episodio muy pasional sin caer en vulgaridades. La novela nos ayuda a aprender y mejorar nuestro lenguaje, y abusar de las expresiones coloquiales, por más que pueda conseguir cierto realismo, va en contra de la literatura.
-Y en cuanto a los valores, ¿trata de transmitir algún tipo de enseñanza?
-Creo que eso no es algo que se elija, sino más bien un efecto inevitable. Cuando acabas un libro siempre hay una conclusión. En este caso trabajo sobre todo con el tema de las ideas preconcebidas, la costumbre que tenemos de prejuzgar a alguien por su apariencia o por su fama. A veces nos enfrentamos a ese tipo de dilemas cuando el cerebro nos dice una cosa y el corazón otra. Pero también al hablar de la familia o de los amigos. Para la protagonista sus amigos son su familia en Nueva York, un pilar fundamental, y todos sabemos que en ocasiones es mejor tener un grupo reducido de buenos amigos de un gran número de amistades prescindibles.
-¿Cuando se presentará el libro en Teruel? ¿Ya tiene fecha?
-La presentación será el 16 de enero a las 18:00 horas, aunque todavía falta confirmar definitivamente el lugar, lo que depende de que la editorial llegue a un acuerdo con el Ayuntamiento.
-¿Proyecta otros libros?
-Para mí este libro ha sido un antes y un después. De hecho he adaptado mi vida con mis hijas, mi marido y mi trabajo para poder dedicarme a escribir, porque me hace completamente feliz. Ya he empezado una segunda novela, que no es continuación de esta, sino que funde la novela histórica con la romántica. Lo cierto es que la experiencia de escribir la novela fue muy placentera, y el hecho de que una editorial haya decidido apostar por ella, de que una editorial piense que merece la pena arriesgar su dinero porque cree que va a vender libros es un gran acicate para continuar.
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