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Guada Caulín,  autora del poemario ‘Somos olvido’, dedicado al covid persistente: “Empecé a escribir versos cuando las secuelas del covid me impidieron hacer fotos” Guada Caulín,  autora del poemario ‘Somos olvido’, dedicado al covid persistente: “Empecé a escribir versos cuando las secuelas del covid me impidieron hacer fotos”
Guada Caulín con su poemario ‘Somos olvido’

Guada Caulín, autora del poemario ‘Somos olvido’, dedicado al covid persistente: “Empecé a escribir versos cuando las secuelas del covid me impidieron hacer fotos”

“El libro empieza en lo más oscuro, en los primeros síntomas, y avanza hasta tener un final esperanzador”
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Cruz Aguilar

Guada Caulín es docente de profesión y conocida por ser autora de varios proyectos fotográficos, pero la covid la dejó sin fuerzas para colgarse de nuevo la cámara y la obligó a abrir otros caminos creativos de la mano de la poesía. Ahora con todos esos versos que dieron voz a sus sentimientos ha publicado un libro, Somos olvido con el que pretende dar visibilidad a la covid persistente, una enfermedad que nunca ha conseguido que le diagnosticara un profesional, pero que condiciona su día a día. Lo recaudado con la venta de la obra irá a parar a la investigación de esta patología.

­-Usted es fotógrafa, ¿es la primera vez que se anima con la escritura?

-Sí y es curioso porque yo dejé de escribir cuando empecé a hacer fotografía, en ella encontré realmente la forma de poder decir lo que yo quería. Pasé la covid como una gripe mala, pero a los 10 o 12 días de empezar a mejorar aparecieron los síntomas, desde taquicardia a ansiedad, ataques de pánico, pérdida de memoria, fobia social, fatiga y un largo etcétera. Mi terapia era la perra, que tenía que sacarla, y cuando la fatiga me permitía andar más allá de la primera calle empecé a escribir con el móvil, nunca podía terminar el paseo y acababa sentada, por lo que me llevaba libros y retomé la lectura. Después de eso empecé de nuevo escribir, no sobre cómo me sentía, sino a escribir sin más, empezó a coger forma cuando me di cuenta de que no podía coger la cámara porque me daban ataques de pánico. Como no podía representar con la foto lo que me estaba pasando lo intente hacer a través de la palabra. El libro empieza desde lo más oscuro, desde los primeros síntomas y desde las secuelas que desde atención primaria no conseguían que desaparecieran. A partir de ahí fui  avanzando hasta ver un poco la luz, hasta tener un final un poco esperanzador.

-Busca visibilizar a los olvidados, ¿no es así?

 -Es cierto que estamos siendo olvidados, que Aragón, si no me equivoco, sigue sin tener unidad de covid persistente, pero el problema no es solo ese, sino que los profesionales no reconocen que puedas tener covid persistente.

-¿Es un grito de ayuda hacia todas las personas que están en su misma situación?

-Sí, de hecho hay personas que han pasado situaciones como la depresión o una mala racha que se han sentido identificadas con este libro. Hay poemas personales y algunos que dedico a mi pareja o a mi perra Kenia, que es uno de los que más ha gustado, pero hay un poema que se llama No estás sola, porque la mayoría de los casos se están produciendo en mujeres, y es un mensaje de que estamos muchas ahí, aunque no sintamos el apoyo y aunque aquí en Teruel ni siquiera tengamos una sede de la asociación Long Covid.

-No son todo poemas sobre el covid, sino que hay versos de todo tipo pero surgidos al atravesar esta situación, ¿no?

-Hay un hilo conductor y todos los poemas en mayor o menor medida están relacionados con la covid, bien con los síntomas, con la gente que ha estado ahí apoyando o son mensajes hacia mí misma diciéndome que me tengo que levantar y seguir adelante.

-¿Estas sensaciones son nuevas para usted, el covid ha sido un punto de inflexión negativa en su vida?

-Desde enero tengo un diagnóstico, me tuve que ir a la sanidad privada, y tengo un trastorno de ansiedad generalizada, es una enfermedad mental que se va a quedar ya conmigo y que la ha despertado el coronavirus, todas las secuelas están relacionadas con ese trastorno. Es como si me hubieran caído 20 años encima y, aunque he avanzado muchísimo, si hago algún esfuerzo lo pago. Tengo la sensación de que es cíclico, de que reseteo y voy cargando esa barrita, cada cierto tiempo tengo que descansar. Sí que tengo la esperanza de que entre la terapia y la meditación consiga ser la mitad de lo que era antes y eso también se ve reflejado en el poemario. No sabes cada día cómo te vas a levantar, si un día va a ser bueno, malo o vas a tener energía o no. Te limita a la hora de hacer planes, pero te ayuda a vivir el momento.

-El libro está a la venta y lo recaudado va a ser para la investigación? 

-Sí, estoy en contacto con una plataforma de Badalona que se llama No te lo inventas porque la recaudación íntegra del libro se destinará a la investigación. Es un libro que se ha hecho autoeditado con el objetivo de poder recaudar lo máximo posible, de que no se pierdan en esos intermediarios una parte del dinero,  aún así es en Teruel está a la venta en Balmes y en senda.

-¿Ya ha cogido la cámara?

­-Sí, cerré el poemario cuando cogí la cámara para hacer un reportaje fotográfico a EFFE, les hice incluso retratos, que es algo que nunca había hecho. Añadiría muchos poemas más, he seguido escribiendo y tengo más versos, pero sería forzado porque ya he visto que podía continuar con la cámara. 

­-¿Ve a la Guada Caulín del futuro con cámara o con lápiz?

-Con el lápiz no, esto ha salido porque realmente había demasiados sentimientos y demasiado que contar y no tenía forma de hacerlo, no sé qué calidad puede tener lo que he escrito, pero siempre digo que en el momento que descubrí la fotografía deje de escribir, porque para mí la fotografía es la forma que yo encuentro de comunicarme con el mundo y de poder expresar lo que realmente quiero. Seguiré escribiendo y lo haré para mí, de hecho estoy más contenta quizás con los poemas que se han quedado fuera que con los que están dentro. 

-¿Por qué no los ha incluido?

­-Los que están en el poemario tienen que estar, aunque es verdad que añadiría alguno más porque he visto que he evolucionado mucho y son mucho más profundos que los primeros. 

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