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Javier Sánchez, maestro de almazara y catador: “En el sector del aceite nos  falta creernos que tenemos un producto atractivo para el turista” Javier Sánchez, maestro de almazara y catador: “En el sector del aceite nos  falta creernos que tenemos un producto atractivo para el turista”
Javier Sánchez, esta pasada campaña de la oliva, en una almazara de Calaceite

Javier Sánchez, maestro de almazara y catador: “En el sector del aceite nos falta creernos que tenemos un producto atractivo para el turista”

“Sabemos que tenemos todos los ingredientes para crear experiencias oleturísticas, ahora toca darlas a conocer”
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Cruz Aguilar

Javier Sánchez lleva más de 20 años como maestro de almazara, además de ser catador del CRDO Aceite de Oliva del Bajo Aragón y, en los últimos tiempos, consultor oleícola. Así mismo, es el organizador de la II Jornada de Oleoturismo y Calidad que ha organizado la Diputación de Teruel para este viernes 4 de julio en Alloza y que busca fomentar entre el sector el desarrollo de nuevas experiencias que combinen aceite y turismo.

-El Bajo Aragón histórico lleva décadas viviendo principalmente del aceite. ¿Es hora de dar ya el siguiente paso?

-El olivar es un cultivo que nos une a muchas comarcas turolenses. En aquellas más vinculadas, representa una fuente de ingresos muy importante. Creo que se ha trabajado bien, se hacen bien las cosas, pero sí que falta dar ese último salto, tanto en calidad como en comercialización, para conseguir que los ingresos aumenten.

-Esta es la segunda edición de la jornada de oleoturismo, que este año se celebra en Alloza. ¿Qué se abordó en la anterior, llevada a cabo en Alcañiz?

-Aquella primera edición se centró en mostrar experiencias de éxito en oleoturismo. Trajimos ponentes de la Toscana, del norte de España, de Navarra, de Andalucía, y también se mostraron algunas iniciativas que empezaban a surgir en el Bajo Aragón. La idea era demostrar que hay muchas formas de hacer oleoturismo, que puede convertirse en un proyecto viable y exitoso si se tienen las herramientas adecuadas.

-¿Y en qué se centrarán en esta segunda edición?-

Este año queremos centrarnos sobre todo en la comercialización. Ya sabemos que tenemos todos los ingredientes para crear un producto oleoturístico atractivo, pero ahora toca aprender a darlo a conocer fuera de nuestro entorno.

-¿Qué destacaría de los ponentes de este año?

-Son todos referentes en su ámbito. Por ejemplo, Juan Ignacio Pulido, de la Universidad de Jaén, ha realizado numerosos estudios sobre turismo de interior y oleoturismo y ofrecerá una ponencia más técnica y teórica. También estará José María Penco, de la Asociación Española de Municipios del Olivo, que presentará el gran proyecto que se está desarrollando y que funcionará como plataforma para posicionar todas las iniciativas oleoturísticos del país. Además, contaremos con Manuel Jiménez, de Oleoticket, pionero en oleoturismo en Jaén con la creación de una gran plataforma de venta de experiencias oleoturísticas y agroturísticas. Finalmente estará el chef Daniel García Peinado, que trabaja el aceite de oliva virgen extra y que nos mostrará cómo el turismo, el aceite y la gastronomía deben ir siempre de la mano.

-¿Cuántos inscritos hay?

-Estaremos en torno a unas 50 personas. Ya el año pasado, por el tema de la traducción simultánea con ponentes italianos, limitamos la asistencia a unas 50 personas. Es un número cómodo, manejable, que permite crear una comunicación muy fluida entre todos. No se trata solo de escuchar las ponencias, sino también de compartir impresiones en los momentos informales.

-¿Qué perfil tienen los asistentes?

-Hay un poco de todo, desde el sector turístico, guías, emprendedores; hasta gente del mundo del aceite, gerentes de cooperativas, técnicos; agentes de desarrollo local, hosteleros… El turismo une a muchos sectores distintos.

-En la Asociación Española de Municipios del Olivo (Aemo) no figura ningún pueblo de Teruel ni la Diputación. ¿Sería importante que se integraran?

-Sí, creo que sería muy interesante. La asociación no solo trabaja el turismo, también defiende el olivar tradicional, la calidad del aceite y todo lo relacionado con el sector. Y no se trata de una inversión enorme, creo que tanto empresas como municipios y diputaciones deberían estudiar la posibilidad de sumarse. Sería una gran oportunidad.

- Otros productos como el vino o la trufa han sabido posicionarse mejor. ¿Por qué los olivareros van a la zaga pese a tener un cultivo tan tradicional?

-Se están haciendo cosas, no podemos decir que no, pero sí que es verdad que al sector oleícola le cuesta creerse que su producto puede ser tan atractivo como el vino o la trufa. Y realmente lo es. Debemos creérnoslo más, y que los proyectos que existen no sean la excepción, sino parte de una gran red.

-¿Se están haciendo bien las cosas en esas experiencias?

-Sí, pero necesitamos más formación, tanto en turismo como en calidad del aceite. Por eso desde la primera edición de estas jornadas las titulamos oleoturismo y calidad, porque ambas deben ir unidas. Si la experiencia no suma, resta. Necesitamos ofrecer experiencias que realmente inviten a volver, que se recomienden.

- El Bajo Aragón cuenta con una Denominación de Origen desde hace años. ¿Tenemos el reconocimiento internacional que tienen zonas como Jaén?

-Nos queda muchísimo camino por recorrer. La Denominación de Origen ha trabajado desde hace muchos años, se ha reglado, certificado, promocionado en el entorno cercano… pero falta más. Creo que muchas veces no se defiende lo suficiente al pequeño productor de calidad, a esos proyectos más personales centrados exclusivamente en la excelencia. Todavía quedan muchas cosas por hacer.

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