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Marcos Jiménez, dramaturgo, director y actor de teatro: “La cara B de la vida de los artistas, la que los humaniza,  es siempre la más interesante” Marcos Jiménez, dramaturgo, director y actor de teatro: “La cara B de la vida de los artistas, la que los humaniza,  es siempre la más interesante”
Marcos Jiménez, director del grupo de teatro El Bureo de Rubielos de Mora

Marcos Jiménez, dramaturgo, director y actor de teatro: “La cara B de la vida de los artistas, la que los humaniza, es siempre la más interesante”

El presidente de Fatea presenta el 2 de agosto en Rubielos de Mora su primer libro publicado, ‘Mis poetas’
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Marcos Jiménez Fuentes nació en Gor (Granada) en 1955. Emigró primero a Cataluya y después a Valencia, pero lleva muchos años vinculado a Rubielos de Mora, donde dirige el grupo de teatro aficionado El Bureo. Lleva el teatro en la sangre y ha digido y actuado con numerosas compañías, entre ellas Kauen Teatre de La Eliana, que contribuyó a fundar, y preside la Federación Aragonesa de Teatro Amateur (Fatea). Este sábado, 2 de agosto (19 horas), presenta en el Palacio de Exposiciones de Rubielos de Mora su primer libro publicado. Se trata de Mis poetas, formado por tres piezas teatrales tituladas Caminante, El reverso de Federico y Las tres heridas, que hablan de sus tres autores teatrales favoritos: Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández.

-¿Qué vamos a encontrar en ‘Mis poetas’?

-Son tres piezas de teatro-documento, género al que soy muy aficionado, sobre Machado, Lorca y Miguel Hernández. Es un teatro que se basa en la vida de personajes históricos mezclada con ficciones, para poner de manifiesto su humanidad. Son tres autores que considero fundamentales dentro de la literatura española del siglo pasado para entender muchas cosas de nuestra vida social y política. Y consideré importante escribir un guion que reflejara todas sus contradicciones como personas reales, con sus amores, sus amigos y su triste final. La cara B de las vidas de los grandes artistas, aquella que los humaniza, creo que es la verdaderamente interesante.

-En ocasiones conocer las bajas -o las altas- pasiones de las personas ilustres los descabalgan de su pedestal... tenemos tendencia a idealizar a quienes admiramos.

- Sé que a veces conocemos la obra de un artista y en función de ella nos hacemos una imagen de él, y quizá no queremos conocer otros detalles que entran en conflicto con esa imagen. Pero yo creo, al contrario, que cuanto más humano es un artista más grande es. Lo dignifica y lo eleva por encima de su propia obra. Y creo que a través de esta obra podemos apreciar más el valor que tuvieron los tres. En el caso de Lorca o Hernández no fue tan complejo, pero sobre todo en el de Machado tuve que indagar bastante para encontrar ese punto de conflicto que debe tener toda dramaturgia.

-¿Introducir elementos de ficción desvirtúa la obra como documento?

-No, el teatro documento responde precisamente a eso, a introducir elementos ficticios que te permiten ahondar más en su realidad. Es el caso de un diálogo entre los tres artistas, por ejemplo, que no se dio en la realidad pero que me permite reflexionar sobre varios asuntos interesantes, o incluso de conversaciones con algunos de sus personajes.

-Usted admira profundamente a los tres autores... ¿se ha preguntado en alguna ocasión qué hubiera sido de la historia de la literatura española si la Guerra Civil no hubiera provocado sus muertes?

-Ufff... Quién sabe, sobre todo en el caso de Lorca y Hernández, que murieron con 38 y 31 años, cuando prácticamente estaban empezando a vivir. Pero también tengo que decir que en estos casos hay mucho mito. Una trayectoria muy larga no necesariamente tiene por qué ser buena en todo momento, y hay casos de autores en los que las primeras épocas son brillantes y después ya no lo son tanto. A veces el arte tiene estas paradojas. Y también es cierto que vivir una circunstancia tan especial seguramente hizo que estos autores vivieran y escribieran con mucha más intensidad. En cualquier caso es seguro que hubiera sido bueno para todos que estos creadores hubieran vivido mucho más años, y que su ingenio hubiera servido para producir mucha más literatura. Nunca sabremos si mejor o peor que la obra que nos dejaron, pero desde luego más cantidad.

-¿Qué características reúnen las tres piezas que publica?

-Un elemento interesante es que usamos mucho la máscara, entroncando con el concepto machadiano de que la realidad y la ficción son las caras de la misma moneda. Uso la máscara para esos personajes inconcretos, que en lo conceptual permite cosas muy interesantes, y en lo material hace que tres o cuatro actores puedan representar a veinte personajes. Y eso en este momento, en el que cualquier montaje o cualquier producción es muy costosa y complicada de sacar adelante, también es importante.

-¿Son piezas para iniciados, en el sentido de contener claves internas que solo conocen aquellos que han profundizado en la obra de estos tres autores?

-Quiero pensar que no. Lógicamente si alguien no conoce en absoluto al poeta, seguramente perderá el hilo. Pero, ¿quién no ha oido al menos hablar de Lorca, Hernández o Machado?

-El martes pasado estuvo en Villarreal, despidiendo a Joan Raga, recientemente fallecido...

-Nos conocimos cuando éramos estudiantes en Tarragona, hace cincuenta años, y en su entierro estuvieron todos los grandes del teatro valenciano. Ha formado parte de una generación maravillosa, y cuando representamos Y Colón se fue al Caribe en Rubielos, hace algunos años, él nos dirigió y se creó cierto vínculo con el pueblo. He sentido un dolor tremendo porque el teatro ha perdido a una espléndida persona y un gran referente del teatro de calle.

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