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Miguel Trillo, fotógrafo que expone en el Museo de Teruel: “En un mundo globalizado los jóvenes están unidos por el sentido de la diversión” Miguel Trillo, fotógrafo que expone en el Museo de Teruel: “En un mundo globalizado los jóvenes están unidos por el sentido de la diversión”
Miguel Trillo, en el Museo Provincial, junto a las fotos que hizo en 1991 en Teruel

Miguel Trillo, fotógrafo que expone en el Museo de Teruel: “En un mundo globalizado los jóvenes están unidos por el sentido de la diversión”

El festival Teruel Punto Photo hace una retrospectiva de su obra en la exposición ‘Cincuentenario’
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El fotógrafo gaditano Miguel Trillo está asociado a sus imágenes de la Movida madrileña. Entonces comenzó a fotografiar a los jóvenes para mostrar su forma de divertirse como una manera de reivindicar la música y la cultura de su tiempo. Desde entonces no ha parado de viajar por el mundo para reflejar cómo viven los jóvenes y plasmar sus diferencias y semejanzas en esta aldea global.

La Sociedad Fotográfica Turolense quiso hacer una retrospectiva de su obra en la exposición Cincuentenario (1972-2022), que se puede visitar en el Museo de Teruel, dentro del festival Teruel Punto Photo.

-Algunas de las fotografías que se pueden ver en la exposición las hizo usted en Teruel a principios de los 90 para el semanal de El País. ¿Cómo recuerda aquella experiencia?

-La temática mía es la música y las culturas urbanas juveniles. Las personas que aparecían en el reportaje representaban la cultura alternativa y undergraund, también jóvenes talentos y en este caso aparecía por su juventud la entonces concejala, Lucía Gómez, que terminó siendo la primera alcaldesa de Teruel. Fuimos dos veces a preparar el reportaje, en junio del 91 y en febrero del 92. Esta es la primera vez que se exponen fotografías de aquel reportaje, que escribió Moncho Alpuente, y que se muestra en una vitrina. Me han dicho que algunos de los protagonistas de aquellas fotografías han ido a verlas.  Me comentaron en la inauguración que ahora en Teruel no se hace parapente, cuando en aquel reportaje era la foto de portada. En aquella época hubo afición pero desapareció. Hicimos un retrato escenificado en Los Monotes. Los otros retratos también tienen alguna referencia a la ciudad como la torre de El Salvador o el Mausoleo de los Amantes.

-¿En sus retratos de jóvenes trata de fijar la mirada en el entorno?

-Sí, pero este caso es especial porque eran fotos preparadas, con cita previa, y por lo general mis fotos no son así. Son de cociertos, festivales donde o pillas  en el momento a la persona que quieres fotografiar o desaparece. Este de Teruel -y otros cinco más que se hicieron de diferentes ciudades de España- eran de encargo, y yo no suelo hace fotos de encargo. No soy reportero sino documentalista. He ido documentando las culturas urbanas.

-Recorrer esta exposición es conocer cómo son y han sido los jóvenes de todo el mundo en los 50 años de trayectoria suya.

-En la exposición se han seleccionado desde las fotos de la Movida de los años 80 en España, de las tribus urbanas, los rockers, los mobs o los heavys hasta los jóvenes japoneses de los manga. Es un paseo desde lo más cercano mío, que era el Madrid de los años 80, incluso de los 70 en Andalucía, a mis últimos trabajos en Asia.

-La exposición también recoge los últimos catálogos editados, algunos de ellos todavía no se han presentado.

-El consorcio de museos de la Generalitat valenciana ha editado un catálogo de mi trabajo Asiatown, que se puede ver en la exposición pero que todavía no se ha presentado. Durante la pandemia encontré editor para mis últimos trabajos. Uno es Ficciones, sobre el mundo del manga y otro este de Asiatown. Los dos se encuentran en la exposición de Teruel.

-¿Qué le parece que la Sociedad Fotográfica Turolense haya organizado esta exposición?

-Estoy muy contento con ella porque se ha hecho expresamente para el festival Teruel Punto Photo aprovechando que el tema de este año era la fiesta. Hay más de cien fotografías y tratan siempre de lo mismo: de las diferencias culturales, de raza, de lengua o de religión pero que para la cultura juvenil no se notan. Por ejemplo, en la serie Costa este   costa oeste, aparece la cultura urbana juvenil en Marruecos, en Vietnam y en Estados Unidos. Cogía dos ciudades de cada país. Con mi trabajo necesito hacer un reflexión, en este caso eran jóvenes de diferentes religiones pero que les unía una cultura común. El resumen de mi trabajo sería que en un mundo globalizado en el que hay muchas diferencias, muchas fronteras y muchas lenguas los jóvenes están unidos por el sentido de la diversión. El joven es un cuerpo que está de estreno, que puede decir “que me quiten lo bailao”. Yo he fotografiado ese baile.

-La exposición también recoge otros objetos como sellos de correos y souvenirs que completaron algunos de sus trabajos.

-Para esta retrospectiva me puse a recopilar también trabajos como los souvenirs o los sellos que completan las series. Los sellos de correos los edité en un trabajo sobre las fronteras lingüísticas y de otro tipo. En mi trayectoria busco un tema y con la misma dinámica de siempre hago una reflexión. En Geografía Moderna viajé a 23 localidades fronterizas. Estuve en Fraga, porque me parece muy representativo porque conviven el catalán y el castellano. Es otra referencia más a Aragón que hay en estos sellos.

-¿Sigue fotografiando la cultura juvenil?

-Podemos decir que por calendario vital es más difícil y la pandemia ha supuesto un parón grande pero en la exposición hay cinco fotos de la época actual, incluso una hecha en mayo. Ahora ya no sé si tengo cuerpo de meterme en un avión de veintitantas horas. Proyectos hay pero hay que hablar de lo que he hecho.

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