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Montserrat Martínez, arqueóloga participante en el Calendario Pioneras: Montserrat Martínez, arqueóloga participante en el Calendario Pioneras:
Detalle del dibujo realizado por Elena Castillo sobre Montserrat Martínez para el Calendario Pioneras

Montserrat Martínez, arqueóloga participante en el Calendario Pioneras: "El techo de cristal está ahí, las tareas no se comparten y son los hombres los que llegan al poder"

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Cruz Aguilar

Montserrat Martínez (Castellote, 1946) nació en plena posguerra. Hija de un maestro que le transmitió el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, se decantó por estudiar Magisterio, pero enseguida se dio cuenta de que la Historia Antigua era su pasión. A lo largo de su vida profesional ha podido combinar ambas disciplinas al entrar en el año 1973 en la Escuela Universitaria de Magisterio. Ahora su imagen, en la que aparece retratada en su vertiente de arqueóloga, ilustra el mes de julio del Calendario Pioneras 2023, editado por la Diputación de Teruel y que muestra la labor de doce mujeres que pueden servir de inspiración e imagen a niñas y jóvenes de la provincia.

-Participa en el Calendario Pioneras para servir de referente a las niñas. ¿Usted los tuvo?
-Por supuesto, el gusanillo por la arqueología me lo metió Carmen Aranegui Gascó, que era profesora de Historia Antigua, pero  desde niña confundía cuentos y mitos porque mi padre era un enamorado de la historia de Roma.

-También trabajó con Pura Atrián, ¿fue otro referente?
-Sí, la conocí cuando trabajé como secretaria del alcalde en el Ayuntamiento, que estuve seis meses, y luego coincidí en la arqueología, porque fue la fundadora y directora del Museo de Teruel. Mi relación con Pura Atrián continuó al hacer la tesina y me metí en el mundo de la arqueología. Inicié la primera excavación en el Cabezo de la Guardia, una excavación que llevé yo pero que no pude firmar porque no había acabado la carrera.

-¿Fue su único referente turolense?
-No, hay otras dos personas que fueron para mí muy importantes, una fue Nati Nogueras, primera mujer secretaria del ayuntamiento de Teruel. Era una licenciada en Derecho que fue una personalidad en la vida social turolense y aún así contaba que fue ninguneada por el hecho de ser mujer, que siempre querían hablar con el secretario hombre. Otra persona que me formó en el ámbito de la literatura fue María Lozano, directora de Magisterio durante muchos años, muy conocida en los ámbitos culturales por su destacada personalidad y una cabeza muy potente. Teníamos grandes discrepancias políticas, pero a mi y a muchos nos marcó desde el punto de vista literario. Tanto Nati como María y Pura fueron tres mujeres pioneras en la sociedad turolense del momento.

-¿Fueron referentes porque eran las únicas que estaban en un plano público?
-Entonces en Teruel la mujer estaba mediatizada por dos instituciones, la Sección Femenina y Acción Católica.

Perfiles

-¿Instituciones que buscaban un perfil diferente al que estamos hablando?
-Sí, había licenciadas en Filosofía y Letras, pero se dedicaban a la docencia, estaban limitadas a ese campo, no había mujeres que se metieran en ámbitos políticos. La primera mujer que desfiló con una corporación fue Nati Nogueras como secretaria y luego María Lozano, que fue concejala.

-¿Cree que tener referentes femeninos siguen siendo necesarios?
-No cabe duda, pero los encuentran en ámbitos diferentes, para nosotros un referente era una profesora de instituto, ahora  ya hay muchas y los referentes son profesoras concretas que les marcan por diferentes razones, pero buscan referentes que ya están fuera del ámbito local.

-¿Pese a los avances en todos estos años, cree que la irrupción de nuevos partidos puede provocar un retroceso en los derechos de las mujeres?
-El techo de cristal es muy difícil de romper, tanto en el ámbito político como en el empresarial o de la universidad, sigue habiendo un déficit. Ahora las mujeres tienen mayor libertad para dedicarse a una profesión,  pueden compatibilizarla con la familia, pero el poder lo ostentan las personas que pueden llegar a él y la mujer no puede con el poco apoyo que hay de la maternidad y otras cargas inherentes al hogar, el “te ayudo” que dice el hombre. La realidad es que no se comparten de forma natural muchas tareas y la mujer tiene un handicap, de ahí que sean hombres los que llegan a las teclas del poder.

-¿Esto también está presente en el ámbito universitario en el que usted se ha movido?
-La universidad está muy feminizada, pero el porcentaje de catedráticas es mucho menor. En la Universidad de Zaragoza la primera mujer decana fue en los años 90, eso dice muchas cosas. Cuando estaba de vicerrectora éramos 4 o 5 mujeres en un equipo de 11, pero no llegabas a rectora. Hace cuatro años se presentó la primera candidata a rectora, un cargo que aún no ha ocupado  ninguna.

-Usted sí ocupo puestos de relevancia en la Universidad.
-Con 30 años mis compañeros me eligieron para la dirección de la Escuela Universitaria y ahí empezó mi vinculación con la administración universitaria. Luego fui Vicerrectora del Campus de Teruel, en un momento en el que hubo que configurar y sentar las bases del campus, que no fue fácil por el distinto modelo de universidad que se planteaba.

-¿Cree que el calendario puede ayudar a romper ese techo de cristal?
-Más que el calendario, es importante que los materiales complementarios se trabajen en clase, que se haga hincapié no en las doce figuras en sí, si no en lo que pueden trasmitir.

 

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