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Pablo Morales, músico y lutier: “Soy lutier desde los 12 años, cuando me hice un violín sin caja para no molestar a los vecinos” Pablo Morales, músico y lutier: “Soy lutier desde los 12 años, cuando me hice un violín sin caja para no molestar a los vecinos”
Pablo Morales, durante una de las charlas que ofreció en la Escuela de Teruel

Pablo Morales, músico y lutier: “Soy lutier desde los 12 años, cuando me hice un violín sin caja para no molestar a los vecinos”

El caspolino mostró en la Escuela de Música de Teruel los instrumentos medievales que ha construido él mismo
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El lutier Pablo Morales expuso recientemente en la Escuela de Música de Teruel su colección de instrumentos medievales, y ofreció una charla sobre el reto que ha representado construirlos basándose en pergaminos escritos y piedras talladas hace 800 años.

-¿Cuándo comenzó su estudio sobre los instrumentos medievales?

-La colección y la exposición comienzan con dos fídulas que me pidió en su momento el gaitero Carlos Núñez. Era justo recién salidos de pandemia, y quería hacer un videoclip con instrumentos que pueden verse esculpidos en el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela. La zaragozana Pilar Almalé tenía que tocar estos instrumentos medievales, y ella no los tenía. Así que me los encargó, los construí para ese videoclip, y a partir de ahí me picó el gusanillo y empiezo a reconstruir este tipo de instrumentos.

-¿Qué fuentes ha utilizado?

-Empecé a investigar las Cantigas de Santa María de Alfonso I el Sabio, que junto al Pórtico de la Gloria y varias tallas más que pueden encontrarse en diversos lugares, tenemos el mayor vestigio y mayor fuente de información que hay de música medieval del mundo. En esas Cantigas tienes canciones, partituras con el registro tonal, una miniatura con un músico tocando ese instrumento... Puedes ver las proporciones del instrumento, la posición en la que se tocaba... te da una enorme cantidad de información para reconstruirlo y llevarlo de nuevo a la realidad.

-¿En serio una miniatura románica le proporciona información como para reconstruir un instrumento musical?

-Alfonso X el Sabio trabajó con un grupo de scriptorium muy fidedignos. Muchos de ellos eran incluso músicos y lutieres, de forma que además de dibujar el instrumento, lo conocían. Es verdad que hay fallos, a veces de proporción y a veces de perspectiva. Por ejemplo hay una especie de laudes que el clavijero está de medio lado, y sin embargo por física no puede estar así colocado. Pero con los conocimientos previos que tiene un lutier se pueden ir solventando esos pequeños errores.

-¿Los instrumentos medievales sonaban muy diferente a los actuales?

-Sí. En primer lugar por los materiales que tenían para construirlos. Pero es que además los construían con una afinación diferente a la actual. Antiguamente tenían una afinación basada en el modelo que estudió Pitágoras, que a su vez se basaba en la relación de armónicos sobre una cuerda, y realmente no estamos nada acostumbrados a ese tipo de afinación. Cuando lo escuchamos notamos enseguida que es un instrumento medieval por esas características sonoras diferentes. Además las cuerdas eran de tripa, en lugar de nylon o metálicas como ahora, con lo que también contribuye a tener un sonido particular.

-¿Usted construye los instrumentos con una afinación medieval, o preparados para el sistema de temperamento igual que usamos en la actualidad?

-Depende de quien vaya a tocar el instrumento. He construido instrumentos para músicos que quieren tocarlo fielmente, historicistas, así que les hago su afinación pitagórica para poder hacer ese sonido. Y los instrumentos que vamos a tocar junto a otros actuales se afinan con los patrones actuales, porque de lo contrario sería imposible que pudieran sonar juntos.

-¿Es muy diferente el sonido de ambas afinaciones?

-Sí. Se nota mucho la diferencia. No estamos acostumbrados a la afinación pitagórica o la no temperada. Ten en cuenta que toda la música ahora pasa por multitud de filtros en la grabación y producción, y está todo perfectamente afinado. Y a eso nos hemos acostumbrado. La música de los siglos XII y XIII no era así. Era mucho más viva, y de hecho los ensembles musicales se pegaban casi más tiempo afinando que tocando, y eso era parte del ritual de asistir a un concierto. Y el oído se les había hecho a esa afinación.

-Las Cantigas de Santa María le han servido para construir instrumentos para también para coger música... Pero en el siglo XIII apenas se estaba extendiendo el tetragrama o el pentagrama... ¿cómo lo ha hecho?

-Hemos trabajado con mucha música gregoriana, con tetragrama, que son pentagramas de cuatro líneas, o neumas. Con los neumas tienes una única línea y a partir de ahí se buscaba la tradición oral para trasladar los intervalos que te marcaban. La verdad es que es muy complicado de interpretar, pero un poco por intuición y por los propios conocimientos en música que tenemos terminamos haciéndolo.

-¿Como empezó usted en la lutería?

-Mi primera incursión fue con doce años, cuando estudiaba violín en el conservatorio y me construí uno sin caja de resonancia para poder ensayar sin molestar. Después tuve una época heavy con la guitarra eléctrica, y también me construí una guitarra, y cuando me dio por ahí cogí una caña y me hice una flauta...

-O sea que casi fue lutier antes que músico...

-Como mínimo a la par. Me gusta combinar música y arte, porque yo vengo de estudiar Bellas Artes y de hacer escultura. Y de hecho en mi taller, escuchando música de gaitas, fue donde decidí que tenía que construir mis propios instrumentos para poder tocarlos.


 

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