Que el vaso esté medio lleno… y, si puede ser, brindemos
José Iribas S. Boado
Todo se pega menos la hermosura, dicen. El pesimismo, sin ir más lejos, se contagia con la facilidad de un bostezo. Lo notas en la barra del bar, en la cola de la farmacia, en el ascensor: uno suelta “esto va a peor” y el run-rún se extiende como una mancha de aceite. Y...