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Condena de tres años de prisión para un hombre al que se le incautaron drogas en un control rutinario en la A-23 Condena de tres años de prisión para un hombre al que se le incautaron drogas en un control rutinario en la A-23
Imagen de archivo de un control de la Guardia Civil en uno de los accesos a la A-23 en la provincia de Teruel

Condena de tres años de prisión para un hombre al que se le incautaron drogas en un control rutinario en la A-23

La defensa solicita la suspensión por ser consumidor y estar en proceso de deshabituación
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Un hombre que fue pillado con drogas hace un año en un control rutinario de la A-23, escondidas en el vehículo que conducía, aceptó este martes la pena de 3 años de prisión tras llegar a una conformidad con la Fiscalía en un juicio celebrado en la Audiencia Provincial. La defensa pidió además la suspensión de la pena privativa de libertad porque el acusado era consumidor habitual de drogas y ahora se encuentra en un tratamiento de deshabituación y tiene la vida normalizada con familia y un trabajo estable.

Los hechos ocurrieron el 1 de febrero de 2021 cuando en un control rutinario en la A-23, a la altura de Santa Eulalia del Campo, los agentes de la Guardia Civil encontraron 9,60 gramos de quetamina, 28,54 gramos de anfetaminas, y 14,05 gramos de cannabis escondidos debajo del asiento del conductor y en una bolsa de ropa.

Iban cuatro personas en el vehículo y ninguna se responsabilizó de esas sustancias estupefacientes, por lo que las cuatro fueron procesadas y acusadas de tráfico de drogas. En la vista señalada para ayer en la Audiencia, el conductor del vehículo, H. V. G., reconoció al inicio que la droga era suya para venderla en Valencia y poder autoabastecerse porque era consumidor.

Los hechos, reconocidos

Al reconocer los hechos la Fiscalía retiró la acusación contra las otras tres personas, para las que se pedían inicialmente 4 años de cárcel para cada una de ellas, y se alcanzó una conformidad con el único acusado, de manera que la petición de pena se redujo de 5 a 3 años de prisión, además del pago de una multa de 1.800 euros al ser consumidor habitual cuando ocurrieron los hechos y haberse sometido después a un tratamiento de deshabituación en el que lleva un año, y carecer además de antecedentes penales.

El abogado de la defensa pidió por ese motivo la suspensión de la pena privativa de libertad, ya que el acusado mostró su arrepentimiento y además ha normalizado su vida. El letrado explicó que cuando se produjeron estos hechos el acusado era consumidor de estupefacientes y se debieron a la adicción que tenía, pero que desde entonces ingresó en un tratamiento de deshabituación de Proyecto Hombre, que ha certificado que su evolución es favorable. Argumentó que su ingreso en prisión sería contraproducente y la Fiscalía apoyó la suspensión de la pena, sobre la que deberá resolver la Audiencia.

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