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El Centro de Estudios de Física del Cosmos afronta 2022 con una agenda repleta de retos científicos El Centro de Estudios de Física del Cosmos afronta 2022 con una agenda repleta de retos científicos
Reunión científica celebrada en noviembre pasado en las instalaciones del Cefca en Teruel capital

El Centro de Estudios de Física del Cosmos afronta 2022 con una agenda repleta de retos científicos

Lanzará los proyectos de nueva generación del T80 y ultimará JPCam para el gran cartografiado
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El Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) afronta 2022 con importantes retos a desarrollar en su agenda científica, con la mirada puesta en poder terminar de poner a punto la cámara de gran campo JPCam para iniciar el cartografiado con el telescopio T250 del Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ), y con el lanzamiento de los proyectos científicos de nueva generación que se realizarán a partir de 2023 con el telescopio T80.

El director del Cefca, Javier Cenarro, aseguró que “este año va a ser muy intenso” al confluir varias cuestiones que van a permitir que “puedan ocurrir muchas cosas”. Recordó, al hacer balance del año pasado y anunciar las previsiones para este, que estos proyectos tecnológicos por su complejidad “tienen sus incertidumbres y problemáticas como todos los proyectos ambiciosos de este tipo, donde los retrasos son normales y hay que asumirlos”.

Por de pronto, van a seguir con la puesta en marcha de JPCam, una cámara de gran campo con 56 filtros para realizar grandes cartografiados que es única en el mundo y que se ha construido específicamente para el OAJ. Se trata por tanto de un tecnología única que no existía con anterioridad y a la que se ha dedicado buena parte de la actividad durante el año pasado para desarrollar su puesta en marcha y el software para su funcionamiento.

Año de avances

“Ha sido un año de avance en la parte más tecnológica de JPCam”, dijo Cenarro, quien apuntó que el reto ahora es “ver si conseguimos que este año pueda utilizarse ya para la operación rutinaria de toma de datos”. Si se empezase a funcionar con ella, comenzaría a desarrollarse el proyecto J-PAS para la realización del cartografiado con 56 filtros desde el telescopio de dos metros y medio de diámetro, el T250, además de poder empezar a tomar datos para el proyecto Euclid de la Agencia Espacial Europea con la que colabora el Cefca.

El año pasado se cumplió además un hito importante, la calibración científica de nuevos datos tomados con el T250 y sus 56 filtros del campo conocido en astrofísica con el acrónimo NEP (North Ecliptic Pole), que es una de las áreas del cielo seleccionada para observar de forma sistemática por la misión del telescopio espacial James Webb.

Cenarro recordó que las observaciones se hicieron con la pathfinder, la cámara de primera luz del T250, antes de acoplar la JPCam, y que los datos se han calibrado científicamente durante el año pasado y están ya en manos de la colaboración científica de J-PAS. “La previsión es que en el verano de este año se hagan públicos los datos para cualquier científico ajeno a la colaboración”, indicó Cenarro.

Se trata de un apuntado de un cuarto de grado cuadrado que ha permitido caracterizar unos 25.000 objetos, con una medición precisa de las distancias, y que incluyen del orden de 6.500 galaxias. Cenarro indicó que este campo del cielo conocido como NEP va a ser muy estudiado en los próximos años y han establecido contactos con miembros de la colaboración del telescopio James Webb. Valoró las sinergias que eso va a suponer.

T80

Además, el año pasado se siguió trabajando con el T80 y el cartografiado J-PLUS, del que se han superado ya los 3.000 grados cuadrados. Los nuevos datos estarán disponibles para la colaboración científica de este proyecto a mitad de año y después se abrirán a toda la comunidad científica por tratarse de un proyecto legado.

Cenarro destacó la reunión científica celebrada en noviembre pasado con la llamada de interés realizada a la comunidad astrofísica para lanzar los nuevos proyectos de observación con T80 para los próximos cinco años, al tratarse de una Instalación Científica Técnico Singular (ICTS). Se propusieron ocho proyectos, aunque será a partir de febrero cuando se lance la convocatoria formal y este ejercicio se dedicará a evaluarlos para su selección y preparación de cara a poder empezar la toma de datos a principios de 2023.

Hasta ahora los tiempos de observación abiertos se ofertaban cada seis meses, pero con esta convocatoria se seleccionarán proyectos cuya ejecución ocupará desde 2023 hasta 2028.

El director del Cefca destacó que la demanda es muy superior a la oferta del tiempo disponible, lo que denota el interés que existe por parte de los grupos de investigación, al menos por la respuesta que hubo en la convocatoria de interés. En este sentido, precisó que si son 3.250 horas de observación para los próximos cinco años, sobre el papel se han planteado ya más de 9.000 horas.

Cenarro destacó la integración del Ministerio de Ciencia en el Patronato del Cefca como un reconocimiento a la trayectoria del centro en la gestión de la ICTS que es el Observatorio de Javalambre, así como la incorporación de nuevo personal durante el año pasado.

Investigadores

“Ha llegado un buen número de investigadores, fruto de los planes de recuperación de la plantilla científica, que empezaron en 2019 pero con la llegada del covid en la práctica se ha retrasado”, comentó el director del Cefca, quien destacó el valor que va a tener recuperar el músculo científico tras la marcha de algunos investigadores a otros centros.

Se han incorporado cinco científicos de plantilla, 4 investigadores postdoctorales, dos estudiantes predoctorales para hacer sus tesis, y varios ingenieros. “En el ámbito científico con la llegada de nuevos investigadores y su asentamiento en el Cefca esperamos que la explotación científica de los datos sea más eficiente, tengamos una mayor presencia en la colaboración científica, algunas de cuyas investigaciones lideramos y se tiene que notar más con la llegada de recursos humanos”, apuntó Cenarro.

Con JPCam en vías de poder culminarse su puesta a punto, y la evaluación de los próximos cartografiados con el T80, 2022 se presenta como un año clave para arrancar de forma sistemática con el proyecto J-PAS y definir los nuevos proyectos de impacto científico de nueva generación para el siguiente lustro. A ello se suma, según Cenarro, el trabajo que se está haciendo para mejorar la eficiencia de las instalaciones y la renovación del equipamiento de la UPAP, que es la unidad de procesado y archivo de datos.

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