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El CPIFP de San Blas imparte la primera formación reglada sobre truficultura en España El CPIFP de San Blas imparte la primera formación reglada sobre truficultura en España
Los alumnos, en un momento de ejercicios prácticos sobre el terreno

El CPIFP de San Blas imparte la primera formación reglada sobre truficultura en España

El primer módulo, de 150 horas sobre recolección de setas y trufas, está a punto de terminar
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Cruz Aguilar

El Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) de San Blas ya está impartiendo el certificado de profesionalidad de nivel 2 técnico de Producción y Recolección de setas y trufas. Completo consta de 760 horas,  pero se va a ofertar por módulos y el primero es el que están cursando ahora de Recolección de setas y trufas.  La formación, de carácter presencial, cuenta con doce alumnos y es la primera específica para trufas y avalada por el Ministerio de Educación que existe en España.

Este primer módulo tiene una carga lectiva de 150 horas y los doce alumnos participantes tienen perfiles diversos. La mitad de ellos son alumnos del centro que se están especializando en este sector para montar su propia plantación o están cursando Gestión Forestal o Producción Agropecuaria y buscan así completar sus enseñanzas, según indicó la directora del CPIFP, Lina Soler. También hay alumnos que pertenecen al mundo de la transformación y la restauración y otros que son truficultores y buscan mejorar en el manejo de su plantación.

El módulo se ha dividido en tres unidades. La primera, de 60 horas, se ha centrado en reconocer el micotopo e identificar setas y trufas. La segunda, también con una carga lectiva de 60 horas, se ha centrado en la recolección, selección y manipulación de setas y trufas. Por último, la tercera, de 30 horas, se ha dedicado a la instalación y mantenimiento de infraestructuras en zonas de aprovechamiento micológico.

Expertos

Soler destacó que para impartir las clases han contado con expertos del sector. Así, al frente de la formación han estado el truficultor y presidente de la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Teruel, Atruter, Daniel Brito; la truficultora y miembro del único Panel de Cata de trufa negra del mundo, Isabel Bertolín, y el experto en adiestramiento canino Sergi Barrios. Las sesiones se han completado con charlas y talleres a cargo de colaboradores expertos entre los que estaban los truficultores y viveristas Manuel Doñate, Daniel Bertolín, Simona Doñate y María Redón. A ellos se ha sumado el profesor de Biología y truficultor Julio Perales. “Todos  tienen un gran bagaje y han dado ponencias y charlas específicas”, relató la directora de San Blas.

La responsable del centro destacó la gran implicación del profesorado y las “ganas de formar sobre aspectos que a ellos les ha costado tanto adquirir, porque hasta ahora se transmitían de generación en generación”, argumentó.

Los alumnos han realizado además un trabajo práctico consistente en un diagnóstico de las parcelas que tiene el propio centro de Formación Profesional. Así, han hecho un análisis de suelo para comprobar si tenían los factores correctos para la plantación o necesitaban aportes y también han desarrollado las diferentes labores agronómicas, como podas o clareos, según enumeró Lina Soler.

Carrascas

La responsable del centro formativo comentó que cuentan con una plantación de carrascas muy longevas y los alumnos han aprendido que, cuando el árbol llega a una edad improductiva, hay que actuar y lo que harán en este caso es arrancar las encinas para sembrar cereal durante un tiempo con el fin de que la finca pueda luego albergar una nueva plantación trufera.

Soler recalcó que se trata de la primera formación “tan específica y homologada” que se imparte en España. Aseguró que los conocimientos adquiridos por los alumnos les permitirán tener “una destrezas para montar una plantación y, a través de la realización de diagnósticos, tomar decisiones sin necesidad de contar con asesoramiento externo”, dijo. Así, los participantes han aprendido tanto a conocer qué suelos son los más aptos para la truficultura como las labores que tienen que desarrollar en ellos de manera previa y una vez plantados los árboles micorrizados.

En lo que respecta a la manipulación de las trufas, los asientes han aprendido a seleccionar e identificar las piezas, diferenciando por categorías. También han adquirido conocimientos sobre esporas y a nivel aromático.

Este primer módulo, que comenzó a finales de enero, tendrá continuidad con otro que se iniciará en abril sobre Micorrización y producción de plantas. Está dirigido a formar a personas para trabajar en viveros o micorrizar su propia planta. Tendrá una carga lectiva de 120 horas y se dividirá en tres unidades, cada una de 30 horas. La primera se centrará en obtener el micelio para el inóculo micorrícico; la segunda será la preparación del sustrato de germinación de semillas de siembra y trasplante de plantas micorrizadas y la tercera se destinará a realizar la inoculación, el acondicionamiento de la plantación y el seguimiento de las plantas micorrizadas.

Mecanización e instalaciones

Estos dos módulos se completarán con un tercero que se podrá cursar a partir de septiembre sobre Mecanización e instalaciones agrarias. Algunos de los alumnos ya han mostrado interés por realizarlos todos de cara a obtener una especialización en el sector.

San Blas continuará durante el siguiente curso escolar con la formación en materia de trufa y lo hará sacando cursos de formación a la carta, que no sean muy extensos en el tiempo pero se adapten a las necesidades del sector. La nueva ley de Formación Profesional permite realizar la formación por unidades de competencia, matizó Lina Soler.

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