El detenido en San Blas causó cuatro heridas de cuchillo a la víctima

El detenido el pasado domingo en la pedanía turolense de San Blas llegó a causar en la víctima, sobre la que se abalanzó, cuatro heridas provocadas con un cuchillo de 20 a 30 centímetros de tamaño, según se desprende del auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel hecho público este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). En el mismo se recoge también que a la persona que intentó ayudar a la víctima, el agresor le asestó igualmente una cuchillada en la espalda. A ambos les profirió expresiones de que los iba a matar. El agresor se encuentra en prisión provisional por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.

El auto dado a conocer por el TSJA indica que el investigado, J. L.P.R., intentó ocasionar la muerte de una persona, a quien persiguió con un cuchillo de grandes dimensiones, de 20 a 30 centímetros, “profiriendo expresiones tales como que lo iba a matar, aprovechándose de la circunstancia que en la persecución cayó al suelo, donde colocándose encima de él, le propinó entre 10 o 15 cuchilladas, de las cuales, tan solo 4 impactaron en su cuerpo, eso es, en las costillas, codo y pie -aunque en este último caso, también le golpeó con los restos de una botella de cerveza que había en el suelo-”.

También da a conocer que el otro perjudicado que resultó igualmente herido, acudió en defensa de la víctima, a la que intentó ayudar “portanto un palo en las manos y golpeando al investigado para que depusiera su actitud”, y el agresor “se abalanzó sobre él, persiguiéndole con el mismo cuchillo que portaba, profiriéndole expresiones tales como que le iba a matar clavándole el cuchillo en la espalda”.

El juez en su auto justifica el ingreso en prisión provisional del investigado por la gravedad de los hechos y el riesgo de que eluda la acción de la justicia en caso de quedar en libertad mientras se instruye el caso, ya que se trata de un ciudadano extranjero sin arraigo en España.

En este sentido, el juez indica que mediante esa medida de ingreso en prisión provisional a la espera de la celebración del juicio, se asegura la presencia del investigado en el proceso, “dado que existe un manifiesto riesgo de fuga merced a la naturaleza de la pena impuesta por el presunto ilícito penal perpetrado”.

Además, el magistrado en su auto hace constar que el investigado es un ciudadano extranjero “sin arraigo alguno en territorio nacional, que no realiza actividad laboral alguna, con altas probabilidades de sustraerse a la acción de la justicia”.

A eso se suma que la pena por el ilícito penal presuntamente cometido “asciende a los 5 años de prisión”, y que es preciso “evitar el riesgo de que el investigado cometa otros hechos delictivos análogos o similares”, debido a que “no tiene actividad laboral conocida en territorio nacional”, ni existe “garantía alguna que no vuelva a reiterar la conducta o comportamiento objeto” de la investigación judicial abierta por el presunto delito de homicidio en grado de tentativa.