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Fungiverso o los hongos como vertebrador de la economía rural Fungiverso o los hongos como vertebrador de la economía rural
La marca setas de origen comercializa ejemplares comestibles con total garantía de trazabilidad

Fungiverso o los hongos como vertebrador de la economía rural

Ha impulsado 40 hectáreas micológicas y 30 de trufa
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Cruz Aguilar

Fungiverso es el otro proyecto vinculado a la micología en Aragón. Los resultados fueron presentados hace unos días en Zaragoza y tiene como objetivo poner en valor la biodiversidad fúngica y su papel estratégico en la sostenibilidad ambiental, la economía rural y la salud de las personas.

La iniciativa persigue mostrar a los hongos como recurso estratégico potencial, como alimento rico en compuestos bioactivos y fuente de proteína alternativa con bajo impacto ambiental, pero también como recurso socioeconómico.

En Aragón se han catalogado 2.485 especies de hongos y se estima una superficie de más de 2,2 millones de hectáreas con hábitats productores de setas silvestres comestibles, con una producción potencial superior a 31.000 toneladas en años favorables.

La riqueza micológica aragonesa ha despertado una afición creciente ya que más del 9% de la población participa en la recolección de setas, porcentaje que supera el 50% en áreas rurales forestales. Las producciones silvestres se enfrentan a riesgos como el cambio climático, la recolección incontrolada, la falta de gestión o la carencia de datos fiables sobre producción, consumo y comercio. Para corregir esta situación, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) impulsó el Plan de Desarrollo Rural MicoAragón, que culminó en la creación de la Asociación de Parques Micológicos de Aragón, que forma parte del Instituto Europeo de Micología (EMI).

El proyecto Fungiverso ha incluido actuaciones micoselvícolas, como clareos, podas, regulación de densidades o selección de especies arbóreas, con el objetivo de mejorar la fructificación micológica, mantener la biodiversidad fúngica y garantizar un aprovechamiento sostenible del recurso. A diferencia de la selvicultura clásica, centrada en la producción de madera, la micoselvicultura busca equilibrar los usos múltiples del bosque, integrando la obtención de setas con la protección de los ecosistemas, la fijación de carbono, el paisaje y el desarrollo socioeconómico rural.

En total se han realizado cinco actuaciones que en conjunto suman 40 hectáreas. Una de ellas se ha llevado a cabo Parque Micológico de Mosqueruela, con actuaciones micosilvícolas en masas de Pinus sylvestris en suelos calcáreos productores de rebollones (Lactarius deliciosus). El resto se han centrado en los parques micológicos de Loarre, en la provincia de Huesca, y Moncayo y Celtiberia zaragozana en la provincia de Zaragoza.

Truferas silvestres en Mora

La sexta actuación es la recuperación de 30 hectáreas de truferas silvestres en Mora de Rubielos, sobre masas de encinas y repoblaciones de Pinus nigra.

En el marco de Fungiverso se ha creado la marca Setas de Origen con el fin de dar un sello de calidad a los hongos recolectados y garantizar el origen y la trazabilidad de los mismos. También busca potenciar la profesionalización así como incentivar la cooperación entre todos ellos.

Además, la marca incorpora una estrategia de aprovechamiento de los años de alta producción para garantizar un suministro estable y de calidad a los consumidores y micoturistas en campañas desfavorables, como la actual marcada por la escasez de precipitaciones.

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