La Escuela de Hostelería de Teruel renueva su aula de cocina con una inversión de 40.000 euros

El Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) Escuela de Hostelería de Teruel tiene ya todo listo para el inicio del nuevo curso en el que su alumnado estrenará su nueva cocina, un equipamiento en el que se han invertido 40.000 euros y que mejora la calidad de la formación, así como la seguridad y la eficiencia energética. Asimismo, la labor de promoción desarrollada el curso pasado ha dado sus frutos y se espera superar en un 20 % los matriculados del año anterior y reactivar ciclos que se habían tenido que dejar de impartir por falta de estudiantes.

La renovación de equipos corresponde al aula de cocina 1, la que se denomina cocina de carta, y se han cambiado los bloques de cocción (vertical y horizontal, es decir, fogones y hornos), la mesa caliente y la iluminación.

“El esfuerzo ha sido muy importante pero era muy necesario ya que hemos cambiado unas cocinas que estaban obsoletas, que la mitad de los fogones no funcionaban y algunos equipos ya no se empleaban. Hemos intentado meter una maquinaria un poquito más acorde a las necesidades de un aula funcional de cocina que además nos ha generado más espacio entorno a la cocina para que el alumnado pueda moverse con menos apuros”, explicó el director de la Escuela de Hostelería, Luis Berzosa.

Esta mejora se suma a las que ya se realizaron el curso pasado, cuando se instalaron sistemas antiincendios automatizados, así como la cesión por parte de una de las marcas más importantes del sector de la hostelería de dos equipos de cocción de los más modernos del mercado. Berzosa señaló que durante este curso se quiere actuar en el aula de panadería y repostería porque los equipos están desfasados.

Mejores equipos

Además de proporcionar a los estudiantes los mejores equipos para su aprendizaje, la actualización da respuesta también a la necesidad de mejorar la eficiencia energética de este centro educativo y al cumplimiento de las normativas de seguridad.

“Ponemos a disposición del alumnado estas herramientas para que pueda aprender más y mejor”, resaltó el director de la Escuela de Hostelería de Teruel que indicó que el nuevo módulo del aula de cocina será utilizado por los estudiantes en sus clases prácticas y, además, se harán formaciones específicas para que  puedan conocer todas sus prestaciones.

Berzosa resaltó la importancia de disponer de este equipamiento porque cuando los alumnos vayan a hacer prácticas o a trabajar encontrarán este tipo de cocinas y tienen que saber emplearlas.

Otra de las propuestas que el equipo directivo tiene previsto impulsar a medio plazo es el aula de I+D+i que se quiere dotar poco a poco para poder trabajar con el sector empresarial, tanto hostelero como agroalimentario en el desarrollo de nuevos productos.

Crecimiento en la matrícula

El director de la Escuela de Hostelería se mostró muy optimista en relación a la matrícula que aún no se ha cerrado para este curso que comenzará el 13 de septiembre y que confía en que aumente entre un 20 y un 25 % respecto a los dos cursos anteriores en los que se produjo un descenso importante de alumnado. Luis Berzosa resaltó que se había realizado una importante labor de promoción de la oferta formativa que parece que está dando sus frutos y confío en llegar a los 125 o incluso 130 estudiantes.

Uno de los aspectos más positivos para el responsable de este centro educativo es que se va a poder retomar el ciclo formativo de grado superior de Dirección de Restaurante para el que el año pasado no hubo alumnos de primero. También hay estudiantes suficientes para el grado superior de Guía, Información y Asistencias Turísticas.

Asimismo, este CPIFP también confía en aumentar la actividad formativa no reglada, ya que han solicitado más cursos para el empleo en colaboración con el Instituto Aragonés de Empleo, donde se quiere hacer especial incidencia en la formación continua de los empleados del sector y que podría llegar a unas 70 personas.