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La Fundación Oxígeno reivindica el valor de los murciélagos para mantener los ecosistemas La Fundación Oxígeno reivindica el valor de los murciélagos para mantener los ecosistemas
Un grupo de voluntarios ambientales atiende a las explicaciones del técnico de la Fundación Oxígeno sobre las especies animales de la ribera del Turia

La Fundación Oxígeno reivindica el valor de los murciélagos para mantener los ecosistemas

Los voluntarios ambientales aprenden a construir refugios en una jornada en la ribera del Turia
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La Fundación Oxígeno, con la colaboración de Ibercaja, regresó este domingo a la ribera del Turia en Teruel para sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de mantener unos hábitos de consumo responsables para reducir su impacto en el medio ambiente. En esta ocasión, quisieron además erradicar falsas creencias sobre los murciélagos porque, lejos de ser los responsables de la trasmisión de enfermedades infecciosas como la rabia o el coronavirus, son sumamente importantes para la salud de los ecosistemas, como el control de plagas y la polinización.

Después de la jornada realizada en octubre, Fundación Oxígeno volvió a presentarse en Teruel en una jornada en la que participaron 30 personas para recoger residuos en la ribera, conocer la biodiversidad de su entorno y construir refugios para los murciélagos.

El técnico de la Fundación Juan José Asensio explicó que, a través de la campaña Microplásticos, microbasuras, tratan de concienciar a la ciudadanía sobre los problemas que genera la excesiva utilización de este material, que en muchas ocasiones termina en las aguas de los ríos y del mar. Por eso, dieron a los participantes algunas nociones para reducir su uso y reciclarlo de forma correcta.

Identificar especies

Por otro lado, los participantes dieron un paseo por el río Turia y atendieron las explicaciones sobre los animales que la habitan para poder identificar especies como el vencejo, el carbonero común o el ruiseñor. Del mismo modo, aprendieron a reconocer plantas y árboles, como el sauce o el majuelo, conocido también como manzana de pastor.

Las personas que participaron en la jornada coincidieron en señalar que la ciudad de Teruel ha vivido mucho tiempo de espaldas al río, al que “afortunadamente’ ahora se presta más atención como lugar de recreo y de práctica deportiva. Además, colaboraron en la elaboración de refugios para murciélagos con cajas de madera que después pudieron llevarse para instalar en sus jardines o huertos.

Asensio trató de desmontar la mala fama de estos mamíferos, de los que hay 34 especies en España, algunas de ellas en vías de extinción por su alta sensibilidad a los plaguicidas químicos, fundamentalmente.

Chupar la sangre

“Ninguno de ellos muerde o chupa la sangre. Por el contrario, son muy beneficiosos porque comen insectos, así que contribuyen a eliminar plagas”, indicó. De hecho, estos animales se están utilizando como antiplaguicidas en el Delta del Ebro, dijo.

El técnico insistió en la necesidad de conocerlos y respetarlos y aclaró que, en el caso de habilitarles un refugio, permanecerán escondidos durante todo el día porque son animales nocturnos.

Los voluntarios y voluntarias ambientales se llevaron una botella reutilizable de aluminio, una lámina para identificar aves, una chapa y un diploma por su contribución al mantenimiento de las riberas y su biodiversidad.

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