Lluvia de pétalos en la plaza del Torico en una calurosa mañana para celebrar el Corpus Christi

Una lluvia de pétalos de colores recibió este domingo a la peana y la Custodia Mayor de la Catedral de Teruel, pasada la una de la tarde en la plaza del Torico. Los lanzaron más de 70 niños y niñas que han realizado la primera comunión durante este año en las diferentes parroquias de la capital turolense y que este domingo participaron en la procesión del Corpus Christi. El intenso calor más propio de una verano ya avanzado, con 30 grados a la hora del vermú, no impidió que los comulgantes con sus vestidos blancos y sus trajes y uniformes disfrutaran del recorrido, tras la misa que se celebró en una catedral abarrotada.
 

Fuera, la peana en la que están representados los cuatro evangelistas con sus figuras simbólicas -el ángel, el león, el toro y el águila- estaba dispuesta para iniciar la procesión. Esta peana que durante el año se guarda y expone en una capilla de la catedral junto a la de la Virgen de los Desamparados, se prepara para este acto por un grupo de voluntarios, como Paco Gómez y Manuel Bea, que desde hace 22 años conduce la peana durante el recorrido desde su interior. Una cámara permite ver desde dentro por dónde va circulando y los compañeros desde fuera le van guiando cuando tiene que girar. En tiempos, este sistema funcionaba impulsado a pedales pero ahora es con un motor y gas butano. Se trata de una peana de unos 2.000 kilos de madera bañada en oro y plata.

Su mecanismo interior permitió que la Custodia Mayor, una preciosa obra de orfebrería del siglo XVIII, llegue hasta la plaza del Torico. Allí, el obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, sacó la sagrada forma para bendecir a los presentes. José Antonio Satué tomó la palabra y en estos tiempos revueltos animó a “mirar con otros ojos” y afrontar el futuro con esperanza. “El amor es lo que nos hace mantener la esperanza”, aseguró.

Satué recordó a los que más sufren y a los que dedican su tiempo a ellos e invitó a los niños y niñas protagonistas de esta jornada a “querer mucho a Jesús”.

Después de los aplausos, se retomó la procesión y si había llegado a la plaza del Torico pasando por la calle Santa Emerenciana, por la plaza de la Marquesa, por la calle Rubio y el Tozal, de vuelta lo hacía por la calle Yagüe de Salas y la plaza de la Catedral.

Entre los asistentes, numeroso público, entre los que se encontraban familiares y amigos de los niños y niñas comulgantes, turolenses que habían llegado pronto para coger sitio a la sombra y turistas que se encontraron con la procesión y se quedaron a verla.

Los niños estuvieron acompañados por las catequistas, que durante dos cursos han estado formándoles para tomar la primera comunión. En la procesión también estaban los sacerdotes de las parroquias turolenses y los representantes de las cofradías y hermandades de la Semana Santa de Teruel, así como las autoridades locales y provinciales, además de los responsables de Cáritas Diocesana, encargados de llevar el palio.

Himno Nacional de España

La banda de música Santa Cecilia de Teruel acompañó con sus interpretaciones el recorrido de la procesión que se inició y finalizó con el Himno Nacional de España, una tradición que se repite año tras año.

Al finalizar, el obispo agradeció a los niños y niñas su participación en la celebración. Entre las niñas que participó en la procesión se encontraba Edurne, de 8 años. “Me lo he pasado bien”, aseguró. Comulgó el pasado 24 de mayo en la parroquia de San José y este domingo se pudo encontrar con sus amigas de catequesis y participar con ellas en la procesión. Un momento que no olvidará y que recordará con las fotos que se hizo con su familia en la puerta de la catedral.