La Audiencia de Teruel impone una multa de 1.920 euros a un sexagenario por posesión de archivos pedófilos

La Audiencia Provincial de Teruel condenó este martes a un sexagenario a una multa de 1.920 euros por un delito de corrupción de menores, al almacenar en varios dispositivos electrónicos de su propiedad más de 5.000 archivos, entre fotografías y películas, de contenido pedófilo. Se libró de ir a prisión porque la Fiscalía admitió la duda razonable de que no tenía intención de compartirlos y llegó a un acuerdo con la defensa.

Inicialmente el ministerio público había pedido una pena de prisión de 7 años para el acusado, un hombre de 66 años de un municipio del Bajo Aragón cuyo nombre responde a las iniciales M. M. L.

Compartir archivos pedófilos entraña penas de prisión a partir de los 5 años, y en el caso juzgado el volumen era de tal cantidad que la petición inicial de la Fiscalía ascendía a 7 años. Este tipo de pena se aplica cuando se comparten archivos pedófilos. El acusado se los había bajado por la aplicación Emule y al tenerlos en su ordenador podían seguir siendo descargados por otros.

Finalmente la acusación pública y la defensa llegaron a una conformidad ante lo manifestado por el acusado de que su intención no era compartirlos, sino que se los descargaba y quedaban en su ordenador. El fiscal reconoció que había apreciado esa “duda razonable” de que no tuviera intención de compartir las fotos y películas.

La acusación admitió que no parecía esa la intención, sino solo tenerlos para su uso, puesto que en algunas fotografías había pegado su cara en los rostros de las escenas pornográficas que había descargado. En cualquier caso, se descartó que los hubiese descargado por error dado su elevado número y que hubiese cambiado el nombre para intentar ocultarlos en su ordenador.

Corrupción de menores

El acusado reconoció los hechos y aceptó la pena de multa por un delito de corrupción de menores del artículo 189.5, por posesión de material pedófilo. La pena impuesta fue de 8 meses de multa a razón de una cuota diaria de 8 euros. Ambas partes manifestaron que no recurrirían, por lo que la Audiencia Provincial dictó la sentencia condenatoria in voce.

Según explicó la Fiscalía, en total se le intervinieron en diferentes aparatos electrónicos más de 5.000 archivos pedófilos, algunos depositados en la papelera.

La detección de esos archivos se produjo por las labores de investigación desarrolladas por la Policía Nacional de Zaragoza, que tuvo conocimiento de su existencia a través del organismo internacional que rastrea los contenidos pedófilos en los ordenadores personales. En cooperación con otros cuerpos de seguridad se detectó la descarga en 31 días, entre febrero y marzo de 2022, de 300 archivos monitorizados y compartidos a través de Emule.

Los archivos, vídeos y fotografías, mostraban escenas pornográficas con menores de diferentes edades. Entre ellas había 25 imágenes con montajes de la cara del acusado y niñas menores de edad sobre cuerpos desnudos manteniendo relaciones sexuales. Dentro de la voluminosa cantidad de archivos pedófilos había también varias decenas de documentos de contenido pornográfico en los que aparecían niñas y niños con edades muy pequeñas, incluso de 2 y 3 años, que eran víctima de penetraciones y felaciones a adultos.