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Un total de 27 bienes patrimoniales turolenses piden a gritos una restauración Un total de 27 bienes patrimoniales turolenses piden a gritos una restauración
Estado del Convento de San Miguel Arcángel de Ladruñán. Hispania Nostra

Un total de 27 bienes patrimoniales turolenses piden a gritos una restauración

Hispania Nostra incluye en su Lista Roja varios inmuebles de la provincia en riesgo de desaparición
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Carla Herrero

La provincia de Teruel cuenta con numerosos elementos arquitectónicos en riesgo de desaparición que necesitan una restauración urgente. Hispania Nostra -una asociación sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública que trabaja desde 1976 en la defensa, promoción y puesta en valor del patrimonio cultural y natural, al que considera como vector de desarrollo social y económico- ha identificado 27 monumentos turolenses en peligro que ha incluido en su Lista Roja.

El abandono que presenta La Mina de Santa Bárbara de La Cañada de Verich 


La web de Hispania Nostra contiene una pestaña llamada Lista Roja que recoge los bienes patrimoniales de diferentes puntos geográficos de España necesitan con urgencia una restauración para evitar que desaparezcan. Otra pestaña muestra la Lista Verde, la cual muestra aquellos que ya han sido restaurados y han dejado de estar en riesgo. También hay una Lista Negra, con inmuebles que han desaparecido por su estado de ruina.

El Peirón de San Miguel de Huesa del Común, restaurado en 2017


El objetivo de esta organización es promover la participación social en las actividades de protección conservación, difusión y disfrute por los ciudadanos de su herencia cultural y natural.

Teruel cuenta con 27 monumentos en la Lista Roja, tres en la Lista Verde y ninguno en la Lista Negra. Las otras provincias de Aragón tienen incluso un mayor número de bienes a falta de restaurar, pero también cuentan con más elementos ya reparados.

Huesca tiene 49 instalaciones en la Lista Roja y diez que ya han sido salvados y han pasado a la verde.

Mientras, en Zaragoza hay 71 monumentos que siguen en riesgo y diez que han sido restaurados.

En total, Aragón cuenta con 147 elementos arquitectónicos en la Lista Roja.

Teruel es la provincia en la que menos de ellos se han restaurado y algunos de los municipios achacan esta situación a la escasa inversión y planificación institucional, así como al menor número de proyectos presentados y de recursos disponibles.

Últimas incorporaciones

A lo largo de este 2025, Hispania Nostra ha incorporado a su lista roja por su deterioro siete elementos patrimoniales de la provincia. Uno de ellos es El Molino Viejo de La Fresneda, cuyo estado es crítico, con riesgo de colapso en techo y subsuelo, la balsa superior a punto de derrumbarse y las inscripciones de la entrada gravemente deterioradas. Asimismo, la ermita de Santa Bárbara de Monroyo, en la que solo la portada se mantiene en buen estado; el resto muestra derrumbes, muros aislados, desprendimientos, estucado deteriorado y maleza que oculta el suelo.

En Valderrobres hay dos monumentos que han pasado a la Lista Roja este año: la ermita de la Magdalena, cuya cueva sufre vandalismo constante, ha perdido casi todos los sillares de la puerta por desplomes, carece de techos y su fachada está muy deteriorada; y la masía Mas de Sant Miquel d’Espinalvà: su estado es pésimo, aunque se han hecho intentos de conservación, la mayor parte es insegura, el tejado se hundió en 1988 y el coro, aún en pie, está al borde del derrumbe.

Por otro lado, en Castelserás están en riesgo el Molino de La Carrasca, en el que casi todos los techos y paredes se han derrumbado, la vegetación oculta las estructuras y las balsas están colmatadas, aunque no ha sufrido vandalismo; y El Palomar de los Ruiz, que está muy deteriorado debido a la falta de tejado y a una grieta que amenaza la estructura.

Finalmente, este año Hispania Nostra ha puesto el foco en el estado de La Casa Grande de Fuentes Claras. Aunque el Ayuntamiento compró la mitad y unos terrenos adyacentes para repararla, no ha podido adquirir la otra mitad por la oposición de los herederos, lo que limita su reconstrucción.

Desde 2024, la Lista Roja incluye la Antigua Tejería de Belmonte de San José, que presenta el horno muy deteriorado debido a que perdió el borde superior, el ladrillo interno se deshace y la maleza cubre la entrada; y la Torre fortaleza de La Hoz de la Vieja, que tiene un deterioro importante en las almenas y la parte superior de la fortaleza.

Otros monumentos turolenses dañados llevan incluidos en la Lista Roja desde 2023, como el Convento de San Miguel Arcángel de Ladruñán, con la iglesia en ruina avanzada y con solo restos de muros que sugieren un templo monumental de mampostería; o la iglesia de Santiago el Mayor de Montalbán, cuya cubierta y exteriores fueron restaurados a finales del siglo XX. Sin embargo, el interior y las cerámicas exteriores presentan deterioros crecientes y desprendimientos por falta de mantenimiento.

También se incorporaron en 2023 el órgano musical de Cabra de Mora, que presenta la tubería metálica a un 50% y está deteriorado, en desuso y afectado por carcoma; la mina Santa Bárbara de La Cañada de Verich, con una serrería que se ha derrumbado y las oficinas y vestuarios sin parte del tejado; y la ermita de San Miguel de Alcañiz, que cuenta con argamasa que se aplicó para frenar el deterioro, pero está sin tejado y presenta grietas y erosión. En esta misma localidad, un año antes se había incorporado a la Lista Roja el Torreón de la Redehuerta, que está muy dañado y solo conserva dos muros amenazados por profundas grietas.

Otra decena de elementos arquitectónicos en deterioro se incluyeron en la Lista Roja entre 2020 y el 2022, como la Venta de los Frailes de Castelnou, en estado “ruinoso y expoliado”; el santuario de la Virgen de la Gracia de La Fresneda, del que solo quedan paredes y suelos, la hospedería cubierta de escombros y vegetación y la iglesia sin imaginería ni retablo y con una grieta grave en su fachada. Asimismo, la ermita de San Bartolomé de Villalba de los Morales (en Caminreal) está al borde de la ruina: parte del monumento desapareció y en el interior hay ruinas y vegetación. El convento de las concepcionistas franciscanas de Cuevas de Cañart presenta estado de abandono y en la actualidad se utiliza como establo. El Castillo del Cid de Fortanete está en estado de ruina y a ello se suma ahora la amenaza de la construcción de los parques eólicos en el Maestrazgo.

El convento de Nuestra Señora de los Ángeles de Híjar presenta una iglesia que se mantiene, pero sus recios muros se encuentran en estado de ruina. El castillo de los Ares de Pozondón también se encuentra en ruinas y solo sobrevive una de las torres.

La ermita de San Gregorio Magno de Aguaviva también está en riesgo debido a que el tejado y las vigas se sustituyeron y dañaron el dintel, el pórtico y las fachadas, el interior está cubierto de basura, escombros y maleza.

La Torre del Penal de Valderrobres se encuentra en ruinas, con solo dos arcos apuntados y dos vanos; al igual que la Fábrica Bonica, también en este municipio, y que solo conserva las paredes principales, algunos arcos, piletas y la anexa capilla de Santa Bárbara, cuyo interior está lleno de escombros y vegetación.

Los últimos elementos arquitectónicos turolenses de la Lista Roja de Hispania Nostra son los dos primeros que se incluyeron en la plataforma, en 2007 y 2008. Se trata de las masías fortificadas del Maestrazgo, un conjunto en estado de progresiva ruina, y el convento del Desierto de Calanda, que se encuentran en estado de abandono y ruina inminente.

El santuario de la Virgen de la Gracia, un BIC del siglo XVI que resiste a duras penas

El santuario y convento de la Virgen de la Gracia en La Fresneda surgió tras la aparición de una imagen de la Virgen a una pastorcilla en el monte Mangranera. Se construyó una ermita, cedida en 1580 a los Mínimos de San Francisco de Paula. En 1595 los frailes fundaron un convento en la villa y en 1795 regresaron al lugar original para edificar una gran iglesia que integraba la capilla original.


Declarado Bien de Interés Cultural en 2001, el santuario presenta un estado muy deteriorado, techos derrumbados, pérdida de retablo e imaginería, vegetación en el interior y grietas que amenazan su fachada.

Jose Ramón Gimeno, alcalde de La Fresneda, afirmó: “El santuario está en ruinas. Poco a poco vamos intentando restaurarlo para que el deterioro no vaya a más. Le tiramos cemento por la parte de arriba de las paredes para que no se desgrane, se ha limpiado toda la zona de lo que es el santuario y obtuvimos una subvención de en torno de 40.000 o 50.000 euros del gobierno de Aragón”.

El conjunto arquitectónico, hoy en ruinas, incluye hospedería, iglesia, edificios porticados, aljibe y pozo, todos adaptados a la cavidad de la aparición. Conserva muros y porticados del siglo XVI, con basamento de sillería y alzados de mampostería revocados con yeso, así como arcos de medio punto. La hospedería, de cuatro plantas en su fachada sur, posee portada de arco de medio punto; en su interior, cubierto de escombros, se distinguen restos de celdas y pintura bicolor.

Aunque el estado de este sea ruinoso, no corre ningún riesgo para el pueblo. Gimeno explicó que se encuentra a cinco kilómetros del pueblo en un valle y está señalizado para que la gente pueda visitarlo. “Las zonas más conflictivas están valladas y hay señales que alertan de que hay que tener cuidado. Además, la gente del pueblo, una vez al año, solemos hacer una romería ahí para ofrecer un día de convivencia”, detalló.

El alcalde destacó: “Es un patrimonio que los del pueblo sentimos como nuestro. El objetivo es ir poco a poco restaurándolo para que el deterioro no vaya a más”.

El convento de Servitas del siglo XVIII está restaurado desde el año 2023

El Convento de Servitas de Cuevas de Cañart entró en la lista roja de Hispania Nostra el 2 de diciembre de 2007 y pasó a la lista verde el 31 de marzo de 2023 tras una rehabilitación parcial.


Rafaela Liébana, alcaldesa de Cuevas de Cañart, explicó que “el convento estaba en ruinas, se restauró solo el claustro y un arco de la parte derecha de la iglesia. Aun así, la iglesia está cerrada y no se puede entrar por peligro de derrumbe”.

El convento fue construido en el siglo XVIII, en la Edad Moderna, en estilo barroco. En 1727, los monjes servitas de la cueva de San Miguel, en Ladruñán, se trasladaron a este edificio. Tras la desamortización de Mendizábal, entró en declive y fue destruido en las Guerras Carlistas.

La restauración del convento comenzó en marzo de 2023. El proceso de rehabilitación se realizó en diferentes etapas.

Primero se llevó a cabo la consolidación de los restos del monumento, luego realizaron una intervención centrada en la restauración del muro de mampostería que contiene un arco de medio punto. Consolidaron un tramo de arcada de un claustro y quedó integrada en el edificio del museo que puso en marcha el ayuntamiento para explicar la historia de los monjes servitas en este lugar del Maestrazgo.

Así, las ruinas pasaron a ser una infraestructura estable para poder ponerla en uso. La obra consistió en rehacer el claustro y la llevó a cabo la Fundación Santa María de Albarracín y la empresa de construcción Lecha.

La parte más dañada era la iglesia por el mal estado de las columnas, y por eso todavía se encuentra en desuso.

La alcaldesa afirmó que se trata de un monumento muy importante y emblemático para el pueblo. “Yo diría que es el más importante para nosotros”, concluyó Rafaela Liébana.

Hoy, el convento restaurado no solo representa un testimonio del pasado barroco, sino también un símbolo de la perseverancia de su comunidad por preservar su patrimonio. Aunque la iglesia sigue cerrada, las partes consolidadas permiten que visitantes conozcan la historia de los monjes servitas.

 

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