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Andorra sigue a la espera de la Transición Justa cinco años después del cierre de la térmica Andorra sigue a la espera de la Transición Justa cinco años después del cierre de la térmica
Los parques fotovoltaicos Sedéis y Mudéjar (derecha) contrastan con la explanada en la que se ha convertido la antigua central térmica (izquierda). Endesa

Andorra sigue a la espera de la Transición Justa cinco años después del cierre de la térmica

El Nudo Mudéjar de Endesa y la hidrogenera de CIP aún no tienen las autorizaciones medioambientales
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El 30 de junio de 2020, la Central Térmica Teruel ubicada en Andorra, propiedad de Endesa, ponía fin a más de cuatro décadas de generación eléctrica con carbón, dejando un impacto sobre el empleo de 532 trabajadores en combinación con los cierres de las últimas minas de carbón año y medio antes en Ariño, Estercuel y Foz Calanda. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que firmó un Convenio de Transición Justa (CTJ) con el Gobierno de Aragón en 2022, se muestra convencido de que el conglomerado de parques renovables de Endesa y su plan de acompañamiento socioeconómico para el acceso a red en el Nudo Mudéjar, así como el Proyecto Catalina de hidrógeno renovable que promueve Copenhaguen Infrastructure Partners (CIP), serán capaces por sí mismos de generar casi un millar de empleos estables al final de la década. Se une la “lluvia fina” de subvenciones para proyectos empresariales que están regando iniciativas prometedoras como Molins en La Puebla de Híjar o JV20 Forest en Andorra. Sin embargo, cansado de promesas y molesto porque la tramitación administrativa de las alternativas al carbón no lleva el ritmo vertiginoso con que se materializó la clausura de la planta, el territorio sigue escéptico y se pregunta si la mano de obra cualificada que ha tenido que marcharse se subirá al carro de la Transición Justa cuando esta se materialice en la zona.

“Estamos peor que en 2020”

“Estamos peor que en 2020. Hay menos empleo, no hay industria y de todo lo que se está prometiendo no vemos que esté llegando absolutamente nada”, manifestó el secretario general de UGT en Teruel, Alejo Galve. El sindicalista sí concedió que, con las ayudas del viejo plan Miner y los nuevos fondos europeos “se está ayudando a empresas que ya están a que crezcan un poco”, pero se preguntó “quién se va a quedar en Andorra cuando lleguen los permisos” para construir Catalina y el Nudo Mudéjar: “Hablaremos de otra comarca despoblada”, vaticinó.

En este lustro “Endesa ha conectado dos parques con siete trabajadores”, destacó Galve, que también está en la plantilla de la eléctrica, mientras que los trabajadores de la compañía que no se acogieron a salidas pactadas se han visto abocados a emigrar y los operarios de las contratas “están buscándose la vida por donde pueden”.

“Una reconversión industrial, o está planificada desde el Estado o es una anarquía de subvenciones a fondo perdido”, dijo el secretario general de CCOO en Andorra, Ignacio Arasanz, quien echa de menos “una fábrica de componentes” para alimentar los parques renovables que se están instalando en el territorio. “El gran beneficio industrial” de la venta de energía “no se va a quedar aquí”, alertó. “El motor económico es la industria y eso mueve todo a su alrededor”, manifestó Arasanz, quien ansía oportunidades de trabajo cualificadas que retengan población.

El Miteco defiende su ruta

“Las actuaciones desplegadas por el Miteco avanzan a buen ritmo y lo han hecho así desde el principio. Me gustaría destacar la enorme innovación del tejido productivo de la zona, que está sabiendo aprovechar el apoyo y las oportunidades que brinda el Instituto para la Transición Justa (ITJ) mejor que otras zonas”, dijo Judith Carreras, la directora del organismo dependiente de un ministerio que, junto al anterior Ejecutivo autonómico, se comprometieron a inyectar 204 millones de euros en los 34 municipios del CTJ para duplicar los puestos de trabajo perdidos.

De ellos, 92 millones llegaron procedentes del Fondo de Transición Justa de la Unión Europea que gestiona directamente Aragón, que además aporta 12 millones de cofinanciación. Hasta abril, se han lanzado dos convocatorias de ayudas, una con cuatro líneas dirigida a pymes (21,4 millones) y la segunda convocatoria dirigida a grandes empresas (9,7 millones). El 35% de los fondos ya están convocados.

Estos 104 millones se suman a los 100 millones aportados por el Gobierno de España con diferentes instrumentos de financiación de proyectos empresariales y de infraestructuras públicas. El 90% ya está asignado.

Además de los planes sociales para los trabajadores del sector del carbón (37 millones) y los programas de restauración (20 millones) de las últimas tres minas, el ITJ ha concedido 23,5 millones de euros para 74 proyectos generadores de empleo que podrían generar hasta 459 empleos. No todos prosperarán.

Entre ellos, destacan inversiones como la de Politer Reciclaje (41 empleos en Montalbán), la planta de fertilizantes Forgasa del Grupo Samca (30 empleos en Ariño), la renovación de las líneas de fabricación de piezas de hormigón de Molins (60 empleos en La Puebla de Híjar) y el aserradero y fábrica de paneles de madera para construcción de JV20 Forest en Andorra (supera ya los 45 empleos).

Además, el ITJ ha inyectado 20 millones de euros para 40 proyectos de infraestructuras, algunos generadores de empleo como el centro de I+D+i de Calanda o el balneario de Ariño.

Nudo Mudéjar y Catalina

Se trata de una “lluvia fina” de ayudas “hasta que llegue el grueso, que llegará”, en forma del plan de acompañamiento de Endesa para el Nudo Mudéjar y el Proyecto Catalina, afirmó el subdelegado del Gobierno en Teruel, Enrique Gómez, quien pidió un poco más de paciencia hasta ver las declaraciones de impacto ambiental (DIA).

De momento, avanzó, “no han salido sorpresas en la evaluación ambiental” del proyecto de Endesa, que con una inversión de 1.800 millones de euros instalará 1.843 megavatios (MW) con los que generará energía limpia gracias a siete instalaciones renovables hibridadas (eólicas-fotovoltaicas), dos almacenamientos con baterías, una hidrogenera y un compensador síncrono. Este desarrollo renovable va acompañado de un plan socioeconómico. Con todo, 500 puestos de trabajo estables al final de la década, según la eléctrica.

Gómez se mostró reacio a anunciar una fecha concreta para la DIA. Sí la propuso Endesa, que espera que esté antes de octubre. “La agilidad en los tiempos de tramitación del proyecto energético por parte de la Administración, tanto central como autonómica, es una de las claves fundamentales para facilitar un rápido desarrollo del plan de acompañamiento y de la creación de empleo asociada al mismo”, indicaron fuentes de la eléctrica. Recordaron que entre 2023 y 2025 han conectado a red 117 MW (los parques fotovoltaicos Sedeis y Mudéjar) con una inversión de 80 millones, con 300 empleos generados durante la fase de construcción que se sumaron a los 250 del desmantelamiento, afirmaron. Tras la DIA, llegarán las tramitaciones de la autorización administrativa previa, de construcción y las licencias de obras.

“Las evaluaciones ambientales están en sus últimas fases, de modo que confío en que pronto tendrán luz verde”, indicó la directora del ITJ, que el pasado 12 de junio en Andorra calificó 2025 como año “de inflexión” para el desarrollo del Nudo. Aseguró que el proceso será “garantista” y “lleva los tiempos” habituales. En paralelo, “hemos instado a la empresa en repetidas ocasiones que empiece a desplegar todo el proceso de acompañamiento que va aparejado al Nudo Mudéjar porque los tiempos son los que son” y en 2028 tiene que estar en funcionamiento toda la actividad comprometida.

Catalina irrumpe con fuerza

En cuanto al Proyecto Catalina para la generación de 500 MW de hidrógeno verde en Andorra, promovido por CIP y Enagás, la tramitación va algo más lenta que en el caso de Endesa. El fondo danés invertirá 2.200 millones de euros entre la planta de electrólisis de Andorra (900 millones, con creación de 400 empleos directos) y el entramado de plantas renovables para suministrar 1.100 MW de potencia instalada en circuito cerrado, es decir, sin conexión a Red Eléctrica como hace Endesa. También incorpora un hidroducto hacia Caspe, para conectar con la red troncal que suministre al Mediterráneo.

“El Nudo va a ser un revulsivo importante y con Catalina está habiendo mucho interés y solicitudes de empresas que usarán hidrógeno para beneficiarse de esas economías de escala. Las perspectivas son optimistas para que Andorra recupere toda la energía”, concluyó Gómez.

El Miteco ha destinado 245 millones de ayuda al Proyecto Catalina –por otros 230 el Banco Europeo del Hidrógeno–, dentro de la primera convocatoria para incentivar clústeres y valles del  hidrógeno  verde  en  el  marco  del  Plan  de  Recuperación,  Transformación  y  Resiliencia (PRTR). Además, en la convocatoria del programa de incentivos a proyectos singulares de instalaciones de biogás financiados por el PRTR del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) se benefició un proyecto de Fertinagro en Escucha. En otra línea, para almacenamiento energético hibridado del IDAE, Comiolica SLU fue beneficiaria de 7,6 millones. Y también ha sido agraciado con 53 millones –del IPCEI Hy2Use, de Interés Común Europeo– el proyecto Ver-Armonia, de Fertinagro y Térvalis, de generación de hidrógeno para fertilizantes y compuestos químicos que creará 40 empleos, en principio en Andorra.

Con todo, el Miteco asegura que ha concedido más de 402 millones de euros en ayudas a territorios afectados por la transición energética en Aragón, apoyando de manera directa a 101 proyectos de restauración, empresariales, energéticos y municipales, cuya puesta en  marcha se estima que podría  movilizar 790 millones de euros y crear más de 1.158   empleos. 

“No es lo que teníamos”

Alrededor de 65 empleos aportan, cinco años después del cierre de la central térmica de Andorra, los proyectos empresariales de JV20 Forest, la planta de hidróxido de hierro con aplicaciones para biogás de la firma Making Best Colours y la cantera de caliza de Endesa que se quedó Mariano López Navarro en la localidad. “No es lo que teníamos” en el momento del cierre térmico “ni lo que se nos prometió”, reconoció el alcalde de Andorra, Rafael Guía, en respuesta a un vecino que le requirió por la situación de la reconversión en la sesión plenaria del pasado martes.

“Aquí lo fiamos todo a una adjudicación de un Nudo Mudéjar y un plan de acompañamiento que tendría que estar por lo menos iniciado, sobre todo en el tema industrial que es el que genera empleo”, dijo Guía, pues “las placas mucho empleo no generan”, reconoció. Diferentes empresas, como Endesa o Forestalia, han instalado del orden de 300 MW en los últimos años.

Guía se mostró “prudente” y le tiene fe al proyecto Catalina, con un PIGA (Plan de Interés General de Aragón) provisional y pendiente también de las DIAs que han de remitir el Miteco y el Gobierno de Aragón. “El ministerio tiene que correr más, tendría que dar prioridad a los territorios en transición y presionar más a Endesa, que tiene un compromiso histórico con la zona porque ha sacado mucho beneficio”.

Según el Instituto Nacional de Estadística, desde el cierre de la térmica Andorra ha perdido unos 200 habitantes, mil en la última década. Ahora son 7.260 vecinos, aunque todos saben que muchos empadronados que dormían en la localidad ya no lo hacen porque han tenido que salir en busca de nuevas oportunidades. En Ariño “nos está costando mantener los 600 habitantes –eran 900 cuando los polacos trabajaban en las minas de carbón–”, dijo el alcalde, Carlos Ros, pues aunque “hay creación de empleo no tenemos gente que lo cubra porque no hay vivienda”. Otro de los problemas acuciantes a los que se enfrenta el territorio.

Ros valoró el compromiso de Samca, que montó Forgasa y derivó mineros al sector de la arcilla –el grupo empresarial asegura que aguanta 350 empleos directos y otros tantos indirectos en el Bajo Aragón– y también está el balneario, que pasará de 54 a 80 empleos con la ampliación. Ilusiona Thermowaste, que ha desarrollado una tecnología que quiere vender al mundo de reciclaje integral y valorización de los materiales recuperados de la basura doméstica. En una primera fase generará 15 empleos y podría llegar a los 80.

Roberto Miguel: “Catalina es la alternativa que cubrirá el hueco que dejó la térmica”

“Si el Proyecto Catalina se materializa, será la nueva central térmica de la zona”. Así lo asegura el presidente de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Roberto Miguel, esperanzado por “recuperar la actividad económica y que venga talento joven” tras “un montón de promesas incumplidas”.

Miguel está convencido de que Copenhaguen Infrastructure Partners puede dar el sorpaso como principal motor económico en la zona: “El plan de acompañamiento es inexistente por parte de Enel en cuanto a generación de empleo”, criticó.

Según el último informe de seguimiento del Acuerdo por una Transición Energética Justa para Centrales Térmicas en Cierre, la eléctrica tiene un acuerdo con Apadrina un Olivo para crear 96 empleos, también con Atadi para viverismo e industria agroalimentaria (6 empleos), una planta de almacenamiento y procesado de astilla con Forestal del Maestrazgo (2), un Centro de interpretación de avifauna y micro reserva de flora (9), el BOP Fast Track (8), una fábrica de electrolizadores (15), apoyo económico al Balneario de Ariño (22) y Aromas de Teruel (20). Figuran también dos acuerdos con Politer y JV20, para 41 y 20 empleos, según este documento. Se espera también que Molins contrate personal para realizar los apoyos de los aerogeneradores en prefabricado de hormigón.

También hay programas de autoconsumo solar fotovoltaico en una decena de municipios que producirán ahorros para 4.200 beneficiarios, particulares y empresas, y formación en energías renovables.

Además, la Fundación del Patrimonio Ferroviario quiere poner en valor la línea férrea entre Samper de Calanda y la antigua central térmica de Andorra. La recuperación de los últimos 27,5 kilómetros que quedan en pie del trayecto Andorra-Escatrón será un revulsivo turístico y cultural que prevé la creación de 51 puestos de trabajo hasta el año 2029 y una cifra aún por determinar a partir de entonces, en función de las dimensiones que adquiera un proyecto que tendrá sinergias gastronómicas y con los rodajes cinematográficos.

Esta batería de medidas no termina de convencer a los empresarios, que prefieren depositar sus esperanzas “en la planta de hidrógeno verde con 400 empleos directos en operación” para ser “pioneros en este tipo de energía que usarán tanto la industria como los vehículos”.

“Si salimos nosotros con la planta más grande de Europa será fantástico: 35 años más de vida para la zona”, dijo Miguel, quien ansía “que venga talento joven y senior, tener un poder adquisitivo decente y que nuestros hijos tengan una oferta profesional de calidad”.

“Nada va a cubrir el hueco de la térmica salvo este proyecto”, aseveró Miguel, quien tiene ilusión “en que podamos recuperar todo lo que perdimos: éramos la localidad con la renta per cápita más alta de Aragón y ahora crecemos a peor ritmo que nuestros vecinos”.

“Poco ha acompañado”

“El plan de acompañamiento, poco ha acompañado. Estaba bien diseñado, pero no se ha cumplido con las expectativas y con las necesidades que el territorio requiere”, manifestó el presidente de CEOE Teruel, Juan Ciércoles, quien se mostró realista porque “no ha ido acompasado el derribo de la central con los proyectos de futuro” para la zona.

Tras la adjudicación del Nudo en noviembre de 2022, Ciércoles considera “vergonzoso” que a mediados de 2025 “nos estén hablando que posiblemente se retrase todo y las obras se pongan en marcha a principios de 2027; si todo va así, no me extraña que muchas empresas no inviertan en zonas como la nuestra”, zanjó.

Por otra parte, no han acabado de aterrizar proyectos anunciados cuando se presentó el Convenio de Transición Justa. Nada se sabe de la inversión de Oxaquim (370 millones para crear 380 empleos en 2028 en una planta de ácido oxálico); ni del proyecto de paletizado de biomasa de Forestalia en Andorra (60 empleos directos); ni de Raven SR, que iba a instalar una planta industrial de transformación de residuos de hidrógeno; ni de Refinasol Battmat, dispuesta a crear una refinería de cobalto para apoyar la fabricación de baterías de coches.

Ciércoles también piensa que “Catalina le daría estabilidad a la zona, sería una empresa que sustituiría” cualitativamente “la central térmica que se cerró y seguiríamos siendo una zona industrialmente importante para la provincia”. Pero pidió “que le den todas las facilidades porque si nos demoramos en el tiempo los proyectos se pueden caer”, advirtió.

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