Calaceite desvela una nueva placa por su reintegración en la AEMO

Calaceite escenificó este domingo su integración en la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) durante la Feria del Aceite y Mercado Navideño, con el descubrimiento de una placa en la plaza de la Excelentísima Diputación y una charla técnica en el Teatro Municipal por José Manuel Penco, presidente de la asociación. El acto hizo visible ante vecinos y productores una adhesión aprobada entre julio y agosto, que devuelve al municipio a una organización de la que fue socio fundador en 1996 y que hoy suma 159 entidades, incluidas doce diputaciones.

Reincorporación

La placa conmemorativa oficializa el regreso de Calaceite a una red nacional que agrupa a municipios históricamente vinculados al olivo y al aceite de oliva. El alcalde, Juan Miguel Monclús, recordó que el paso responde a una decisión meditada del equipo de gobierno para reforzar la posición del municipio en el mapa del olivar. “Calaceite fue un socio fundador de AEMO, y creemos, en la corporación municipal, que era una buena ocasión para volvernos a incluir, por la sencilla razón de que ellos nos ayudarán a obtener herramientas para poder tener un valor añadido al producto y a los olivos de la localidad, a la recolección tradicional y al olivo tradicional de Calaceite”, subrayó.

El director de AEMO, José Manuel Penco, trasladó el respaldo de la asociación y puso en valor la trayectoria de la localidad dentro de la red. “Solamente decir que estamos muy ilusionados con la incorporación de Calaceite y, en nombre de mi presidenta, que no ha podido venir hoy, pero que tiene muchas ganas de venir. Daros la bienvenida a lo que es vuestra casa, porque fuisteis socio fundador de nada más y nada menos. Y esperamos hacer muchas cosas juntos y que los territorios del olivo sean más fuertes, más importantes, con la incorporación de un sitio tan emblemático como Calaceite”, afirmó.

En declaraciones anteriores, Monclús enmarcó la adhesión en una estrategia municipal orientada al oleoturismo, a la agroalimentación de kilómetro cero y al acompañamiento de nuevas iniciativas empresariales. Recordó que en el municipio conviven cooperativas consolidadas con proyectos innovadores que trabajan el aceite y la aceituna de mesa desde una óptica de diferenciación y calidad. Algunos de los ejemplos son Mas de Castellans, la Cooperativa de Aceites del Matarraña, Biocalaceite, Aceitunas Calaceite, Alcober u Oleo Calaceite en un mismo relato de emprendimiento ligado al olivo, y defendió la necesidad de estrechar vínculos con la hostelería y el comercio para generar más oportunidades.

Charla técnica

La jornada continuó en el Teatro Municipal con la ponencia de José Manuel Penco sobre la calidad del aceite de oliva virgen extra y los retos del sector. Desde el inicio, el director de AEMO puso el foco en el peso del olivo en la comarca más allá de las cifras estrictas. “Por la importancia que se ve que aquí tiene el olivar, el aceite de olivo, la aceituna de mesa también. Te das cuenta de que no es la geografía la que marca que se tenga una producción más o menos, sino el sentimiento, la historia y todo lo que supone un cultivo que además no es normal, porque genera en las personas una identidad diferente”, expuso.

El director situó a AEMO dentro de RecoMed, la red euromediterránea de ciudades del aceite que agrupa asociaciones homólogas de trece países. Recordó que la finalidad fundacional de la entidad española es “defender el cultivo del olivo, la producción de aceite de oliva y la producción de aceituna de mesa desde los pueblos, desde la tierra” y puso de relieve la importancia de que territorios como Calaceite formen parte activa de estos foros. Según trasladó, la incorporación del municipio turolense llega en un momento en el que también se avanza hacia la adhesión de la Diputación de Teruel, lo que reforzaría aún más la presencia de la provincia en la red.

Penco fue desgranando la relación entre variedades y carácter de cada territorio, con referencias a la Empeltre en esta zona, la Arbequina en Cataluña o la Picual en Jaén. A partir de esos ejemplos, planteó una idea que definió como hipótesis personal. “Al final, los aceites de cada comarca se parecen a las personas de esa comarca. Ante las distintas variedades que tenían desde sus ancestros, eligieron aquellas que se adaptaban a su personalidad. Y si no es verdad, me gusta pensarlo; los aceites de cada zona marcan la cultura de cada zona, incluso la personalidad de las personas que viven en esa zona”. La intervención incorporó una explicación detallada del contexto mundial del aceite de oliva. Penco recordó que el virgen extra es, a escala global, una grasa minoritaria. “El aceite de oliva virgen en el mundo es una grasa exótica. Si consideramos el total del consumo de grasas por parte de los humanos, el aceite de oliva está en torno al 2–2,5%. De cien litros de grasa que se consumen en el mundo, dos o dos y medio son aceite de oliva; el otro 97,5% son otras grasas”. A partir de este dato, lanzó un mensaje de oportunidad. “Nuestra opinión es positiva, porque tenemos un mercado potencial del 98% por conquistar, con una ventaja muy clara: tenemos la grasa más rica y más sana de todas las conocidas, un zumo natural de fruta”, apostilló.