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Paisajes de Teruel alerta sobre los riesgos socioeconómicos y para la biodiversidad del Nudo Mudéjar Paisajes de Teruel alerta sobre los riesgos socioeconómicos y para la biodiversidad del Nudo Mudéjar
Jornada de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, este viernes en Alcorisa

Paisajes de Teruel alerta sobre los riesgos socioeconómicos y para la biodiversidad del Nudo Mudéjar

La plataforma presentará alegaciones contra las 14 centrales solares y eólicas de Endesa
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El macroproyecto de energías renovables para el Nudo Mudéjar de Endesa afecta a hábitats de interés comunitarios; aves catalogadas en peligro de extinción con plan de recuperación como el águila real, el quebrantahuesos o el alimoche; además de acuíferos, el paisaje y actividades tradicionales como la agricultura, la ganadería y la caza. Así lo aseguró este viernes en Alcorisa la Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel, que presentará alegaciones contra las 14 centrales fotovoltaicas y eólicas hibridadas, 14 subestaciones eléctricas y 14 líneas aéreas de alta tensión que promueve Enel Green Power España.

El conglomerado energético de la filial renovable de Endesa comprende una potencia instalada de 1.844,11 megavatios (MW) en los términos municipales de Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Castelnou, Híjar, Jatiel, La Puebla de Híjar y Samper de Calanda. Incluye también la localidad zaragozana de Lécera.

En cuanto a la infraestructura de evacuación eléctrica, afectará también a Vinaceite, en la provincia de Teruel, y en Zaragoza tocará solamente el término de Almochuel.

A ojos de la Plataforma, se trata de un proyecto de grandes dimensiones que “industrializa” el medio rural y que tiene “efectos acumulativos” junto a proyectos energéticos de otros promotores como Forestalia, que instalará 900 MW fotovoltaicos entre Híjar y Andorra, o Copenhaguen Infraestructure Partners (CIP), que quiere abastecer una planta de hidrógeno renovable de 500 MW en Andorra con 1.700 MW de potencia eólica y fotovoltaica ubicada en Alcañiz, Alcorisa, Alloza, Andorra, Ariño, Calanda, Cañizar del Olivar, Castel de Cabra, Estercuel, Foz Calanda, La Mata de los Olmos, Los Olmos y Torre de las Arcas.

Para advertir sobre las afecciones del conglomerado de proyectos, el grupo local en Alcorisa de la Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel convocó a la ciudadanía este viernes en el salón de actos del centro cultural Valero Lecha. Intervinieron  el portavoz de la Plataforma, Javier Oquendo, la historiadora y arqueóloga Montse Martínez y el naturalista Javier Escorza.


Dinero a cambio de afecciones


Oquendo insistió en que la Plataforma no va contra las renovables, sino contra el modelo elegido para su desarrollo, pues la transición justa “debe ser razonable, equitativa e indicada por el derecho”. Mostró su rechazo a los grandes proyectos, así como sus preferencias por un sistema de autoconsumo y generación distribuida basado en comunidades energéticas para “democratizar” el sistema eléctrico y abaratar la factura de la luz.

En contra, argumentó, los macroproyectos “mantienen el oligopolio y la especulación”, aportando dinero al territorio a cambio de afecciones al paisaje y a la biodiversidad, y a costa de poner en riesgo actividades tradicionales como la agricultura, la ganadería o la caza, así como los acuíferos, turismo y el patrimonio.

Señaló que Aragón ya es la cuarta productora de energía renovable del país, con el 13,5%, aupándose a la segunda posición en energía eólica. Sin embargo, el consumo va hacia las grandes metrópolis. El Gobierno prevé, para el año 2030, 60.000 MW renovables nuevos instalados y se han presentado solicitudes ya por 190.000. La media de consumo es de 40.000.  

Entrando ya en el proyecto de Endesa para verter a Red Eléctrica en el Nudo Mudéjar de Andorra, Oquendo contabilizó 157 aerogeneradores, 154 kilómetros de líneas aéreas, 486 torres, 98 kilómetros de viales, 466.000 metros cuadrados de zanjas y 3.300 hectáreas de placas solares.

Especies como el águila perdicera, el alimoche común, el quebrantahuesos, el águila real, el búho real o el cernícalo primilla se verán amenazadas.

La PAC podría estar en riesgo


“En Híjar se pueden olvidar de cazar porque no habrá terreno, y los agricultores tienen un problema porque si en los próximos años pierden un 30% de la superficie que tienen declarada acabarán perdiendo el 100% de la subvención de la PAC”, dijo el portavoz. Con estos proyectos “se pierde el 50% del suelo agrario”, alertó Oquendo, quien calificó de “incongruencia” que a Endesa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico le tumbara el 55% del proyecto fotovoltaico Mudéjar, de 144 megavatios (MW), por afectar al hábitat de aves protegidas como el cernícalo primilla en Alcañiz e Híjar, y ahora insista en esta zona cuando el ave sigue presente.

El estudio de impacto de Endesa “reconoce que hay viviendas habitadas a distancia no permitida y no lo resuelve”, se sorprendió Oquendo, quien finalmente resumió que “todo el monte de Andorra quedará lleno de cacharros”.

También el sisón


El sisón y el cernícalo primilla son especies que se va a ver “muy afectadas” y, en general, los desarrollos renovables “van a repercutir negativamente en todo el ecosistema para las especies de alondras, cogujadas, calandrias, terreras, alcaravanes o el águila real, al que se quita “área de campeo”, explicó Escorza.

“Desde que están los aerogeneradores en Aragón, el índice de muertes de aves se ha disparado con una línea vertical hacia arriba”, evidenció Escorza, quien aseguró que la posición en línea  de las aspas “afecta a la fauna alada de manera brutal”. Esto influye en el “declive” del sisón, cuyas poblaciones se han visto recudidas en un 55% en los últimos dos años. En cuando a la alondra de Dupont, quedan en la zona de Lécera y en Ejulve pero ahí también están proyectados parques eólicos y fotovoltaicos.

En definitiva, resumió Escorza, “cada paso que das para industrializar el mundo rural revierte negativamente en la biodiversidad”.


La Sierra de los Caballos, "como un colador"


La arqueóloga Montse Martínez lamentó la “laxitud que tienen las instituciones públicas, concretamente el Servicio Provincial de Energía y Minas”, a la hora de interpretar las normativas de protección y dar el visto bueno a proyectos energéticos y de minería.

“La Sierra de los Caballos podría ser un parque cultural en sí mismo, sobre todo por su valor arqueológico, y está como un colador”, indicó en referencia a las minas de arcilla, para denunciar que “Berge está acosada por 15” de ellas.

Recordó que el Convenio Europeo del Paisaje se redactó en 2004 y España lo ratificó en 2007. Es una herramienta para planificar, proteger y gestionar el paisaje “tal como lo perciben las poblaciones”, pero en la práctica “los que transforman el paisaje no cuentan con las poblaciones”, lamentó.

Destacó que el yacimiento íbero del Cabezo de la Guardia en el que ella descubrió la vasija del Kalathos es Bien de Interés Cultural y su entorno se ve amenazado por proyectos fotovoltaicos. “Hay siete u ocho pequeños yacimientos allí” que quedarían afectados, cuando  el espacio tendría potencial para convertirse “en un parque arqueológico y deportivo” con paradas en La Guardia, los hornos de abajo y los hornos de arriba, aunque estos últimos están afectados por un proyecto de minería para el que ha presentado alegaciones junto al consistorio de Foz Calanda.

En total, en la zona hay “87 yacimientos catalogados” que explican “patrones de desplazamiento” de las poblaciones antiguas y que apenas se citan en los estudios de impacto de los proyectos. “Hay un camino histórico, que para mí es calzada romana, que sale de Los Olmos, pasa por la Torre Piquer y va al Mas de las Matas; ya se lo han cargado”, apostilló.

Martínez alertó de la contaminación de los sistemas subterráneos de agua, que ya ha dado problemas en la Fuente del Salz con cortes a Abenfigo.

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