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Teruel alza su voz por todas las mujeres  que se enfrentan a la violencia machista Teruel alza su voz por todas las mujeres  que se enfrentan a la violencia machista
Manifestación de la Coordinadora de Organizaciones Feministas y de la Columna Feminista a su paso por la plaza San Juan. Bykofoto/A.García

Teruel alza su voz por todas las mujeres que se enfrentan a la violencia machista

Manifestación organizada por la Columna Feminista y la Coordinadora
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Teruel alzó este martes su voz por todas las mujeres que se enfrentan a la violencia machista con una manifestación que organizó la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Teruel ya la Columna Feminista, y en la que participaron más de un centenar de personas.

La manifestación partió de la plaza del Torico a las 19:30 horas y después de recorrer las calles del Centro Histórico se volvió a la plaza del Torico donde se leyeron sendos manifiestos.

Iluminados por antorchas la manifestación estuvo encabezada por dos pancartas. Una era la de la Coordinadora de Organizaciones Feministas en las que se podía leer Todos los días son 25N y que es la misma que la coordinadora saca cada día 25 del mes para recordar que hay que estar con las mujeres todos los días del año. En la otra pancarta se podía leer Contra el terrorismo machista, lucha feminista!

Ana Peñalosa y María Benítez leyeron el manifiesto de la Columna Feminista, un texto que nace de la “rabia, de la pena y de las ganas combativas”, por las vidas arrancadas, por las que no se les pudo ayudar y “porque ya no nos callamos”.

“La violencia machista es estructural y transversal”, aseguraron y recordaron las 38 mujeres asesinadas este año: “A la rabia y sufrimiento al recordar el dato solo podemos sumar las náuseas de saber que aún hoy hay quien niega todo ese dolor y violencia por un puñado de votos electorales y unos pocos segundos de gloria en las redes sociales y en los medios de comunicación”.

Un momento de la lectura de los manifiestos en la plaza del Torico


También recordaron que la violencia machista “tienen rostros distintos según los territorios” en referencia al medio rural donde “las víctimas sufren barreras adicionales” y enumeraron el aislamiento, las dificultades de acceso a recursos y servicios, el miedo al estigma comunitario y carencias en protección y alojamiento seguro.

Para la Columna Feminista hace falta “políticas públicas” que incorporen estas realidades.

“En la España vaciada, la comunidad puede ser protección o castigo”, advirtieron confiando en que sea protección.

Denunciaron también a las “empresas transnacionales que alimentan sus beneficios con guerras” y la “invasión masiva” de proyectos eólicos que no escuchan a los que habitan el territorio “del mismo modo que no se escucha a las mujeres cuando denuncian la violencia”. También gritaron por la violencia contra las mujeres trans, lesbianas, bisexuales, intersexuales o queer porque “el sistema patriarcal ejerce violencia sistemática conta el colectivo LGTBIQ+”.

La violencia machista tampoco “sabe de fronteras”, Por todo ello, concluyeron pidiendo un feminismo de hermanas. “Siempre juntas, sonoras y combativas”, concluyeron.

En el manifiesto de la Coordinadora de Organizaciones Feministas, leído por Geles Villarroya y Aitana Esteban, se proclamó alto y claro: ¡Basta!.

Basta a las cifras “insoportables” que no dejan de crecer “día a día”. También basta a las mujeres que se enfrentan al racismo y al machismo “al mismo tiempo”.

Recordaron igualmente a las mujeres con discapacidad, “que siguen luchando por ser escuchadas y respetadas”. Las migrantes, “que cruzan fronteras buscando una vida libre y digna”. Las mayores, “que abrieron camino y hoy merecen vivir sin miedo”. Las rurales, “que sostienen la vida lejos del ruido y del reconocimiento”. Las sin hogar, “que sobreviven sin techo, sin refugio, sin recursos.” Las mujeres trans y disidentes de género, “que defienden sus derechos a existir”.

“No queremos ni una mujer más asesinada, violada, agredida. No queremos más niños y niñas teniendo que afrontar una vida entera, sin sus madres. No queremos ni una mujer menos entre nosotras, porque todas somos necesarias y valiosas. Queremos vivir libres de violencia. Queremos vivir sin miedo”, proclamaron.

Incidieron en que las consecuencias de la violencia machista son devastadoras para la mujer que la sufre y para las personas de su alrededor que dependen de ella, que la quieren y forman parte de su vida. “Y más devastadoras si cabe, son las consecuencias en menores, no solo las inmediatas, sino en su desarrollo a largo plazo”. Por eso, “seguimos pensando que la sensibilización y la prevención es la única forma de erradicar la violencia hacia las mujeres”.

Reiteraron la importancia de educar en igualdad. Tanto en la educación que llega por parte de los medios de comunicación y divulgación, como en la educación formal desde las familias y las escuelas. También incidieron en que es fundamental, necesario y urgente una educación afectivo-sexual de calidad y desde edades tempranas, que forme una juventud segura, empática, tolerante y respetuosa con los demás. Criticaron a quienes niegan que la violencia machista es real y reivindicaron cambios institucionales, legales, de mentalidad, de relaciones y de corresponsabilidad “porque si algo tenemos claro es que se necesita la implicación de toda la sociedad”.

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