

Cañada Vellida presume de tener el conjunto de vestigios excavados más extenso de todo Aragón
Este martes se inauguró la recuperación de tres posiciones del ejército republicano en la Guerra CivilLoma de la Solana I, un conjunto inacabado con más de un centenar de estructuras
La Loma de la Solana, el sistema fortificado más extenso excavado en Aragón
Hasta el momento se han excavado 3 de las 33 hectáreas del conjunto de posiciones militares construidas por el ejercito de la República en Cañada Vellida para tratar de contener, sin éxito, el avance del ejército golpista hacia las cuencas mineras turolenses.
El arqueólogo Javier Ibáñez destacó, en la visita realizada este martes, que en esta excavación han podido obtener una visión panorámica del episodio bélico ocurrido el 23 de abril de 1938 por haber trabajado sobre una superficie tan extensa, que ha permitido al equipo de Arcatur contextualizar todos los restos descubiertos. Por su parte, el codirector de la excavación e historiador militar, Rubén Sáez, afirmó que “por superficie, el de la Loma de la Solana es el conjunto más extenso excavado de todo Aragón y tiene la potencialidad para convertirse en el conjunto más extenso de España”.
El alcalde de Cañada Vellida, Miguel Morte, explicó que el Ayuntamiento quería “potenciar el pueblo” creando “un recurso turístico”, para lo que se puso en manos de la Comarca Comunidad de Teruel y de Arcatur. Morte afirmó que el municipio ha “invertido bastante dinero” aunque después no quiso precisar la cantidad, sí dijo que estaría, no obstante, entre los 50.000 y los 70.000 euros. El alcalde no descartó nuevas intervenciones en ese enclave, aunque no sería de forma inmediata.
Por su parte, el presidente de la Comarca Comunidad de Teruel, José Herrero, celebró la creación de un nuevo recurso turístico para el territorio afirmando que “es una actuación muy importante que va a potenciar el producto que tenemos, el paraguas bajo el que englobamos a todos los recursos turísticos que existen relacionados con la Guerra Civil en la Comarca, que es el programa AtrinchéraTe”, que se lleva a grandes eventos turísticos como la feria Fitur y que “está teniendo muchísimo éxito, funciona muy bien, tiene muchas visitas y está despertando mucho interés entre la población”, dijo Herrero.
Arcatur ha estado trabajando durante siete meses en la zona para desenterrar vestigios en una superficie de 3 hectáreas. La dedicación del paraje únicamente al pastoreo ha permitido que el dibujo de los enclaves no se haya modificado en estas ocho décadas. Además, las fotografías aéreas permitieron al equipo tener una visión general del conjunto. “Tenemos localizadas dentro de la Loma de Solana las posibles posiciones en el caso de que continúen las excavaciones, ya hemos diagnosticado su importancia, incluso sabemos dónde estarían las baterías de artillería que también tenía la Loma de la Solana”, dijo el historiador militar y codirector de las excavaciones, Rubén Sáez.
Sáez recordó que las posiciones de Cañada Vellida estaban defendidas por los soldados de la República. “Ocupa una extensión de 33 hectáreas”, destacó el experto junto al panel informativo que da paso al recorrido por los distintos vestigios de la loma de la Solana. “Es uno de los 15 conjuntos con los que cuenta Cañada Vellida”, explicó Sáez.
Las fortificaciones de la Solana se construyeron para “proteger el acceso a través del puerto del Esquinazo a las cuencas mineras. De ahí su importancia y el esfuerzo que la República volcó en construir estas posiciones”, recordó.
Los restos de trincheras y parapetos se extienden por una superficie de 33 hectáreas y en esta primera fase, el equipo de Arcatur ha excavado un 10 por ciento del total. “Es un conjunto extensísimo con numerosas posiciones. Hemos excavado tres de ellas. La Loma de la Solana 6, que hemos llamado el Laberinto; la Loma de la Solana 2, que es la Tela de Araña; y la Loma de la Solana 1, que es la Posición Inacabada”, explicó Rubén Sáez, que describió que “en todas estas posiciones se han encontrado todo tipo de elementos desde puestos de mando” y puso como ejemplo el descubierto en la posición la “Loma de la Solana 1 encontramos el puesto de mando más grande que se ha encontrado hasta la fecha en todo Aragón de la guerra civil, con 30 metros de longitud y 18 de anchura y varios niveles con rampas”.
El historiador militar destacó el volumen de la excavación explicando que “a lo largo de todo el conjunto encontramos posiciones de combate, almacenes, polvorines, espacios de vida... Es un conjunto que a día de hoy, por superficie, es el más extenso excavado de todo Aragón y tiene la potencialidad para convertirse en el conjunto más extenso de toda la geografía española”.
El sistema de fortificaciones de La Solana estaba dimensionado para ser defendido por unos 5.000 soldados, aunque las tropas gubernamentales apenas llegaron a desplazar allí a 500 efectivos. Las bajas sufridas en la Batalla de Teruel, primero, y en la del Alfambra, después, minaron la capacidad militar republicana a la hora de movilizar tropas a este punto que paso de ser retaguardia a primera línea en cuestión de semanas en el mes de febrero de 19938, explicaron los expertos. El ejército franquista debía tomarlas para controlar el Puerto del Esquinazo. Además, estas posiciones también obstaculizaban el avance sublevado hacia Galve, destinado a superar los obstáculos orográficos de los estrechos de Los Alcamines y rodear al ejército republicano de la Sierra del Pobo. La ofensiva franquista sobre este sector se demoró hasta el 23 de abril y le fue encomendada al Cuerpo de Ejército de Castilla. Sus fuerzas rompieron el frente republicano por tres puntos diferentes. Las tropas gubernamentales no consiguieron contrarrestar el ataque, dejándose en el choque varios cientos de muertos, 200 prisioneros y abundante material militar, explicaron los responsables de la excavación en un artículo publicado en este rotativo.
“Tras la batalla de Teruel, la República pierde buena parte de sus tropas, algunas de sus mejores unidades, con lo cual la posición de la Loma de la Solana, que estaba diseñada para ser una posición clave dentro de la estrategia republicana, no se dispone de las tropas necesarias para poder proteger todo el frente. De ahí que haya oposiciones que no se terminen de construir y la defensa, al no disponer de tantas tropas, se tenga que organizar dentro de la Loma de la Solana solo en diferentes sectores de todo el conjunto porque no se dispone de soldados para poder protegerlo todo”, explicó Sáez. De hecho, durante los trabajos de restauración se encontraron restos de vida en dos de ellas, mientras que en la Loma de la Solana 1, la Inacabada, no se halló ninguno.
Paralelamente, se ha desarrollado un proyecto de puesta en valor con la instalación de paneles generales, mesas de interpretación, 30 balizas con códigos QR enlazadas a la web www.trincheraslomasolana.es
Brandy de decomiso
El historiador Javier Ibáñez destacó la vista panorámica de la realidad del frente que el haber excavado una superficie tan amplia ha permitido a su equipo, y explicó que “una de las grandes singularidades que tiene esta intervención es, precisamente, la amplia superficie que se ha excavado, lo cual nos permite entender muy bien todo el conjunto, pero sobre todo por la distribución de objetos. Cuando se excava solamente un trozo pequeño sabes información de un trozo pequeño, pero no lo puedes comparar con el resto de la posición. En este caso sí que podemos comparar perfectamente lo que ha ido apareciendo en las distintas partes”.
Además de pequeños objetos personales, como botones o medallas, otros restos hallados bajo los escombros permitieron dar una idea de la vida en la trinchera. “Aparecieron restos de botellas de coñac en el puesto de mando. Además, era coñac de la zona nacional, de la zona rebelde, lo cual nos está indicando que hubo algún decomiso”, explicó el arqueólogo.
La distribución de los casquillos y de los proyectiles confirman cómo se desarrolló el asalto a estos puestos. “En la mayor parte de las posiciones de la Loma de la Solana no apareció ni munición ni nada. Solamente apareció concentrada en determinados puntos”, detalló Ibáñez, que a través de estos restos ha podido conocer “cómo se vivió aquí y también cómo se murió”.
El conjunto defensivo de la Loma de la Solana “fue concebido para defender la carretera de acceso a Cuencas Mineras junto con otras posiciones que había enfrente y cerrando la carretera. Pero, no fue atacada por allí. Sí que hubo un ataque, porque han aparecido restos de munición percutida desde un lateral e incluso aparece algo de munición disparada desde ese sector. Pero el ataque importante fue precisamente por la parte posterior, por donde menos lo esperaban y por donde menos desarrolladas estaban todas las defensas. Hubo un ataque de los que se suelen llamar demostrativos, una especie de falso ataque desde la carretera, pero el ataque fuerte fue por la parte norte”, relató el arqueólogo.
Loma de la Solana 1, 2 y 6
Arcatur ha bautizado estas posiciones como Loma de la Solana 1, 2 y 6, reservando el resto de cifras intermedias para los restos que se han documentado y que se encuentran intercalados entre los puntos excavados. Además, se les ha bautizado con los sobrenombres de el Laberinto, Tela de Araña y la Inacabada.
La Solana 6, el Laberinto, presenta un intrincado sistema de corredores, estancias y parapetos que se cree que se fue construyendo de forma paulatina con el paso del tiempo ya que su diseño no resultaba operativo para el traslado de tropas en su interior. En el Solana 2, la Tela de Araña, todavía quedan decenas de metros de trincheras y estancias por excavar pero se aprecian detalles como los puntos de vida o el puesto de mando, además de aspilleras a ras de suelo desde donde los soldados podían disparar con sus fusiles, en la retaguardia de este lugar se encontraron restos de cajas de munición, seguramente llevada allí de forma atropellada para defender la retaguardia del puesto. Parece ser que el último de los enclaves, la Loma de la Solana 1, fue el último en iniciarse y la velocidad con la que llegó el frente hasta Cañada Vellida junto a la falta de tropa para atenderlo, lo dejó sin terminar su construcción. En este lugar se aprecian varias estructuras y el puesto de mando de mayores dimensionase excavado en Aragón hasta la fecha con unas dimensiones de 30 metros de largo y 18 de ancho.
Alrededor de los puntos 5 y 6 se encontraron restos de alambrada con dos tipos de concertina. La más fuerte, con alambre de triple trenzado, en el perímetros exterior para dificultar el eventual acceso de enemigos y un segundo anillo de alambre sencillo más cerca de las trincheras, explicó Rubén Sáez
No tocar las bombas
“Nos decían que tuviéramos cuidado con los proyectiles, que no los tocásemos”, recordó Laura Blasco, natural de Cañada Vellida, que recordó que cuando era pequeña las trincheras estaban “más tapadas”. “Sabíamos que eran trincheras de cuando la Guerra, pero no “ y cuando subían por allí, ya fuera a jugar o con el ganado, sus padres les advertían que tuvieran cuidado.
Su hermano, Indalecio Blasco, de 78 años, recordaba junto a las trincheras, cómo de pequeños subían a jugar a la Loma de la Solana. “Subíamos de zagales a jugar (...) no estaban como ahora. Entonces había pocas cosas y cuando acabó la Guerra nos entreteníamos con cualquier cosa”, recordó el vecino.
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