El actor Roger Casamajor, tras los pasos de su abuelo en Singra en ‘Quanta Guerra!’ de TV3

Cuando se esté a punto de conmemorar el 90 aniversario del inicio de la Guerra Civil, la televisión autonómica catalana TV3 ahondará un poco más en la Batalla de Singra que ocurrió a finales de enero de 1938. Lo hará en el segundo programa de la tercera temporada del programa Quanta Guerra en el que la cadena lleva a una persona conocida al lugar en el combatió su abuelo para ayudarle a descubrir más perfiles de su familiar. En Singra estuvo rodando el actor catalán Roger Casamajor y el capítulo correspondiente a la historia de su abuelo se emitirá ya en 2026.

“En muchas familias todavía hay preguntas sin respuesta y silencios que no se han roto. Por ejemplo, después de la guerra, la mayoría de hombres y mujeres que vivieron el conflicto decidieron no hablar de ello. Mientras ellos callaron por miedo, por prudencia o por olvidar, sus hijos, durante la dictadura, aprendieron a no preguntar. Ahora, sin embargo, la generación de los nietos quiere saber qué pasó y qué vivieron sus abuelos entre 1936 y 1939, cuando todavía eran jóvenes y tenían toda su vida por delante”, explica la propia cadena catalana en su página web sobre el contenido de Quanta Guerra!. La serie documental, presentada hasta ahora por Eloi Vila, acompaña a sus invitados en un viaje “al pasado para averiguar las historias más personales de sus antepasados”, dice la cadena TV3, que produce la serie en colaboración con el Departamento de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat catalana.

Por sus capítulos han pasado protagonistas de la pequeña pantalla, del celuloide y del mundo del espectáculo como Santi Millán o Andreu Buenafuente. Ambos, por cierto, visitaron la provincia siguiendo los pasos de sus antepasados durante el conflicto frente a los golpistas.

Durante la grabación del capítulo, la producción contó con un grupo de recreadores que ayudó a ambientar las escenas. Además, el historiador experto en la Guerra Civil española y, especialmente, en la Batalla de Teruel, Alfonso Casas aportó el contexto desde el rigor histórico. También participó el coronel Miguel Juliá, que estuvo al frente de la Subdelegación de Defensa en Teruel.

Entre otros lugares, el programa se grabó en escenarios bélicos como peña Palomera y en los cabezos alto y bajo, donde se conservan varias trincheras y construcciones como refugios, trincheras y nidos de ametralladoras. Entre ellas, destaca la posición fortificada de la paridera de Allueva, consistente en un gran complejo defensivo formado por varias líneas de trincheras, nidos de ametralladoras y refugio subterráneo. La posición está dividida en dos partes. La parte baja es un refugio de hormigón armado, varios nidos de ametralladora y trincheras. La parte alta, encima de un cabezo, está comunicada por una red de trincheras que conectan tres construcciones de hormigón. La posición tuvo mucha actividad bélica cuando la 27ª División republicana, en el conocido como Asalto de Singra, atacó a finales de enero de 1938 las posiciones franquistas en un intento por cortar las vías de comunicación y frenar la contraofensiva contra Teruel, explica la enciclopedia del valle del Jiloca Xilocapedia.

Entre el 25 y el 30 de enero de 1938 el infierno se desató en Singra. Con Teruel recién conquistada para la República, el ejército gubernamental trató de cortar la carretera y la vía férrea hasta Zaragoza para afianzar la posición y aislar al general sublevado Varela en San Blas. Las cifras varían mucho según la versión, pero entre 900 y más de 3.000 personas murieron en las extensas explanadas heladas entre Singra y Sierra Palomera.

Recreación

La segunda edición de la recreación militar de la Batalla de Singra se celebrará el próximo 20 de septiembre. Después de los buenos resultados de la primera experiencia, celebrada a finales del mes de junio de 2024, el Ayuntamiento ha apostado por retrasar su celebración.

En su debut, la recreación contó con más de 30 recreadores del Grupo de Recreación Histórica Retaguardia de Zaragoza, que se encargaron de reproducir fidedignamente distintos puntos de un campamento, como la enfermería, a concina o el puesto de mando. Esta asociación zaragozana pone especial énfasis además en lo que sucedía en la retaguardia; las mujeres que remendaban los uniformes, las cocinas, o los buhoneros que se buscaban la vida poniendo en marcha cantinas o espectáculos teatrales para la tropa. Además, se habilitó una zona comercial.