Síguenos
La locomotora MFU 31, que bajó de su pedestal en el año 2015, volverá a echar humo en Utrillas La locomotora MFU 31, que bajó de su pedestal en el año 2015, volverá a echar humo en Utrillas
Trabajos de reparación de la locomotora MFU 31

La locomotora MFU 31, que bajó de su pedestal en el año 2015, volverá a echar humo en Utrillas

La Azaft ha restaurado la máquina y el objetivo es que entre en funcionamiento en el Parque de la Minería
banner click 244 banner 244
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

La Locomotora número 31 de MFU (Minas y Ferrocarriles de Utrillas) volverá a funcionar tras un largo proceso de restauración en el que se ha desmontado por completo, reparado o sustituido las piezas necesarias y limpiado para que funcione como lo hizo a finales de la década de 1920, que fue cuando llegó a Utrillas.

Minas y Ferrocarriles de Utrillas adquirió esta locomotora al ejército español para reforzar su parque de maquinaria, pero se trata de un aparato fabricado en 1918 para el ferrocarril que unía el Tigris con el Eúfrates, en el actual Irak. De allí pasó, según relata el alcalde de la localidad, Joaquín Moreno, al acuartelamiento ferroviario de Sevilla hasta que el ejército las vendió a las zonas mineras de España, como Asturias, la comarca del Bierzo y las Cuencas Mineras turolenses. Se trataba de unas máquinas de vía estrecha, de 600 milímetros frente a los 1.000 de la vía estándar, por lo que su uso estaba restringido a estas zonas mineras. En total MFU compró seis máquinas, concreta el alcalde.

A Utrillas llegó junto con otra máquina, la número 32, que funciona todavía. Su mayor potencia supuso una mejora en el servicio de transporte del carbón, explica Carlos Abadías, que es el presidente de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías, cuyos integrantes son los que se han ocupado del proceso de restauración de la máquina.

La Locomotora MFU 31 es la segunda de vapor que tendrá Utrillas en funcionamiento, junto a la Hulla, aunque en el caso de esta última restaurada jamás ha abandonado las Cuencas Mineras. Cuando cerraron las minas, el pueblo le pidió a MFU una locomotora como recuerdo y los ferroviarios de ese momento eligieron esta porque era la que se encontraba en mejor estado, tras haber sido sometida años antes a una reparación general. Fue en el año 1982 y la locomotora se colocó en un pedestal junto a la travesía para recordar el pasado minero de la localidad. Allí estuvo hasta que en el año 2015 la Azaft y el Ayuntamiento la bajaron del pedestal ayudados por un camión góndola para proceder a su restauración, que concluye ahora.
 

 La MFU 31 ya ha sido probada y el objetivo es que pronto entre en uso


Al igual que la Hulla se abastece de carbón pero tiene mucha más potencia y es más grande, mide 30 centímetros más de ancho y pesa entre 10 y 12 toneladas, frente a las 9 de la hulla.

Nuevas piezas

La primera parte de la recuperación consistió en el desmontaje y limpieza, para lo que los miembros de la Azaft contaron con la colaboración de los alumnos de un taller de empleo de calderería que se llevó a cabo en el municipio. Entonces se dieron cuenta de que habían desaparecido algunas de las piezas, robadas durante los años en los que estuvo a la intemperie. Precisamente el hecho de estar al aire libre causó graves daños en la máquina y, en ese sentido, Carlos Abadías destaca que la reparación ha sido tan compleja que algunas piezas incluso se han hecho nuevas. “La locomotora se ha desmontado, se han reconstruido las piezas que hacían falta y se ha reajustado entera”, enumera Abadías.

Para los elementos deteriorados no hay apenas repuestos ya que se trata de un aparato que se construyó hace ahora más de un siglo, por eso, su realización ha sido artesanal y han contado con la colaboración de torneros e Montalbán y Zaragoza”. “Solo en el caso de algunas piezas estándar nos hemos podido suministrar de empresas inglesas y alemanas”, detalla el presidente de la Azaft.

En su reparación han intervenido medio centenar de voluntarios y Carlos Abadías apunta que los integrantes de la Azaft cuentan con una gran experiencia en la recuperación de máquinas de vapor. Ya fueron ellos los que se ocuparon de la puesta a punto de la Hulla para un coleccionista zaragozano, que posteriormente la vendió, ya restaurada, al consistorio utrillense.

En este sentido, Carlos Abadías especifica que cuentan con una dilatada trayectoria en la reparación de estas maquinas y pone en valor que las enseñanzas se ha trasladado desde los ferroviarios mayores a los más jóvenes, “ha sido el traspaso de un conocimiento sobre una tecnología que, de otra forma, se había perdido”, enfatiza.

Uno de los primeros trabajos que se realizaron fue la restauración de la caldera, para lo que se contó con una empresa especializada. Sin embargo, el proceso para su puesta a punto se vio truncada por la pandemia, que provocó que los años 2020 y gran parte de 2021 fueran poco productivos.

Ahora la máquina a vapor está prácticamente lista y hace unos días se realizaron pruebas para comprobar que todos los ajustes realizados eran los correctos y proveer ya al montaje de las piezas de embellecimiento con el fin de que se incorpore al Parque de la Minería de Utrillas y realice los recorridos entre el Pozo de Santa Bárbara y el Museo de la Ciencia y la Minería.

En cuanto a la máquina número 32, se encuentra actualmente en funcionamiento en Frankfurt, aunque en estos momentos está parada porque está siendo sometida a un proceso de restauración y puesta a punto, algo habitual según explican desde la Azaft para máquinas de esta antigüedad.

El redactor recomienda