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Diego Aznar y Eugenia Ábalos se incorporan a la Caja de Arte de la Fundación Amantes Diego Aznar y Eugenia Ábalos se incorporan a la Caja de Arte de la Fundación Amantes
El pintor turolense Diego Aznar con una de las reproducciones firmadas y numeradas que se entregaron ayer

Diego Aznar y Eugenia Ábalos se incorporan a la Caja de Arte de la Fundación Amantes

El Mausoleo acogió ayer la segunda entrega de la colección que celebra su 25º aniversario
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La Fundación Amantes de Teruel realizó ayer la segunda entrega de la Caja de Arte con la que está celebrando su 25 aniversario, un conjunto de reproducciones seriadas, firmadas y numeradas de doce obras gráficas de otros tantos artistas turolenses, nacionales e internacionales.

Las dos piezas que se entregaron ayer, la número dos y tres de la colección tras la primera de Jorge Gay, son reproducciones de los artistas Diego Aznar y Eugenia Ábalos. Aznar es un conocido pintor turolense que simultanea la creación pictórica con la enseñanza, en un estudio por el que han pasado muchísimos turolenses. Combina una concepción pictórica tradicional y ortodoxa con una vocación muy intuitiva y natural a la hora de elegir los motivos o los encuadres. Licenciado en Bellas Artes por la facultad de San Carles de la Politécnica de Valencia, ha obtenido diferentes reconocimientos, siendo el más destacado su selección en 2016 como finalista del BP Portraid Award.

Por su parte, Eugenia Ábalos es una ilustradora nacida en Mendoza (Argentina) y afincada en Madrid, a donde llegó tras una etapa de formación en Segovia y en la capital española. La mayor parte de su trabajo tiene que ver con la ilustración de libros infantiles y juveniles, aunque también trabaja en ediciones para adultos, como es el caso de la ilustración incluida en la Caja de Arte de los Amantes.

Diego Aznar se mostró “orgulloso” de haber plasmado su impronta en un proyecto como la Caja de Arte con la que la Fundación Amantes celebra su 25 aniversario. “Cualquier propuesta que te hagan la coges con agrado, pero en ese caso, con la Fundación Amantes y la repercusión que tiene, para mí ha sido un auténtico honor”.

En el caso de Ábalos es la primera vez que colabora con algún proyecto de la Fundación Amantes, y lamentó a través de un vídeo no haber podido acudir ayer a Teruel para la entrega por motivos de trabajo, porque “hubiera sido una oportunidad espectacular para conocer la Fundación y Teruel, una ciudad en la que no he estado todavía”, y cuya visita tiene ya en su agenda de pendientes.

‘El abrazo’ es una pieza en la que el gesto adquiere todo el protagonismo en la obra

La pieza que aporta Diego Aznar a la Caja de Arte de la Fundación Amantes es la reproducción de un óleo titulado Abrazo en el que este gesto tiene todo el protagonismo. El pintor turolense propuso a Leo Tena y Patricia García varías piezas que cuadraban bien con la filosofía del proyecto, y se decantaron por esta, muy característica del estilo de Aznar.

El cuadro tiene una curiosa historia y es que nació casi por casualidad, ya que se trata del propio Diego, de frente en la composición, reconfortando a su pareja “en un momento en el que estaba pasándolo mal”. No se trata pues de un abrazo romántico ni pasional, como el que se espera de dos amantes como los de Teruel, y la casualidad quiso que tuviera lugar delante de un espejo. “La composición me atrajo muchísimo, por como teníamos los brazos, y decidí que lo llevaría al lienzo”, explica el propio Diego Aznar, que se sintió tan atraído por el propio gesto que decidió “quitarle la identidad al cuadro para que el protagonismo estuviera claro”. Aunque de manera estricta se trata de un autorretrato, solo se ve un rostro, por debajo de la nariz, mientras que el otro está de espaldas.

Por su parte, Eugenia Ábalos eligió para la Caja de Arte una de sus ilustraciones que aparecieron en el ensayo filosófico Naturaleza de Ralph Waldo Emerson (1803-1882), publicado por Nórdica. “Tuve claro que quería aportar esa imagen porque me pareció muy bonita y evocadora. Cuando me propusieron el proyecto enseguida pensé en esa imagen”.

La ilustración, realizada en acuarela, muestra una pareja sentada sobre un paisaje natural nocturno, mirando una Luna llena y la constelación de Orión. El capítulo del libro que ilustra no habla precisamente de amor, sino de idealismo, que tiene mucho que ver también con el ideal del amor que durante el romanticismo se forjó a partir de la tradición medieval. “Me pareció muy apropiada, por el tema y porque personalmente estoy muy feliz con esa ilustración”, explica Eugenia Ábalos, “porque además supuso para mí un doble reto complicado”. Por un lado ilustrar un ensayo filosófico para la argentina afincada en Madrid supone salir de su círculo de confort, que se encuentra en la literatura infantil y juvenil. “Casi todo lo que ilustro es de esos géneros y me resulta más natural. Pero cambiar de vez en cuando es satisfactorio, porque además la ilustración para libros de adultos suele darme más libertad”. La doble cara del reto estuvo en la técnica, ya que Ábalos decidió utilizar la acuarela no solo como base del dibujo, sino como técnica principal, que suele trabajar menos.

A ese respecto, Eugenia Ábalos admite que la textura de la acuarela prácticamente se siente en la impresión que se distribuyó ayer. “Es impresionante la calidad de la reproducción, muy fiel al original hasta en la textura”. Y eso que la original es de menor tamaño que la copia, lo que suele generar problemas.

Diego Aznar comparte la opinión de Ábalos. “Las reproducciones que ha hecho la Fundación Amantes no son una copia al uso, sino que tiene una extraordinaria calidad, con un buen papel y unas tintas perfectas”.

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