El CRAAC saca conclusiones: arte y cultura como tabla de salvación del territorio
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La reivindicación de la actividad artística como vehículo para cohesionar el territorio y establecer vínculos entre las personas y los pueblos; la importancia de profesionalizar el trabajo de mediador cultural; y la necesidad de que existan políticas públicas que fomenten y financien la actividad cultural de calidad en los pueblos más allá del número de espectadores potencial, fueron tres de las principales conclusiones a las que se llegó durante el II Seminario Prácticas Culturales Situadas en el Territorio, que se celebró esta semana en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del campus universitario de Teruel.
En el seminario se presentó además la Cartografía Online de Agentes Culturales en Aragón, una herramienta digital que cataloga más de un centenar de referencias en mediación cultural de diferente tipo de las tres provincias aragonesas. Puede accederse a la herramienta desde https://craacculturasituada.es/, y sigue abierta a que sigan incorporándose citas e iniciativas que completen el listado.
Este seminario es el resultado del segundo año de actividad del proyecto CRAAC (Cartografía en Red de Aragón de Agentes Culturales), grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza financiado por la Fundación Antonio Gargallo, formado por Valle Galera de Ulierte, Neus Lozano-Sanfèlix, Soledad Córdoba Guardado, Luis Miguel Pascual Orts, Irene Covaleda Vicente, Roberto Ramos León y Óscar Blanch-Lombarte, vinculados principalmente a la titulación de Bellas Artes en Teruel, pero también a Psicología o Magisterio.
A través de dos mesas y varias ponencias el seminario trató de servir como termómetro de la actividad de los mediadores culturales aragoneses, y banco de pruebas para compartir y extender iniciativas que están funcionando en territorios con baja densidad de población.
Ana F. Gargallo Castel destacó el papel de la cultura como motor de desarrollo del territorio rural, y en ese sentido detalló las líneas de acción de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo, como impulsora y colaboradora de acciones culturales en las que colaboran los agentes socioeconómicos con la administración y la universidad.
La artista y agente cultural Elena Martínez Millán presentó su experiencia como directora del Festival de Arte Rural Cetinarte, que este año celebró su cuarta edición en Cetina y la Comarca Comunidad de Calatayud. La cita suele incidir en la colaboración de los vecinos del pueblo para que no sean meros espectadores, en especial entre colectivos pertenecientes a generaciones distintas. En este punto se recalcó que, precisamente, la vinculación entre personas de diferentes edades y su cooperación es uno de los grandes puntos fuertes que la cultura puede aportar como herramienta social. Varios artistas procedentes del grado de Bellas Artes de Teruel han participado en este festival de Cetina, a través del proyecto Habitar el color. por ejemplo.
Rosana Sanz y Víctor Domínguez, en nombre del Observatorio de Creación Cultural en Entornos Rurales de Aragón explicaron el proceso de creación que se ha llevado a cabo para poner en marcha una guía pública para la producción de proyectos culturales en el medio rural, que se realizó a través de una serie de talleres celebrados recientemente en Alcañiz. Al hilo del tema, informaron además de la aprobación en el Congreso de una propuesta no de Ley para apoyar políticas culturales específicas en pequeños municipios.
Otro de los nuevos proyectos que se presentaron en el seminario fue la Asociación Aragonesa de Educadoras Trenzadera, que se constituirá próximamente para defender la profesionalización de la mediación y la educación patrimonial en museos y otros espacios. Alicia Escanilla Martín explicó que es necesario diseñar un perfil formativo y capacitativo concreto y de garantías para quienes desarrollan este tipo de actividades, y subrayó la necesidad de tejer redes entre mediadores de puntos dispersos de la Comunidad Aragonesa.
Sobre la profesionalización del sector, además de redundar en el reconocimiento de la mediación cultural como labor profesional especializada, se destacó la relevancia de una nueva asignatura que se acaba de incorporar al Grado de Bellas Artes que la Universidad de Zaragoza imparte en Teruel, denominada Procesos de Mediación Cultural para la Creación Artística.
Experiencias en Teruel
La segunda de las mesas de trabajo del seminario estuvo coordinada por Valle Galera, directora del grupo de trabajo, y reunió cinco casos prácticos de proyectos culturales desarrollados en territorios poco poblados de la provincia de Teruel. No todos son revolucionarios o estrictamente innovadores, pero de su interrelación depende que crezcan y sirvan como correa de transmisión para que un territorio tan extenso y poco poblado como la provincia de Teruel siga culturalmente vivo.
En el primero de ellos la artista Joana Boix Zorrilla presentó Revelando Recuerdos, desarrollado junto a la Asociación de Mujeres de La Pesquera (Beceite), con quienes previamente había impulsado talleres de recuperación histórica como Memoria del Papel, centrado en la antigua fábrica de papel de Beceite. En esta misma localidad también se ha desarrollado Lo que recordaba la más vieja del lugar, iniciativa basada en el trabajo de la Asociación Clásicas y Modernas, ideado por Rosa María Rodríguez Magda y subvencionado por el Ministerio de Cultura.
Por otro lado, los creadores José Blanch Lombarte e Isabel Aparicio compartieron su experiencia de retornar a su pueblo natal, Peñarroya de Tastavins, tras estudiar y trabajar en grandes ciudades. Este regreso despertó la necesidad de identificar, proteger y actualizar la identidad local, precisamente a través de la cultura.
A través de la interacción con los vecinos, elaboraron una serie de relatos sobre la identidad del pueblo, desde viejos remedios tradicionales contra las anginas al obrador repostero que cerró sus puertas, pasando por vivencias y saberes transmitidos oralmente. Bajo el título D’ahir x demà Blanch y Aparicio expusieron toda esa información a través de vídeos breves que se han difundido a través de internet.
Cambiando de comarca, del Matarraña a la Sierra de Albarracín, Sheyla López presentó El pueblo somos (El Vallecillo), iniciativa dentro del Proyecto Tararaina que desarrolla ciclos de talleres en pequeños pueblos de la zona para combatir el deterioro del patrimonio, tanto material como inmaterial en forma de la transmisión oral del conocimiento, que viene aparejado al proceso de despoblación. Su propuesta parte del arte como herramienta para sensibilizar y cohesionar, y se manifiesta en la creación de fanzines, piezas de estampación botánica o encuentros para recuperar y conservar la memoria local.
Por su parte, Noemí Calvo habló sobre Creciendo entre adoquines, un proyecto encargado por la plataforma de Mujeres Artistas Rurales (MAR) y apoyado por el Instituto Aragonés de la Mujer y el Ministerio de Igualdad. Tuvo lugar en Navarrete del Río a través de sesiones de diálogo colectivo sobre identidad y memoria ancestral, y culminó con la creación de unos adoquines grabados con palabras significativas e insertados en puntos estratégicos del pueblo, vinculados a las personas relacionadas con las palabras registradas. En internet se creó un mapa interactivo y varios vídeos sobre este proyecto.
Por último Neus Lozano-Sanfèlix y Estefanía Monforte expusieron su experiencia con el proyecto Parabla, que propone la práctica artística como generadora de conocimientos y nuevas narrativas sobre el ámbito rural del Maestrazgo y la Comunidad de Teruel. Inspirado en Wittgenstein -según el cual los límites del lenguaje condicionan los límites de la imaginación y en última instancia de la realidad- Parabla funciona como un ejercicio de imaginación colectiva en el que una comunidad reflexiona sobre el significado de determinadas palabras para construir un glosario visual compartido. En este caso tiene menos que ver con el acervo tradicional preexistente y la memoria, y más con la creación de nuevas conexiones y significados a través de la interacción de la comunidad.
Herramienta de uso libre
Como colofón a los dos años de trabajo del CRAAC y su segundo seminario se presentó la Cartografía Online de Agentes Culturales en Aragón, una herramienta pública que por el momento reúne y cataloga 140 referencias relacionadas con la mediación cultural -desde asociaciones hasta particulares o citas culturales ya consolidadas-. Dicha herramienta está disponible en la propia web del proyecto CRAAC, https://craacculturasituada.es/.
La herramienta dispone de un formulario a través del cual es posible pasar a formar parte de él, para que se amplíe y se actualice constantemente. Ese es uno de los objetivos de la cartografía, la actualización constante. Y el otro es que este tipo de mapas no se circunscriba únicamente a una lista de festivales que se celebran en el territorio, sino también de creadores, artistas, mediadores culturales, asociaciones y otros agentes culturales.
Y más allá de una mera base de datos, CRAAC pretende que la Cartografía Online de Agentes Culturales de Aragón se convierta en un foro que permita la relación y el contacto de agentes culturales de puntos dispersos de Aragón, de la creación de una programación estable de seminarios y encuentros y, en último término, que contribuya a impulsar el tejido cultural y social de la Comunidad Autónoma y, en especial, de la provincia de Teruel.
