El público llena el Auditorio de San Julián para escuchar la música de Antón García Abril

El Auditorio Torre del Salvador del Centro Social de San Julián completó este viernes su aforo para acoger el concierto homenaje a Antón García Abril , en el que ocho músicos -seis de ellos en directo- y una soprano interpretaron una parte representativa del repertorio compuesto por el maestro turolense, fallecido el 17 de marzo de 2021 por covid.  

La sala volvió a demostrar sus excelentes condiciones acústicas para disfrutar del repertorio, si bien hubo varias personas que se quedaron sin entrar por falta de aforo.

El concierto arrancó con dos de los temas que forman la trilogía Tres poéticas de la Mar de Antón ; Solo la mar, David Pellejer al piano e Ignacio Navarrete al clarinete, y El Mar es un olvido, con Teresa Bullón al piano y Javier Bertomeu al violonchelo. A continuación compareció como solista Esther Pérez, que interpretó a la guitarra dos de las Evocaciones, La guitarra hace llorar a los sueños y Hoy es siempre todavía.

De nuevo Bullón al piano, junto a la flauta de Francisco Semper interpretaron Syrinx, tras lo cual salió al escenario la soprano Yolanda Marín, que forma habitualmente dúo con Teresa Bullón, para ofrecer Isabel y Ainhoa, de la trilogía del maestro
Tres nombres de mujer, además de No por amor, no por tristeza.
 

Tras la interpretación de tres de los Preludios de Mirambel que García Abril compuso inspirándose en la localidad del Maestrazgo, con David Pellejer al piano, el concierto se cerró con la proyección a través de la pantalla gigante de la interpretación grabada de la violinista turolense afincada en Nueva York Alicia Rando, que junto al pianista Aleksandar Hadzievski ofreció Tercer suspiro.

El concierto fue presentado por el concejal de Cultura, Carlos Méndez, quien excusó la ausencia de la alcaldesa Emma Buj, representando a Teruel en la Feria de Turismo Fitur. Méndez recordó la deuda pendiente que tienen todos los músicos turolenses con Antón García Abril, uno de los maestros españoles más reputados de la segunda mitad del siglo XX, que supo combinar el preciosismo de la música sinfónica, la vanguardia en alguna de sus melodías y  la música popular para cine y televisión.