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‘Goya Disparates Buñuel’: la conexión subversiva de los dos genios aragoneses ‘Goya Disparates Buñuel’: la conexión subversiva de los dos genios aragoneses
Buñuel reproduce ‘Los fusilamientos del 3 de mayo’ de Goya en el ‘El fantasma de la libertad’ (1974), donde él mismo interpreta al monje de la izquierda

‘Goya Disparates Buñuel’: la conexión subversiva de los dos genios aragoneses

El CBC inaugura una muestra que pone el relación al cineasta con el pintor
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Contaba Jean Claude Carrière que Luis Buñuel estaba harto de que le comparasen con Goya, por genio, por sordo, por aragonés y por afrancesado, y que era tan recurrente el símil que antes o después terminaría resignándose. Pero es que pese a estar separados por siglo y medio los paralelismos son evidentes y siguen dando de sí. Se han explorado desde el cine, la literatura, la crítica artística, por supuesto, y hasta el cómic. Goya Disparates Buñuel es la nueva exposición que profundiza en un diálogo entre ambos creadores a propósito de su imaginario irracional, el sueño y lo grotesco como forma de subversión frente al orden dominante.

La muestra, articulada en torno a la última serie de grabados de Goya -Disparates (1815-1824)- y sus reflejos en el cine de Buñuel, se inaugura este viernes en el Centro Buñuel Calanda, donde podrá visitarse hasta el 8 de febrero de 2026. Está producida por la Fundación Goya en Aragón, en colaboración con el Gobierno de Aragón, la Fundación Caja Inmaculada, el CBC y el Ayuntamiento de Calanda.

Los Disparates se publicó de manera póstuma y en ellos Goya rompió todos sus registros anteriores, incluso los que ya se reflejaban en Los caprichos o Los desastres de la guerra, para adentrarse en un territorio de ambigüedad, absurdo y violencia simbólica. Desata todos sus monstruos y vuelca toda su aversión contra una sociedad que, como le ocurrirá a Buñuel, sencillamente no está a su altura. Fueron dos genios aragoneses precisamente porque tuvieron Aragón -en realidad a toda España, a todo su ámbito cultural- en su contra, enfrente, y apenas tuvieron tiempo para la autocomplaciencia en una vida consumida por la decepción. Seguramente con eso tuvo que ver el hecho de que Buñuel llegara a afirmar, con su habitual retranca, que los tres mayores aragoneses de todos los tiempos eran Goya, Buñuel y Beethoven quien, aunque evidentemente no era aragonés, también era sordo.

El calandino cuela una reproducción de ‘La maja desnuda’ de Goya en ‘Hija del engaño’ (1951)


Luis Buñuel recorrió un sendero análogo al de Goya -a su pesar, según Carrière-, construyendo un imaginario característico y un complejo lore destinado a destruir el orden social, a ridiculizarlo, a sacar sus miserias y ponérselas delante de la gente de la manera más cruda y soez posible. Desde Él ángel exterminador (1962) hasta El discreto encanto de la burguesía (1972), coincide con el de Fuendetodos en mostrar una mirada irónica, sarcástica y obsesivamente fijada en lo marginal y lo grotesco, como subproducto de lo social. Ambos detestan los convencionalismos conservadores, la moral reaccionaria y el fanatismo religioso, pero al mismo tiempo se muestran desconfiados y terriblemente escépticos sobre el progreso social.

Donde Buñuel rinde un homenaje a Goya más consciente es quizá en El fantasma de la libertad (1974), donde reproduce la escena de los fusilamientos del 3 de mayo en los créditos iniciales, interpretando el propio calandino al fraile que está a punto de ser ejecutado. En esa película, especialmente grotesca y burlona, las referencias absurdas y surrealistas a Los disparates de Goya con constantes.

Y quedó sin producirse por problemas presupuestarios La duquesa de Alba y Goya, un encargo que recibió Buñuel en 1927, recién estrenado Un perro andaluz, por la comisión del centenario Goya para honrar al pintor, y que aunque escribió nunca llegó a rodarse.

Goya y Buñuel construyeron un lenguaje estético propio, lo transformaron en herramientas de resistencia social y anticiparon movimientos artísticos que iban a venir después: Goya como precursor del expresionismo y el arte moderno; Buñuel como referente del surrealismo crítico y renovador del lenguaje cinematográfico.

Esa es la doble relación que explora Goya Disparates Buñuel, una muestra que pone en relación ambas identidades artísticas, y que supone la continuación por parte de la Fundación Goya en Aragón del programa de exposiciones por todo Aragón dedicado a las series de grabados del pintor a través de las copias fac-simil que custodia, como parte de los actos previos en conmemoración del bicentenario de la muerte de Goya que se conmemorará en 1828. Los ochenta Caprichos (1797-1799) visitaron el Archivo Provincial de Teruel en junio de 2024, un año antes de que lo hicieran Los desastres de la guerra (1810-1820).

La muestra, que puede visitarse de viernes a domingo entre las 10.30 y las 13.30 y de 16.30 a 19.30 horas -horario de invierno del Centro Buñuel Calanda-, cuenta con el diseño gráfico de Pedro Yus (Tres Estudio Creativo), y tiene un precedente directo en Goya y Buñuel, los sueños de la razón, que pudo verse en febrero de 2018 en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, desde donde viajó a Zaragoza, Los Ángeles (EEUU), México y también Calanda, aunque en una versión reducida. En esa exposición ya se comparaban algunas referencias del cine de Buñuel a los grabados de Goya, aunque en especial Los desastres de la guerra y Los caprichos.

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