La Escuela de Arte de Teruel despide un nuevo año con color, volumen y creación

Antilopina Gussini es una artista italiana afincada en Teruel, para quien el arte es la única forma de comunicarse que conoce. En todas sus pinturas aparecen osos de peluche, no come nada que sea verde y grumoso y es una invención de diez estudiantes de Bachillerato de la Escuela de Arte de Teruel (EAT). Su obra y su trayectoria, completamente inventada, forma parte de Desde dentro, la exposición que ha acogido estos días con motivo del final del curso.
 

La EAT dio por clausurada este martes Desde dentro, la exposición anual con la que todos los finales de curso se muestran algunos de los mejores trabajos de todos los cursos y niveles educativos del centro, desde Bachillerato de Artes hasta el Ciclo Superior de Ilustración, pasando por el Ciclo Medio de Asistencia al Producto Gráfico Impreso.

Este año los trabajos han formado un crisol mucho más heterogéneo que en otras ocasiones, en las que se elegía un hilo conductor expositivo. En esta ocasión el título de la muestra colectiva Desde dentro hace referencia “a la creatividad, la ilusión y las ganas de aprender como engranajes que mueven la EAT”, explica uno de sus profesores, el ilustrador Jorge Rueda. “Su objetivo era ofrecer al público la oportunidad de asomarse a nuestro interior y contemplar toda esta maquinaria en acción”.

Pese a tratarse de trabajos de formación, en la muestra han podido verse piezas muy interesantes de diferentes disciplinas, desde el dibujo a lápiz a la videocreación, pasando por la escultura, el volumen, la música, el diseño, el arte digital o la reinvención del arte textil, a partir de la recreación de un traje tradicional ansotano a partir de ejemplares de DIARIO DE TERUEL. Paralelamente, la EAT editó Un punto, un nuevo número de la revista anual que desde hace más de una década extracta lo que ha dado de sí el trabajo de los estudiantes del centro, junto con interesantes reflexiones sobre el mundo del arte y del diseño por parte de los profesores.