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El CD Teruel suma y sigue, vence al Marbella (1-0), recupera el pulso de la liga y acecha el liderato El CD Teruel suma y sigue, vence al Marbella (1-0), recupera el pulso de la liga y acecha el liderato
Imagen de la celebración del equipo turolense tras la victoria de este domingo ante el Marbella

El CD Teruel suma y sigue, vence al Marbella (1-0), recupera el pulso de la liga y acecha el liderato

Un gol de Sergio Moreno a pase de Albisua deja otra victoria, la quinta de la temporada en diez jornadas

 

 

 

 

Marcó tres goles el CD Teruel en su victoria, otra más, la quinta del curso, en Pinilla ante el Marbella FC. Subió al marcador uno, no le suelen hacer falta más al equipo de Vicente Parras, que suma otra nueva portería propia a cero para confirmar que su hábitat natural superado ya el primer cuarto de competición en Primera RFEF está en las latitudes altas de la clasificación. Venció de nuevo en casa en la misma demostración de fiereza y cemento que ya se conoce por estos pagos, esta vez decorada con algunas pinceladas que dejaron además los mejores minutos de fútbol de la temporada.

Buena parte de ellos tiene que ver con lo que hace Albisua en el centro del campo. “Parece que no está nunca, y está en todas”, se escucha en la tribuna de Pinilla. Traducido al césped, eso significa que cada balón que asoma por su territorio, una vasta llanura que abarca desde la corona del área propia a la del área rival, pasa por su computadora para convertirse en algo útil para su equipo. En cada vez más ocasiones, pases ganadores, como el que le colocó a Sergio Moreno para que el navarro embocara el uno a cero. Era el minuto 22 de partido.

El equipo supo sujetar los momentos clave del duelo. Bykofoto / Antonio García

Hasta entonces, el Teruel había coloreado su habitual armazón con pie fino, velocidad en transición atacante que tuvo en Teddy y en Merencio, en su mejor partido como rojillo, los principales protagonistas. Del madrileño partió en el minuto dos ya un centro que aterrizó en Albisua, primera amenaza en chut al arco rival. Se fue arriba, como paró el portero otra muy similar que esa vez acabó Andrés, ya en el minuto diez. Y en la siguiente, la tercera bananita de Merencio acabó con un golazo de Teddy al segundo palo que no fue por orsay. Un minuto después mandó otra parecida Manel a la jaula desde su banda. También fuera de juego.

Así que al cuarto de hora el Teruel ya merecía ir por delante, lo lograría a los veinte minutos. Y quiso espabilar el Marbella, que empezó a tirar algunos contragolpes a lomos del velocista Omeheng, que probó un par de veces a Andrés desde su costado zurdo atacante. Como suele ser habitual, lo más fiable del equipo rojillo está en la zaga, y las pocas veces que Rodríguez tuvo apuros se los solventaban bien Nico o bien Abraham, con Relu apostado en esa línea de tres y Manel cerrando el canto izquierdo. A Rubén, que regresó a la portería, apenas hubo necesidad de verlo parar. Alguna vez le llegó algún balón a Rodri, viejo rockero ex del Zaragoza que engatilló arriba un buen servicio de Alcalde, camino ya de la media hora.

El papel de Hugo Redón

En el centro del campo del Teruel invicto en casa apareció ayer Hugo Redón, en teoría el último de la rotación de la medular, no es tan así para Vicente Parras. Titular en Pinilla, agradeció la confianza con un partido aseado no sólo con el balón, sobre todo en despliegue y carrera para guardar posición, robar y aparecer en rápidas transiciones como otra protagonizada por Merencio, ya camino del minuto cuarenta, que envió fuera. O una pared entre Manel y Sergio que el lateral no pudo finalizar con precisión.

Así que antes del descanso el Marbella era ya poco más que el orgullo de Alcalde en el medio, Escassi atrás y Rodri arriba. Y el Teruel, superior, pudo redondear el resultado con un remate de cabeza de Andrés a la salida de un córner forzado en el enésimo robo de balón de Albisua. Al receso, el marcador era favorable para el equipo local, pero bien podía pensar el cuadro costasoleño que el gol en contra era lo mejor que le podía pasar. Con eso, aún todo por decidir de cara a una segunda parte en la que, realmente, poco varió el escenario.

Básicamente, a la reanudación, lo que ocurrió es que el Marbella quiso acaparar el balón para ir creciendo en busca del empate. Y lo que se encontró es a un Teruel que, lejos de asustarse en ese escenario, lo asumió con naturalidad y empezó a vivir con tranquilidad desde su bloque medio. Claro está, es sencillo hacerlo cuando guardan las espaldas los centrales mudéjares. Los minutos de arranque del segundo acto fueron cosa de Relu, que robó rápido una para que Haritz le colocara el dos a cero a Teddy, se le adelantó un defensa marbellí antes de cantar gol. Pero también de Rodri, que forzó una oportunidad, la mejor visitante, que marró Cambra en el área chica.

Fue casi lo último que pudo hacer el Marbella, pues el aviso reenganchó al Teruel. Ayman ingresó al terreno de juego, y Albisua encontró otro amigo para buscarle al espacio. Poco después de la hora de partido el vasco le colocó al ariete cedido del Huesca una similar a la del gol de Sergio, el remate esta vez acabó en las manos del portero. Y mediada la segunda parte había ya pocas noticias malagueñas, así que Vicente Parras terminó de rearmar el equipo para tratar de asegurar la victoria en los veinte minutos finales de duelo; Blesa y Goyo al césped, y a seguir trabajando.

Vitamina G en la zurda

Cuando Medina entra en el terreno de juego, el efecto es inmediatamente revitalizante. Reconstituyente. De repente todo empieza a pasar por su banda izquierda, y con tendencia a que sea siempre favorable a su equipo. Nada más entrar, una pared con Blesa le plantó delante del portero, como la semana pasada en Ibiza; le volvió a negar el gol esta vez un zaguero rival. Y tres minutos más tarde anduvo detrás de una larga posesión por su perfil que acabó con dos centros, uno a cada lado, cuyo rechace dejó solo a Andrés en boca de gol, otra vez sin fortuna.

Sólo a pelota parada y en la ofensiva aérea final amenazó el Marbella. Zinho encontró un balón en el costado del área pequeña, que remató con timidez, pase a las manos de Rubén. A Eugeni, otro ex del Zaragoza, le cayó el cuero al borde del área tras un despeje corto que descerrajó directo al anfiteatro si lo hubiera. Aún más arriba mandó Alcalde la última, ya en tiempo de prolongación, en el que Ayman, Padilla y Blesa tocaron de billar para plantarse en el área de nuevo sin rematador. Poco importó.

Porque la quinta victoria del Teruel, 16 de los últimos 18 puntos, le coloca ya con 19 unidades en la segunda plaza de la clasificación, el primer perseguidor del poderoso Atleti B, que se deshizo ayer del Nàstic en Tarragona. Fue líder un rato el equipo mudéjar. Jugando como este domingo, podrá volver a serlo. Y si no, tampoco es un drama, porque el título para el equipo mudéjar será alcanzar cuanto antes los 50 puntos de la tranquilidad para repetir de nuevo en el bronce del fútbol español al curso que viene. 
 

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