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El derbi minero arde en La Vega (2-2) El derbi minero arde en La Vega (2-2)
El Utrillas se emplea a fondo para detener una acción ofensiva del Andorra. Aitana Rodríguez

El derbi minero arde en La Vega (2-2)

Utrillas reacciona en el último tramo del partido y rescata un empate ante un Andorra dominante

El derbi minero volvió a encender Utrillas en la décima jornada del grupo aragonés de la Tercera Federación. El choque arrancó con el himno de Santa Bárbara bendita retumbando en La Vega, un guiño a la identidad compartida de dos pueblos que viven el fútbol con la misma intensidad con la que vivieron la mina. Las dos aficiones respondieron con una intensidad propia de una cita marcada en rojo desde que sale el calendario. El Andorra llegaba al duelo después de haber sufrido su primera derrota de la temporada, un tropiezo que no alteraba la solidez que había mostrado en las semanas anteriores. Los locales, en cambio, afrontaban la tarde con una mezcla de ilusión y necesidad: el Utrillas seguía sin conocer la victoria y veía en el derbi una oportunidad para romper la dinámica. El choque, sin embargo, terminó dejando un sabor conocido para ambos. El marcador final, 2-2, añadió un empate más a la cuenta y mantuvo al Utrillas sin estrenar su casillero de triunfos.

Los dos equipos se saludan de manera respetuosa antes de que la pelota echase a rodar sobre el verde de La Vega. Aitana Rodríguez

La primera ocasión del partido en La Vega llegó nada más ponerse el balón en juego. Gracia se plantó ante la portería local en los primeros segundos, aunque su intento no encontró premio. Aquella llegada tan temprana no fue sino el aviso de lo que sería la primera parte: un Andorra dominador, decidido a llevar la iniciativa desde el inicio. Poco después, tras una falta peligrosa del Utrillas que llegó a inquietar a los visitantes, el conjunto minero encontró el camino del gol. En el minuto 12, Gracia abrió el marcador tras un pase de Villalba, aprovechando que la defensa utrillense se quedó completamente parada. Tan solo cuatro minutos después, y a raíz de otra falta, esta vez generada sobre Taboada cerca del área y ejecutada por Magu, Villalba firmó el 0-2. Un tanto que dejó dudas en buena parte de la afición local, que no vio claro que el balón hubiese entrado del todo, aunque el árbitro no dudó en concederlo.

Los dos equipos luchan por el control del esférico. Aitana Rodríguez

Un disparo del Utrillas que se estrelló en el palo en el minuto 19 obligó al Andorra a no levantar el pie y a mantenerse concentrado pese a la ventaja. Ese susto recordó a los visitantes que el partido no estaba ni mucho menos resuelto y que cualquier despiste podía meter al rival de nuevo en la pelea. A los pocos minutos, cuando el público ya vio dentro el que parecía el 0-3 y el segundo tanto de Gracia, la jugada quedó en nada: el árbitro anuló el gol por fuera de juego, para alivio de la grada local y frustración de los mineros, que habían celebrado el tanto.

El Utrillas, empujado por ese impulso, trató de apretar, aunque sin generar ocasiones de verdadero peligro que inquietaran a la defensa andorrana. En el tramo final del primer tiempo llegó el primer cambio obligado en los visitantes: Adán tuvo que abandonar el campo por lesión y dejó su sitio a Monta en el minuto 42. Con ese contratiempo y sin más movimientos en el marcador, se llegó al descanso.

La reacción del Utrillas

Comenzó la segunda parte, y ninguno de los dos equipos podía imaginar lo que les depararían los 45 minutos restantes. El Utrillas salió con ganas de cambiar la dinámica y realizó dos cambios de golpe: se retiró García y entró Argente, mientras que Muñoz dejó su sitio a Mirón. Estas modificaciones encontraron su efecto casi de inmediato. En el minuto 47, el Utrillas logró recortar distancias: Castro se encargó de anotar el primero para los locales. El gol llegó tras un intento de Gracia, que se plantó solo ante el portero y cuyo disparo fue detenido tras un toque del guardameta con la cabeza. Aprovechando el momento de desajuste en la defensa andorrana, Castro recogió el rechace y no perdonó, desatando la alegría de la afición de La Vega y dando aire a su equipo.

Mballo (Utrillas) y Taboada (Andorra), atentos a la reanudación del juego. A.R.

En el minuto 52, un disparo de Taboada puso en alerta a e hizo temblar a la afición local, aunque finalmente el gol no llegó a materializarse. El susto sirvió para despertar al Utrillas, que comenzó a reaccionar tras su primer tanto y a mostrar una versión mucho más intensa que en la primera parte. Más activos, concentrados y decididos a pelear cada balón, los locales empezaron a imponerse poco a poco en el terreno de juego. El Andorra, por su parte, parecía confiarse tras la ventaja inicial y fue bajando el ritmo, lo que permitió al Utrillas ganar terreno y confianza.

Ambos equipos generaron varias ocasiones de gol, aunque la fortuna no acompañó a ninguno de los dos. A medida que el partido avanzaba hacia su tramo final, comenzó otra oleada de cambios en ambos equipos. Por parte del Utrillas, Kombé dejó su lugar a Pelegrín, mientras que en el Andorra, Magu fue sustituido por Torrollo y Villalba por Lou. A pesar de algunas faltas, el colegiado no mostró tarjetas hasta el minuto 70, cuando Pardillos, del conjunto visitante, recibió la primera amarilla del encuentro. El Utrillas realizó un nuevo ajuste: Manau salió del campo y dio paso a Dabo Da Silva.

Gracias a estos movimientos y al cambio radical que había experimentado el equipo tras el descanso, el conjunto local logró empatar el partido con un segundo gol de Castro en el minuto 79, desatando la euforia de su afición. La tensión del derbi se intensificó y llegaron nuevas tarjetas, como la de Guía en el minuto 81, reflejo de lo disputado del encuentro.

Con el tiempo avanzando, los equipos siguieron moviendo fichas: el Utrillas sacó a Mballo para dar entrada a Porroche, mientras que el Andorra realizó dos cambios más: Gracia fue sustituido por Paulo y Guía por Mishu. Sin embargo, los últimos cambios no lograron alterar el desenlace del partido. Tras una primera parte excelente por parte del Andorra y una segunda mitad totalmente reactiva del Utrillas, el derbi turolense terminó con otro empate más, dejando a ambos equipos con la sensación de haber dado todo en La Vega, pero sin lograr inclinar la balanza a su favor.

Las dos aficiones vibraron con la propuesta de sus respectivos equipos. Aitana Rodríguez

En definitiva, el derbi minero volvió a dejar un empate que refleja la igualdad y la intensidad de los enfrentamientos entre Utrillas y Andorra. Los visitantes dominaron la primera parte con claridad, mientras que el Utrillas firmó una segunda mitad totalmente reactiva, logrando rescatar un punto que sirve de alivio tras tantas jornadas sin lograr la victoria. El partido ofreció emoción, alternativas y tensión hasta el último minuto, confirmando que los derbis turolenses siempre son una prueba exigente para ambos equipos.

Ahora, la competición continúa y ambos conjuntos deberán concentrarse en sus próximos compromisos. El Andorra se medirá fuera de casa el próximo domingo, enfrentándose al Robres a las 12:00, con la intención de mantener la solidez mostrada en La Vega y sumar nuevos puntos en su desplazamiento. Por su parte, el Utrillas viajará hasta Belchite, buscando romper la racha de empates y lograr por fin ese ansiado primer triunfo de la temporada. Dos partidos distintos, en localidades diferentes, que marcarán la continuidad de la lucha por los objetivos de cada equipo en este grupo aragonés de la Tercera Federación.
 

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