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Miguel Rivera: “No puedo reprochar a mis jugadores falta de entrega” Miguel Rivera: “No puedo reprochar a mis jugadores falta de entrega”
 Miguel Rivera, el jueves durante la sesión vespertina de entrenamiento antes del partido del sábado contra Manacor. J.L.R.

Miguel Rivera: “No puedo reprochar a mis jugadores falta de entrega”

El técnico del Club Voleibol Teruel reconoce que los resultados no está saliendo como se esperaba
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José Luis Rubio
El entrenador del CV Teruel y seleccionador nacional de voleibol, Miguel Rivera, es el capitán que dirige el rumbo del equipo naranja. Ahora afronta el momento más importante de la temporada con la disputa de los últimos partidos de la fase regular antes de que comience la aventura de los playoff.

-A falta de dos partidos para que termine la fase regular de la compleción, ¿qué balance hace de lo que se ha jugado hasta ahora esta temporada?

-Está siendo una temporada muy complicada, muy difícil, en la que los resultados  no están saliendo acorde a nuestras expectativas. Pero todavía tenemos por delante la parte más importante de la temporada para tratar de darle la vuelta. Al final, un playoff es la fase en la que se determina el campeón y, evidentemente, lo afrontamos con mucha ilusión.

-Todavía faltan por jugarse dos partidos de la liga regular, que serán los que determinen los cruces del playoff. Pocas veces ha sido tan incierto el desenlace como en esta ocasión.

-La igualdad está siendo la tónica general esta temporada. Prácticamente, todas las semanas ha habido alguna sorpresa y prácticamente todos los equipos que jugaremos el playoff nos hemos ganado entre nosotros. Al final, eso hace que hacer pronósticos de cara al playoff sea muy complicado.

-Si el  rendimiento del equipo este año no está siendo el esperado, ¿cómo de optimista se muestra ante el playoff?

-Yo juego todos los partidos para ganar. No sé salir a perder. Cada partido lo afronto con la ilusión, las fuerzas y las ideas claras para intentar ganarlo. Luego, la competición y nuestro nivel serán los que determinen si merecemos avanzar o no. Mi trabajo no es ese, es poner al equipo en la mejor forma posible para el playoff.

-Decía al principio de esta entrevista que el rendimiento del equipo no estaba siendo el esperado a principio de temporada. ¿Por qué ha pasado esto?

-Los resultados no están siendo los que podíamos esperar. Es verdad que hemos tenido muchos problemas físicos y, aunque por suerte no ha habido muchos casos de covid, sí que ha habido muchas lesiones, algunas de larga duración y otras crónicas durante toda la temporada. También hemos tenido muchas enfermedades más allá del covid con muchos casos de gastroenteritis, gripe y otras mil situaciones diferentes que no nos han permitido trabajar día tras día en la forma en que nos hubiera gustado. 
Puede sonar a excusa, pero es la realidad porque cuando en una semana no puedes entrenar ni un solo día seis contra seis llegas al fin de semana y te falta ese estímulo. Y cuando no se trata de una semana sino que ocurre durante un mes y medio o dos meses, al final se nota mucho y el nivel del equipo en esos dos meses cayó significativamente. 
El cierto que en algunos partidos no hemos podido rendir al nivel que nos hubiera gustado, pero la realidad  es que hemos tenido que jugar muchas situaciones diferentes como poner a Aharón (Gámiz) jugando de atacante dos partidos en la misma temporada cuando no lo había hecho nunca en los años que lleva en Teruel, o jugar con Thomy (Ereú) o Mariano (Vildósola) de líbero y Milan (Jovanovic) de opuesto.

-¿Competir en Europa ha resultado positivo?

-Tuvo su lado positivo y su lado negativo. Evidentemente nos metió un ritmo competitivo muy alto, pero eso también fue positivo porque nos hizo tener un estímulo también muy alto durante un periodo de la temporada importante. Enfrentarnos a equipos de otras ligas  siempre es un buen estímulo y medirnos con equipos de ligas más fuertes que la española como la belga o la griega nos permitió salir a quitarnos los complejos y demostrar que nuestro nivel más alto es un nivel  muy elevado. Ese ha sido el gran problema de la temporada, que hemos dado un nivel muy alto pero también hemos dado un nivel bajo.

-Seguramente ese nivel alto al que se refería se ofreció en los partidos europeos

-Yo creo que los dos mejores partidos del año fueron  consecutivos con el partido contra Guaguas en la liga y luego la vuelta contra Panathinaikos. No creo que los seis  partidos europeos hayan sido los mejores. 

-De hecho, este año ha dado la impresión de que el CV Teruel se crecía contra los rivales más fuertes y los equipos a priori peores daban la sorpresa.

-También hay que ver en qué circunstancias hemos llegado a según  qué partidos. Claro que hemos tenido derrotas muy dolorosas en casa ... pero hay que ver en qué circunstancias. Claro que nos dolieron mucho las derrotas en casa con Valencia o Boiro, pero la realidad es que llegamos como llegamos a esos partidos. La realidad es que yo en ningún momento puedo reprochar a mis jugadores falta de entrega o falta de profesionalidad. El algún momento o en algún partido puntual  puede haber habido falta de acierto, pero no falta de entrega, compromiso o trabajo. 

-Tras caer eliminados en la primera ronda de la Copa del Rey la situación se tensó dentro del club.

-Yo con el club no he tenido nunca ningún problema, al revés. El club me transmitió su confianza después de la Copa y yo se lo agradecí en su momento y no hay mucho más que decir.
Es normal que haya tensión cuando los resultados no salen, pero no solo en el club, sino también entre la afición y en el entorno. Es normal porque estamos en un club  que, por suerte, está muy acostumbrado a ganar y a estar arriba y en el que no es normal encadenar cuatro derrotas consecutivas. Por eso es normal que las inquietudes y los nervios lleguen y hay que saber gestionarlo y manejarlo. La realidad es que yo no he tenido ninguna tensión con el club. Mas bien al revés: he tenido una comunicación fluida con Carlos (Ranera) en todo momento  como cabeza visible de la directiva. Siempre me he sentido respaldado, querido y valorado por el club.

-Esta situación se produce casi al mismo tiempo  de su nombramiento como seleccionador nacional. ¿Cómo compagina el trabajo de entrenador de un equipo de Superliga con el cargo de seleccionador?

-Igual que lo he venido haciendo los últimos ocho años. 

-¿Es similar el trabajo de seleccionador que el de segundo entrenador?

-El rol sí, pero las atribuciones y la responsabilidades son diferentes. Pero el trabajo, al final, es el mismo porque tienes que dedicarle un tiempo de trabajo a la selección. En mi caso, hasta ahora era como asistente, evidentemente con menos responsabilidad  a la hora de la toma de decisiones pero en constante comunicación con Fernando Muñoz y con Ricardo Maldonado. La realidad es que yo siempre he compaginado mis dos ocupaciones laborales y nunca ha sido un problema. 

-¿En qué puede mejorar el equipo nacional con su llegada?

-Sería muy presuntuoso pensar que yo voy a hacer algo mucho mejor que lo que han hecho mis antecesores principalmente porque yo he estado dentro con los dos y he formado parte de ese cuerpo técnico y he participado en la toma de decisiones. Cada entrenador tiene que darle su sello personal y yo confío mucho en el crecimiento de la selección y de los jugadores  que la conforman. Muchos de ellos están en su momento óptimo de rendimiento por edad, madurez  o por su situación competitiva. Es un buen momento para asumir este reto.

-Este verano se pondrá al frente de la selección, pero ¿qué planes tiene para la próxima temporada?

-Nunca he tenido mucha prisa por hablar con el club. Normalmente lo hemos hecho hacia el final de temporada. Hay que agradecer tanto a la Federación como al club que hayan tenido problema para que yo compagine mis dos cargos, pero esto es deporte y nunca se sabe qué va a pasar. Yo no tengo ninguna prisa  por hablar todavía con el club y lo que tenga que llegar, llegará.

-¿En qué términos se conduciría esa conversación: continuidad o ruptura?

-Yo aquí soy muy feliz uy en Teruel está mi casa y mi familia. Llevo ocho años viviendo en esta ciudad y no tengo una necesidad imperiosa por salir. Sí que si me llega una oferta que mejore mucho deportiva o económicamente  mis condiciones, lógicamente tendremos que decidir en función de eso porque somos profesionales. Pero la realidad es que el día que me marche, ya sea mañana, dentro de tres años o dentro de treinta, siempre le estaré agradecido al club el que me diera la oportunidad de entrenar en Superliga cuando no tenía ningún tipo de experiencia, ha sido el que me ha permitido llegar a la selección nacional y ser quien ser hoy.

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