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Javier Sancho, humorista: “Conozco gente que hace deporte sin ganas, solo por no aguantar a los críos en casa” Javier Sancho, humorista: “Conozco gente que hace deporte sin ganas, solo por no aguantar a los críos en casa”
Sancho asegura que él también ha estado atrapado por el deporte alguna vez

Javier Sancho, humorista: “Conozco gente que hace deporte sin ganas, solo por no aguantar a los críos en casa”

El cómico presenta su espectáculo ‘Del deporte también se sale’ el 27 de enero, en el Teatro Municipal de Alcañiz
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El humorista Javi Sancho recala en el Teatro Municipal de Alcañiz el sábado, 27 de enero, a partir de las 20.30 horas, dentro del ciclo del Mes de la Comedia. Se trata de uno de los valores en alza de la comedia española, que llega asegurando que tiene la clave para que no hagamos el ridículo cuando nos decidimos a mejorar nuestro estilo de vida.

-’Del deporte también se sale’. ¿Qué hay detrás de esta frase?

-Hay un espectáculo muy divertido pensado para todos los públicos, en el que se habla de deporte pero de otras muchas cosas de la vida. El deporte es la excusa, pero ni siquiera hay que practicarlo para reirse, porque todos tenemos un hermano o una cuñada, cuando no somos nosotros mismos, los que estamos atrapados.

-¿Atrapados?

-Sí, ya sabes... personas que no hacía nada y de repente sin verlos venir te los encuentras en un polígono, haciendo crossfit y moviendo ruedas de tractor. La gente que se flipa mucho es divertidísima, porque se compra toda la equipación, invierte un pastón, y luego los ves superfelices en el polígono comiéndose un bocata de media barra.

-Entonces no es necesario controlar todos esos anglicismos del deporte moderno para disfrutar del espectáculo, ¿no?

-Nada, nada, qué va. Además yo estoy de parte de los que no tienen ni idea y miran con incredulidad a los que están atrapados en el deporte.

-¿El espectáculo es autobiográfico?

-Pues un poco. A mi siempre me ha gustado mucho la actividad deportiva, y llego un momento en el que lo natural era fundir mis dos grandes aficiones, deporte y humor, que son las dos cosas más saludables del mundo, para crear el espectáculo. De hecho este es mi tercer show propio, pero es el que más recorrido está teniendo y con el que más estoy girando.

-¿Se le da mejor el humor que el deporte? ¿O también tiene su pequeño palmarés medallista?

-Estoy a años luz, pero no porque sea la hostia en el humor, sino porque soy un verdadero patán haciendo deporte. Si tuviera que comer de eso, lo tendría bastante negro...

-¿Por qué las personas somos así? ¿Por qué pasamos de estar tumbados viendo la tele a querer hacer una ultramán o tres maratones seguidas?

-Es que no tenemos término medio. A todos nos llega un momento en el que nuestra vida comienza a estar un poco asentada, y de repente sentimos la necesidad de tener nuevos retos y nuevas metas para no dormirnos. Eso, o que de repente estamos casados o casadas con tres hijos, y no sabemos cómo pasar más tiempo en la calle. Yo conozco gente que hace deporte sin tener ganas solo por no tener que aguantar a los críos. Y también hay que tener en cuenta el factor social, porque el deporte, además del bienestar que genera por sí solo, te permite conocer a un montón de gente con la que luego, después de darte la paliza, puedes quedar a tomar algo.

-’Del deporte también se sale’ encierra una promesa para quienes acudan en busca de terapia. ¿Cual es la clave para hacer deporte pero no estar atrapado?

-Todo el mundo tiene que hacer algún tipo de actividad deportiva, pero con sentido común, sin volverse loco y encontrando el punto medio. Lo que no puedes hacer es vender la moto para comprarte una bici, pasar más tiempo en el gimnasio que en tu casa, o ir a Noruega para hacer una IronMan. Porque en esos casos siempre haces la carrera el primer día para quitártela de encima y luego que pillas cuatro o cinco para hacer turismo pero te tienen que ir paseando porque estás reventado. Barcelona está muy bien, pero ver la Sagrada Familia con agujetas no tiene nada de divertido.

-Su espectáculo tiene formato de monólogo... ¿es de los que improvisan o de los que tiran de guion cerrado?

-Hay que llevar un guion bien trabajado, claro, pero me encanta la improvisación en función de cómo está el público. El espectáculo dura unos 80 minutos pero si me caliento y tanto el público como yo estamos a gusto suele alargarse.

-No es la primera vez que visita Alcañiz...

-No. Hace algunos años estuve con Santi Millán, porque durante nueve años estuve girando con él y actuamos allí.

-¿Fue duro volar del nido tras estar con un maestro como Millán?

-La verdad es que era muy divertido, y echo de menos ir acompañado, comentar la jugada, y viajar con Santi, que es como mi hermano mayor.

-El monólogo no es el único formato que trabaja...

-Ahora mismo estoy grabando un podcast de humor con Daniel Fez para El Terrat, la productora de Buenafuente, y ya hicimos los dos otro que se llamaba Maemía, el podcast regulinchi, que estuvo dos temporadas.

-¿Le gusta ese formato? Debe de ser raro hacer humor delante de un micro que no se ríe, ¿no?

-Me gusta mucho ese formato, pero lo grabamos con público, porque a los cómicos tener gente delante nos facilita mucho la vida. Es como nuestra comida, lo necesitamos... No tener una referencia real delante de lo que está pasando hace que el humor sea mucho más complicado.

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