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Acompañando Teruel da el salto de la capital a la Sierra de Albarracín Acompañando Teruel da el salto de la capital a la Sierra de Albarracín
El presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales, las técnicos y el director de zona de Caja Rural

Acompañando Teruel da el salto de la capital a la Sierra de Albarracín

El programa para combatir la soledad cuenta con el apoyo de Caja Rural
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El programa Acompañando Teruel, una iniciativa para combatir la soledad, que se puso en marcha en Teruel hace un año, da ahora el salto a la provincia empezando por la Sierra de Albarracín. En nueve municipios de la comarca se va a lanzar una iniciativa piloto que con el tiempo se podría ampliar a otras localidades de la comarca y a otras zonas de la provincia.

Los responsables de la iniciativa la dieron a conocer en una rueda de prensa en la que participaron el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales y Culturales de Teruel, Pepe Polo; el responsable d zona de Caja Rural de Teruel, Juan Mangas, y las técnicos del programa, Samantha Gómez y Raquel González.

Acompañando Teruel surgió como relevo al programa Aislados pero no solos que se desarrolló durante el confinamiento. Después, se vio la necesidad de continuar desarrollando iniciativas para combatir la soledad no deseada y se lanzó el proyecto de la mano de la Federación de Asociaciones Vecinales y del Ayuntamiento de la capital, además de otras entidades colaboradoras.

Ahora, se ha visto la posibilidad de ir más allá e introducir el programa en el ámbito rural con Caja Rural de Teruel como compañero de viaje, gracias a un convenio que se firmó con esta entidad hace unos meses dotado con 6.000 euros.

Pepe Polo destacó que el programa se encuentra en fase experimental porque “no es lo mismo en la ciudad que en el medio rural”.

Para llevarlo a cabo se han puesto en contacto con la Comarca, con la que se va a mantener una reunión, así como con las trabajadoras sociales de la zona, las farmacias y los centros de salud, para que formen parte de la red solidaria y les ayuden a detectar casos. Los responsables del programa recordaron que no se trata de suplir el trabajo que hacen las instituciones, sino de ofrecer compañía, gracias a la labor del voluntariado.

La coordinación entre unos y otros se hará desde el programa. En Teruel se cuenta con una coordinadora que es psicóloga y ahora se suma otra profesional, también psicóloga, que atenderá a la Sierra de Albarracín. Gracias a la colaboración con Asiader se contará con una sede en Tramacastilla.

De los 25 pueblos que tiene la comarca se han seleccionado nueve, próximos entre sí en la zona central de la comarca para desarrollar el proyecto. Ahora, se va a llevar a cabo una primera toma de contacto, se va a dar información y se va a detectar necesidades en un momento en el que observan que los casos de soledad se han incrementado, porque con la pandemia se han dejado de hacer actividades que antes eran el punto de encuentro para las personas que viven solas en los pueblos de la provincia, la mayoría de ellos mayores.

El programa ha habilitado un correo electrónico y un número de móvil para contactar con ellos. Es el 682 031 429 y acompasierralbarracin@gmail.com

Paralelamente, el programa sigue su desarrollo en Teruel donde hasta junio había un equipo formado por 50 voluntarios y se atendían a 35 usuarios. Hasta diciembre se habían realizado 148 atenciones y solo entre enero y junio se habían alcanzado las 405, lo que demuestra que el programa es cada vez más conocido. En junio se realizó además una actividad grupal y la intención es que a partir de octubre, cuando el programa tenga su sede en el nuevo centro sociocultural de San Julián, se pongan en marcha diferentes actividades que complementen el trabajo que se realiza ahora. Desde el programa se pone en contacto a usuarios y voluntarios y pasean, juegan a las cartas, les acompañan al médico o simplemente charlan.

Como subrayó el responsable de Caja Rural la labor que hace este programa “es encomiable”  porque se centra en ayudar al que lo necesita y estar pendiente de los que tenemos  al lado, porque como dice el  refrán “más vale un vecino en la puerta que un pariente en la cuesta”.

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