

Europa mira al Jurásico Superior de Riodeva, que ha ligado su nombre a la paleontología mundial
Con sus más de sesenta yacimientos se ha convertido en un referente de este periodo de la era del Mesozoico con sus constantes hallazgos científicosLa rica paleontología de Teruel atrae a futuros profesionales con vocación
La Fundación Dinópolis descubre más de 250 huellas de saurópodos, ornitópodos y terópodos.en Ababuj
El nombre de la localidad turolense de Riodeva se hizo internacional a principios de este siglo cuando se produjo el hallazgo del dinosaurio más grande de Europa, Turiasaurus riodevensis, y desde entonces no ha dejado de tener proyección por los importantes descubrimientos y aportaciones científicas sobre el Jurásico Superior que siguen haciendo los paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Más de dos décadas después de que se iniciasen las excavaciones paleontológicas en este municipio, los descubrimientos siguen atrayendo la atención de la comunidad científica mundial, como la definición de una nueva especie de dinosaurio hace dos años o el hallazgo del cráneo más completo de un estegosaurio encontrado en Europa dado a conocer el mes pasado. El Jurásico Superior de Riodeva se ha convertido de esta forma en un lugar de referencia en el continente europeo.
Esta semana pasada las excavaciones de fósiles regresaron a Riodeva con el curso de Paleontología y Desarrollo de la Universidad de Verano de Teruel, pero los trabajos paleontológicos en esta localidad no han cesado desde que en el año 2002 la Fundación Dinópolis empezase a realizar prospecciones en el término municipal y en el verano del año siguiente abriese el yacimiento de Barrihonda-El Humero. Dos nuevos géneros de dinosaurios de grandes dimensiones, Turiasaurus y Oblitosaurus bunnueli, son algunas de las joyas que ha arrojado el mismo en todos estos años.
Es un yacimiento ya icónico de esta localidad y de la provincia, que esta semana pasada pudieron visitar los alumnos del curso de la UVT a la par que algunos de los más de sesenta afloramientos de fósiles inventariados, además de excavar en el denominado Carretera, junto a la vía de acceso al pueblo.

El municipio está ligado a los dinosaurios y hasta allí se acercan muchos turistas en busca de estos gigantes, con el mérito que eso tiene porque Riodeva no está en medio de una ruta sino que para llegar allí hay que ir de propio, como afirma su alcalde, Alfredo Soriano.
“El hallazgo de Turiasaurus riodevensis supuso para nosotros un antes y un después, no sólo por lo que ha supuesto turísticamente, sino porque nos han puesto en el mapa de la paleontología europea y mundial”, afirmó Soriano.
En opinión del alcalde, la subsede de Dinópolis ha sido un revulsivo y en el pueblo se han desarrollado en los últimos años diversos proyectos para atraer visitantes, como una ruta geológica y otra etnológica, “con aperos y lo que es un poco la historia del pueblo”.
“Como solemos decir nosotros, a Riodeva hay que venir, no se pasa”, comentó Soriano, que reconoció que el turismo se ha notado “mucho” sobre todo en el tema de restauración porque les faltan alojamientos. Se ha conseguido así que reviviese el pueblo, al menos por el movimiento de personas que se ve, ya que el número de habitantes no ha crecido pero se mantiene estable desde hace unos diez años.
Mantener la población
“Eso también es bueno, que al menos no perdamos población”, reconoció el alcalde, que aseguró que gracias a gente que ha llegado de fuera se ha podido estabilizar la población y mantener servicios como el colegio. Recordó que hace años con el cierre de las canteras pensaron que iba a ser un “cataclismo, pero a raíz de esto nos hemos ido manteniendo ahí en la cuerda y esperemos que poco a poco podamos ir cogiendo impulso y tener otras actividades en el municipio”.
Riodeva se ha convertido así en un ejemplo de que la paleontología es también un recurso de desarrollo para los pueblos pequeños, más allá de la importancia que para la comunidad científica mundial tienen sus hallazgos y tendrán, porque la Fundación Dinópolis no deja de trabajar en esa línea.
El director gerente de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, afirmó que hoy en día, casi un cuarto de siglo después de que los paleontólogos comenzaran a trabajar en este municipio, “Riodeva es un lugar clave para entender las faunas del Jurásico Superior de Europa, por la diversidad de fósiles que aquí hemos excavado”.
Se refirió a la gran variedad de saurópodos que se han extraído, con los turiasaurios a la cabeza al ser conocidos en todo el mundo puesto que han dado lugar a un clado llamado Turiasauria, pero también con otras familias de estos grandes dinosaurios cuadrúpedos de cuello y cola larguísimos, entre ellos los diplodócidos. Y a ello se suma la diversidad de los terópodos (dinosaurios carnívoros) que están apareciendo, representados en su mayoría por dientes, o los estegosaurios y los ornitópodos.

“Es un lugar, además, que es muy complementario a otros sitios en los que aparecen icnitas (huellas), y entonces como la formación geológica es la misma, lo que encontramos aquí, entre comillas, son los posibles productores de las pisadas que en otros sitios encontramos”, indicó, lo que convierte Riodeva en “un municipio clave para el conocimiento de las faunas del Jurásico Superior a nivel europeo y por lo tanto a nivel mundial”.
Se ha convertido así Riodeva en una ventana abierta a ese Jurásico Superior de hace 145-150 millones de años, “y no solamente desde el punto de vista de las faunas de dinosaurios, sino también de tortugas, sobre las que estamos avanzando en nuevos fósiles”.
A ello se suman los estudios geológicos y sedimentológicos que se han realizado con especialistas “para conocer el ambiente que había en aquella época cuando vivían los dinosaurios, algo que acaba siendo extrapolado a las reconstrucciones y la divulgación que se hace, que es posible gracias a los fósiles que se excavan”. Se produce así un constante avance en el conocimiento del Mesozoico. “Creo que la provincia de Teruel tiene que estar muy orgullosa de esto, a la riqueza paleontológica que tiene y al trabajo que se hace”, apuntó.
Pese al ambiente montañoso que se divisa hoy día en Riodeva, al cerrar los ojos tras haber estudiado su geología y sus fósiles, lo que ve Cobos son “ambientes muy del Caribe actual, un gran mar con no demasiado oleaje, un sistema deltaico y manadas de dinosaurios de diferentes grupos caminando por las orillas de ese mar”.
Al poner en imágenes todos esos trazos de los paleoambientes que aportan los estudios geológicos y paleontológicos, en Riodeva se perfilan “zonas de pequeños lagos con agua dulce en un ambiente tropical con una gran diversidad de dinosaurios emigrando en busca de alimentos, y carnívoros al acecho”.
Para el paleontólogo, Riodeva es “un gran lienzo jurásico” que contribuye a comprender mejor la historia de la vida y a “aprender mucho del pasado para intentar mejorar el futuro”. Recordó en este sentido que ha habido cinco grandes extinciones masivas a lo largo de los tiempos geológicos, “y ahora mismo estamos en la sexta, la única que está produciendo uno de los seres vivos existentes en este momento, que es el Homo sapiens”.
Es tal el volumen de fósiles que ha dado Riodeva que es imposible cuantificarlos, porque frente a las piezas completas también aparecen fragmentos y esquirlas, como ocurrió al principio con Turiasaurus riodevensis. “Miles seguro que los hay, porque en el propio yacimiento de Barrihonda, aunque sean fragmentos pequeños los que encontramos al principio, son esquirlas históricas, y las tengo grabadas en la mente como lo más importante que he encontrado en mi vida”, recalcó.
Destacó que esas esquirlas supusieron después el hallazgo de un dinosaurio que fue muy relevante. “Creo que incluso fue un punto de inflexión muy importante para la propia provincia de Teruel y no digamos para la Fundación Dinópolis”, señaló.
Investigaciones
El científico aseguró que las investigaciones no cesan por la gran cantidad de materiales que se han sacado en las excavaciones, y que aunque en el momento no trascienden a veces, cuando se estudian arrojan novedades valiosísimas.
Así pasó con los fósiles de un gran ornitópodo que se encontró en el mismo yacimiento de Barrihonda-El Humero donde apareció Turiasaurus. Los fósiles se excavaron en la primera década de este siglo, y fue hace dos años cuando se definió con ellos un nuevo género de dinosaurio en el registro paleontológico mundial, Oblitosaurus bunnueli, una vez preparado el material y hecha la investigación científica. A ello se ha sumado ahora su difusión, pues los fósiles se exhiben en el Museo Aragonés de Paleontología de Dinópolis y en la zona de Tierra Magna del parque paleontológico puede verse ya su reconstrucción de cómo era en vida.
Hace un par de años también aparecieron en el yacimiento El Carrillejo de Riodeva unas grandes vértebras que están siendo estudiadas por la Fundación, y que vuelven a constatar la importancia de los fósiles que se están encontrando, porque corresponden a diplodócidos.
“Este tipo de dinosaurios eran realmente más largos incluso que un turiasaurio, y no solamente los hemos encontrado aquí en Riodeva, sino también en el yacimiento de La Tejería en El Castellar”, comentó Cobos, que apuntó que en El Carrillejo, además de vértebras encontraron chevrones. “Todo esto es muy interesante, sobre todo porque prácticamente no hay diplodócidos a nivel europeo del Jurásico Superior”, comentó, el científico, que valoró también la importancia de los fósiles de estas edades “para extrapolar las faunas que aquí salen y estudiamos con lo que hay en otros lugares de Europa, como Portugal o la costa asturiana y la zona de Valencia, e incluso con Norteamérica para ver cómo fueron cambiando los continentes”.
Se mostró convencido por ello de que a pesar de que la propia Fundación Dinópolis describió en la década pasada lor primeros turiasaurios de Estados Unidos en el Cretácico Inferior, “en el Jurásico Superior de Norteamérica también hay turiasaurios y digamos que están clasificados de otra manera”.
Más de dos décadas después nada es lo mismo en Riodeva, tanto en lo que ha representado Turisaurus para el pueblo, como en los nuevos paradigmas científicos que ha establecido la Fundación Dinópolis. Cobos recordó a este respecto que cuando empezaron a excavar, según el mapa geológico se encontraban en niveles del Cretácico, hace 125 millones de años, mientras que hoy se ha establecido que la edad es de 145-150 millones de años y corresponde al Jurásico Superior.
Eso es lo que hace grande el parque paleontológico de Dinópolis “y no pare de crecer y tenga que seguir creciendo”. Ese es el motivo, indicó Cobos, de que “los dinosaurios europeos, y lo que significa la provincia de Teruel para esos dinosaurios europeos, formen parte de la segunda ampliación de Dinópolis”.
Una gran riqueza en las vitrinas
La labor que desarrolla la Fundación Dinópolis es como un círculo virtuoso. Los fósiles que llegan del campo pasan por los laboratorios para su preparación, lo que permite seguidamente que los paleontólogos acometan su estudio científico, con resultados como la definición de nuevos géneros, o aportaciones singulares al conocimiento de algunas especies. Y de ahí se pasa a la divulgación con su exposición en el Museo Aragonés de Paleontología.
Así ha sucedido con fósiles como los del nuevo ornitópodo del Jurásico Superior descrito hace dos años, Oblitosaurus bunnueli, y del cráneo más completo de un ejemplar de Dacentrurus, ambos encontrados en Riodeva y que hoy día son dos de las joyas que se pueden ver en las exposición del Museo de Dinópolis.
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