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Los bombos del Bajo Aragón, teloneros de Gloria Estefan con el latido de los territorios rurales Los bombos del Bajo Aragón, teloneros de Gloria Estefan con el latido de los territorios rurales
Los bombos del Bajo Aragón que cerraron la manifestación con el latir de los territorios rurales

Los bombos del Bajo Aragón, teloneros de Gloria Estefan con el latido de los territorios rurales

Los turolenses participantes en la movilización reclaman que se vea la realidad de sus pueblos y no se les destruya
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Los bombos del Bajo Aragón se convirtieron este domingo en teloneros de Gloria Estefan durante la manifestación Salvemos el mundo rural agredido celebrada en Madrid. Fueron solo cuatro los que se desplazaron, pero el sonar de sus instrumentos lanzó a los cuatro vientos con fuerza el latir de los corazones de quienes viven en el medio rural y resisten a pesar de ser tratados como ciudadanos de segunda. A pocos metros, la artista cubana daba un concierto gratuito y el tronar de los bombos se impuso y ocultó los ritmos caribeños. Los turolenses que participaron en la movilización aseguraron que no van a dejar de reivindicar los servicios en los pueblos, además de exigir ahora que no los traten como territorios de sacrificio enviándoles los macroproyectos industriales que no quieren en las ciudades y que “empuercan” las zonas despobladas para destruirlas.

Teruel tuvo una amplísima representación y participación activa en la movilización, tanto por parte de turolenses desplazados desde distintos puntos de la provincia como de los representantes del movimiento ciudadano Teruel Existe y de su instrumento político.

La presencia de Tomás Guitarte, exdiputado en el Congreso, atrajo la curiosidad de la prensa nacional al principio de la protesta, cuando se tomaron declaraciones a los diferentes representantes de las plataformas convocantes, más de quinientas en todo el país.

El ahora diputado autonómico Tomás Guitarte explicó a los periodistas que después de la manifestación del 31 de marzo de 2019 no se ha dado una respuesta adecuada a la España despoblada, y por el contrario se están utilizando estas zonas como territorio de sacrificio. Justificó que eso haya llevado al movimiento ciudadano a recurrir a la herramienta política para intentar cambiar la situación desde dentro de las instituciones.

Junto a Guitarte acudieron a la manifestación los otros dos diputados autonómicos de Teruel Existe, Joaquín Moreno y Pilar Buj, además de la vicepresidenta de la DPT, Beatriz Martín. Ernesto Romeo, del movimiento ciudadano, fue también la voz de Aliente, la coordinadora que agrupa a las plataformas que luchan contra los macroproyectos de renovables que destruyen los paisajes y acaban con los modos de vida tradicionales de muchos pueblos.

 

La plataforma de afectados por la minería en Teruel con una de las pancartas que prepararon para la protesta

Sin avances

Algunos de ellos se convirtieron en los que pusieron voz y rostro a la manifestación en los informativos, pero los protagonistas fueron los ciudadanos que con su presencia y carteles de denuncia llevaron la protesta a los pies de la Cibeles en el centro de Madrid. Su voz pudo ser escuchada por quienes querían oírla, y la idea común en todos ellos fue que hay que seguir saliendo a las calles, que la gente está cansada, pero no se puede dejar de hacerlo porque las mejoras anunciadas no se han producido, y por el contrario la situación ha empeorado al utilizarse sus pueblos para llevar lo que no quieren las ciudades.

Un protagonismo especial fue el que tuvieron Diego Moreno, Gerardo Villarroya, Ana Alloza y Lourdes Feliz, llegados del Bajo Aragón y que con sus bombos cerraron la movilización tras la lectura del manifiesto. Se convirtieron sin imaginarlo en teloneros de Gloria Estefan.

La Comunidad de Madrid había organizado en la plaza Colón un concierto gratuito de Gloria Estefan con motivo de las celebraciones del Día de la Hispanidad. Cuando empezó a leerse el manifiesto, de fondo se escuchaban los ritmos bailables de la cantante cubana, hasta que llegó el turno de los bombos, cuyo tronar se impuso en la Cibeles.

Con los bombos se representó el latido del mundo rural, coordinado por Amado Goded, portavoz histórico del movimiento ciudadano Teruel Existe. Tras el sonar de los bombos como si de un corazón se tratase, acompañado por las palmadas de los asistentes, Goded afirmó que “el corazón del mundo rural late fuerte en el pecho de sus gentes, seguid luchando y seguirá latiendo siempre”.

Los cuatro bajoaragoneses mostraron su “orgullo” de representar los sonidos semansantísticos de la Tierra Baja, y comentaron que tenían un “sentimiento muy profundo de poder luchar por nuestros pueblos y nuestros campos”.

En la Cibeles pudo escucharse más música reivindicativa y consignas llamando a los madrileños y a las ciudades a que abran los ojos ante lo que está pasando en los pueblos. “Queremos los molinos en la Puerta del Sol”, gritaron al unísono, fruto del hartazgo y de los atropellos que sufren, aunque Madrid este día no parecía estar muy atento.

“Lo que deberían hacer al menos es consultarnos si queremos placas o macrogranjas y cómo queremos vivir, que nos pregunten si estamos de acuerdo”, dijo Isabel Espés, de Samper de Calanda, quien se mostró realista y aseguró que después de esta nueva manifestación “no va a pasar nada”, porque no hay voluntad política de que cambien las cosas.

Pese a ello, Espés indicó que había que estar en Madrid protestando otra vez con plataformas de todo el país que denuncian la agresión al medio rural, “porque no hay políticas que planteen un futuro” para estos territorios, ya que “se especula con un terreno que cada vez está más vacío”. Añadió que había que hacer “políticas de verdad y proyectos para el medio rural, y no podemos estar en silencio porque van a seguir poniendo placas solares y eólicas”.

Pedro Villanueva, de Rubielos de Mora, manifestó que “tienen que cambiar las cosas y que nos hagan caso, porque aquí somos pocos pero estamos representando a mucha gente que no ha podido venir”.

Paula Navarro, del mismo municipio, añadió que “nos hacen falta servicios esenciales y que no seamos territorio de sacrificio donde vienen los proyectos que no quieren en ningún sitio al considerarnos ciudadanos de segunda”.

 

Presencia en la movilización de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel

Tomar medidas

Esta queja fue generalizada y se escuchaba de punta a punta de la manifestación. Así se expresó Montse Salesa, de Cuevas de Cañart, municipio afectado por las explotaciones mineras. “El Gobierno tiene que tomar un poco más en serio lo que se está haciendo en nuestra tierra porque nos están utilizando para desangrarnos”, dijo. Comentó que por su pueblo pasan a diario 500 camiones hacia el Levante llevándose allí la riqueza y sin dejar nada más que destrozos y molestias, lo que desincentiva a la gente a quedarse. “Están destrozando todo, hasta los acuíferos, y así es imposible vivir, nos están echando de nuestras casas”, concluyó.

Sergio Martínez, presidente de la Plataforma de afectados por la minería en Teruel, indicó que en esta movilización hacían un llamamiento a renovar la Ley de Minas de 1973, porque cuando se hizo no tenía en cuenta ni la sostenibilidad ni el impacto medioambiental, y es lo que se está aplicando ahora, pese a los daños que se producen en el territorio porque no se ha actualizado la legislación.

Denunció también el impacto que el paso de “cientos de camiones” tiene en sus municipios, destrozando las ya de por sí maltrechas carreteras por las que se ven obligados a circular. Solo por Aguaviva, comentó que cada día pasan 550 camiones de 40 toneladas. Y a eso se suma el problema del agua por los agujeros que hacen en los términos municipales, “que tocan el nivel freático y cambian el curso del agua”, además de secar las fuentes y el impacto visual que provocan en los paisajes. Confió en que la manifestación de este domingo “sirva para concienciar y que el territorio se movilice más”.

Ese impacto en los paisajes y en las actividades tradicionales que dan sustento a los pueblos es algo en lo que incidió también la presidenta de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, Ana Cortés. “Las administraciones se olvidan de que son un servicio a la ciudadanía”, manifestó, cuando lo que están facilitando es el destrozo del medio natural que ha sido sustento de los pueblos y cuya destrucción repercutirá también en las ciudades.

“Tenemos los mismos derechos que en las ciudades y no nos escuchan”, se quejó Cortés, quien pidió que se les vea “como espacios que son necesarios para la vida, también de las ciudades, porque sin ellos no podemos vivir”.

“Nos olvidamos del respeto a nuestras tradiciones y cultura, así como del cuidado que le debemos a la madre tierra, sin la cual nos vamos a la porra”, protestó la presidenta de esta plataforma, quien dijo que “no podemos destruir la naturaleza para hacer rentabilidad económica”. Parafraseó en este sentido a Antonio Turiel, quien afirma que nos hemos convertido en la única especie animal que se autodestruye porque no nos sale rentable hacer lo contrario.

Cortés aclaró que se quejan, pero que también plantean soluciones porque hay otras alternativas. Entre ellas se refirió a que los ayuntamientos puedan tener su generación eléctrica “sin que venga ningún fondo ante el que nos tengamos que poner de rodillas”.

Precisamente uno de los pocos alcaldes que acudieron, Juan Monclús, de Calaceite, se quejó de que con los pequeños municipios, “la política que hay ahora mismo es muy discriminatoria”. Reclamó “ser iguales que los otros porque debemos tener los mismos derechos, ya que al pequeño lo hacen cada vez más pequeño, y al grande más grande”.

Monclús reclamó infraestructuras y vivienda para que la gente pueda asentarse en los pueblos. Fue la fórmula que planteó también un vecino de Vinaceite, Manuel Royo, quien afirmó que si se hubiese hecho la A-68 se habrían solucionado muchos problemas.

 

Pancarta de rechazo al colonialismo energético

Soluciones

“Hay que meter transporte e industria, pero todo se aglomera en Zaragoza”, comentó Royo, quien consideró que los macroproyectos como las grandes granjas industriales “son pan para hoy y hambre para mañana”, mientras los hijos “se tienen que ir a la capital” y los pueblos se mueren, tal como se leyó en el manifiesto.

De opinión parecida fue Miguel Gracia, de Samper de Calanda, que argumentó que en el mundo rural se puede tener mejor calidad de vida con menos rentas, y lo que hace falta son servicios y vivienda. “Si los hubiese, mucha gente podría venir a vivir a ellos; el que tenga ojos que vea”, precisó. Era una opinión compartida por la inmensa mayoría de los asistentes a la protesta, con soluciones que en lugar de aplicarse se ignoran y se opta por invadir los pueblos con macroproyectos que no quieren en otros sitios, y que destrozan el territorio ahuyentando a sus pobladores.

Esa fue la clave de la manifestación de este domingo, que en lugar de haber dado soluciones se están utilizando las zonas despobladas como territorio de sacrificio por tener muy poca población. Fueron pocos, pero llevaron su voz hasta la Cibeles con el coraje de quien reivindica algo justo. Una resistencia convertida en esperanza para que se pare esa voracidad destructiva que ha surgido contra los territorios mientras hay quienes se echan tierra a sus propios ojos.

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