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Fórnoles, La Fresneda, La Portellada, Ráfales, Valdeltormo y Valjunquera piden que no se autoricen los proyectos eólicos Fórnoles, La Fresneda, La Portellada, Ráfales, Valdeltormo y Valjunquera piden que no se autoricen los proyectos eólicos
La afección al paisaje y a la vía verde de Val de Zafán, entre las alegaciones de los ayuntamientos

Fórnoles, La Fresneda, La Portellada, Ráfales, Valdeltormo y Valjunquera piden que no se autoricen los proyectos eólicos

Alegan incompatibilidad urbanística, afecciones al paisaje, a la economía y a los modos de vida locales
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Los ayuntamientos de la Comarca del Matarraña afectados por la instalación de parques eólicos están ultimando -si es que aún no los han tramitado ya- los informes urbanísticos de respuesta a la solicitud de autorización previa de los proyectos de generación eléctrica presentados por la empresa Capital Energy en este territorio (84 aerogeneradores de 504 MW de potencia total instalada). Fórnoles, La Fresneda, La Portellada, Ráfales, Valdeltormo y Valjunquera se oponen al proyecto y piden al Ministerio para la Transición Ecológica que no lo autorice. Todos han trasladado informes urbanísticos desfavorables.

Los argumentos esgrimidos por los servicios técnicos municipales y ratificados por las corporaciones locales son diversos y varían según el municipio, aunque también hay coincidencias. Una de ellas es que el modelo energético que representa la empresa pone en peligro un valor que en el Matarraña está protegido desde el año 2010: el paisaje.

Desde que en enero de 2020 el Ministerio para la Transición Ecológica iniciase el procedimiento de consultas previas del Clúster eólico de Capital Energy en el Matarraña, esta pequeña comarca de Teruel ha tomado posición frente a los proyectos eólicos de su territorio asemejándose a aquella  ficticia aldea de la Galia que imaginaron René Goscinny y Albert Uderzo en la que unos irreductibles galos resistían ahora y siempre al invasor.

Con  un plazo de 30 días para presentar alegaciones a un EIA de 10 Gigabytes y con una evidente falta de medios y de recursos para poder estudiar, analizar, comprender y redactar alegaciones en ese tiempo a la ingente cantidad de información técnica del proyecto, la mayoría de los pueblos afectados por el Clúster han acabado adhiriéndose al equipo de trabajo que se estructura en torno a la Asociación Gent del Matarraña y a Empresarios del Matarraña, con quienes colaboran expertos en distintas materias: medio ambiente, economía, arqueología, geografía y paisaje, etc.

Los municipios afectados por el Clúster han recibido en este año y medio la solidaridad de los pueblos vecinos, todavía no afectados por proyectos de eólica, pero que esta semana manifestaron su rechazo total a los proyectos de generación energética renovable en el pleno de la Comarca. También en sus respectivos plenos han aprobado declaraciones institucionales reclamando al Gobierno de Aragón una ordenación territorial de los recursos energéticos y al de España una moratoria en la implantación de proyectos de esta índole. La respuesta a estas solicitudes ha sido el silencio.

La petición de no autorización  administrativa de los proyectos dirigida al Ministerio se sustenta en los informes urbanísticos en el incumplimiento de distintas normativas ambientales o urbanísticas. El redactado por el Ayuntamiento de Valjunquera apunta al incumplimiento por parte del proyecto de Capital Energy de la normativa ambiental y urbanística vigente, además de su “incompatibilidad medioambiental”.

En su respuesta al Ministerio, Valjunquera alega desde afecciones a zonas de protección de la avifauna hasta otras sobre el paisaje; la incompatibilidad de la  construcción de los parques Céfiro y Argestes con la normativa urbanística municipal actual y la normativa subsidiaria en vigor de la provincia de Teruel; la falta de información en el EIA de la disponibilidad del recurso eólico,  “fundamental para poder determinar qué zonas tienen capacidad potencial para la instalación de parques de generación de energía eólica”; la ubicación de diversos aerogeneradores y líneas de evacuación eléctrica en el entorno de importantes yacimientos arqueológicos o de trincheras de la guerra civil, lo que  “desvirtúa” su puesta en valor o la proximidad a poblamiento disperso (a menos de 500 metros ).

El Ayuntamiento de La Fresneda también informa desfavorablemente a la puesta en marcha de parques eólicos, porque todos los aerogeneradores proyectados  se encuentran en “suelo no urbanizable especial”, donde “no cabe “ningún tipo de instalación” y, por tanto, “el proyecto es incompatible con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)”. Además, añade el informe municipal que “estas instalaciones atentan contra el paisaje, valor especifico que se ha querido proteger y se ha venido protegiendo desde que se aprobaron normas urbanísticas de ámbito municipal respondiendo a la voluntad de los  propios fresnedinos”.

Cerca de cascos urbanos

Algunas de estas consideraciones se repiten también en el informe urbanístico desfavorable del Ayuntamiento de Valdeltormo, que también menciona la proximidad (a menos de 650 metros) de los aerogeneradores eólicos de ciertos asentamientos de población ocupados durante todo el año. Además, enumera afecciones a la  “calidad de vida y salud” de sus moradores.

Igualmente, se detiene a analizar, aerogenerador por aerogenerador, las distintas incompatibilidades de su ubicación: desde la proximidad a la vía verde de Val de Zafán y a su estación de ferrocarril; al casco urbano  (entre 1.100 y 1.900 metros); afección a yacimientos arqueológicos y a zonas de trincheras de la guerra civil; proximidad a zonas de interés para la avifauna como el águila real o la invasión de la poligonal de los parques de áreas de interés paisajístico. Igualmente, este ayuntamiento alega que los ciudadanos de Valdeltormo rechazaron en una consulta popular la implantación de los parques por todas estas afecciones.

En Fórnoles junto a las alegaciones se adjuntará la moción aprobada por unanimidad en el pleno municipal en la que se solicitaba una moratoria en la implantación de proyectos de renovables y que demandaba la no declaración de utilidad pública de estos proyectos. “Enviaremos junto con ello todas las alegaciones redactadas por el técnico medioambiental”, añadió Jorge López Esteban, teniente de alcalde.

En el caso de La Portellada, la alcaldesa, Gloria Serrat, confirmó que el informe se está terminando de redactar. “Junto a todas las alegaciones genéricas, añadimos nuestras propias particularidades, como que tenemos una zona de anidamiento de águila perdicera junto al enclave de El Salt y que hay aerogeneradores a escasa distancia de núcleos dispersos”.

“Sobre las personas y su vida”

El escrito remitido por La Portellada al Ministerio destaca que los parques eólicos son un riesgo y suponen impacto sobre el paisaje, que está protegido en la Comarca a través de la Carta del Paisaje aprobada el 30 de junio de 2010.

Asimismo, enumera las afecciones sobre “la flora, la fauna autóctona, la salud, los yacimientos arqueológicos y la economía local”. Para el Ayuntamiento de La Portellada, “la masificación de centrales eólicas comportará trágicas consecuencias no solo sobre nuestros paisajes y entornos naturales, sino también  sobre las personas y sus modos de vida”.

Este ayuntamiento, a su vez, cuestiona el análisis llevado a cabo en el EIA, señalando que no aprecian un análisis profundo sobre las afecciones en la economía, el turismo, la agricultura, la ganadería, el comercio, los servicios o la construcción.

También el Ayuntamiento de Ráfales ha emitido un informe desfavorable a la solicitud de autorización previa y al EIA. El documento, en este caso, acaba de tramitarse.

El Ayuntamiento de Ráfales ha incorporado todas las alegaciones genéricas de otros ayuntamientos relacionadas con el paisaje y la protección a la salud de las personas, ha argumentado “incompatibilidad urbanística” de los proyectos de generación masiva de energía eólica, según explicó el concejal Juan Soriano, y ha añadido otras consideraciones particulares como “la afección a especies protegidas como el alimoche o el águila perdicera”, que tienen zona de campeo y cría en el entorno del municipio.

Por otro lado, según explicaron fuentes de la Asociación Gent del Matarraña, aunque la publicación del EIA en el BOE se produjo a finales del mes de agosto, la que recogió el Boletín de la Provincia es de una semana posterior, por lo que el plazo para alegar terminaría el 20 de octubre.

El Salt de La Portellada, en cuyas proximidades se ubicarán algunos aerogeneradores eólicos.

Remarcan 15 deficiencias en el análisis de los impactos del proyecto

El Pleno de la Comarca del Matarraña también aprobó esta semana el documento de alegaciones que presentará a la solicitud de autorización previa del Ministerio para la Transición Ecológica y al Estudio de impacto Ambiental (EIA) del Clúster eólico del Matarraña que promueve Capital Energy. La institución comarcal ha presentado distintas consideraciones al proyecto, entre ellas 15 deficiencias relacionadas con el análisis de los efectos que tendría la industria energética eólica en el territorio.

El documento, de 80 páginas, arranca con una alegación que cuestiona la capacitación del equipo redactor para abordar todas las temáticas contempladas en el EIA, al no estar firmado por un técnico capacitado colegialmente como tampoco están visados por ningún colegio profesional  los resultados de los estudios.

La disponibilidad de suficiente recurso eólico también se pone en cuestión en las alegaciones. El Ministerio demanda en sus instrucciones que se aporte un estudio del recurso eólico real en la zona que no se ha incluido en el EIA, según señala la institución en su informe, que argumenta que los datos estadísticos que constan en el estudio ambiental son una estación meteorológica virtual que se tilda de “fantasmagórica’, puesto que su posición tampoco queda identificada. Igualmente, no se aportan datos científicos que avalen las velocidades de viento estimadas en el EIA. Esas velocidades, además, “no identifican las alturas” a las que están tomadas. En total, en referencia al recurso eólico, el documento cita hasta 15 consideraciones distintas a tener en cuenta.

Documento de Alcance

Por otra parte, la Comarca evidencia “deficiencias graves en el inventario ambiental del EIA” que no cumplirían con el Documento de Alcance elaborado por el Ministerio para la evaluación ambiental.

Según la institución, el EIA no incluye estudio del recurso eólico real, no establece condiciones preoperacionales de contaminación lumínica, no ha realizado campaña de caracterización del ruido ni se consideran los efectos de éste sobre la salud humana, como tampoco se ha realizado una cuantificación electromagnética. Igualmente, no se analizan los impactos sobre el paisaje, al no haberse cartografiado los elementos demandados en el Documento de Alcance, a la vez que se minusvalora la Carta del Paisaje del Matarraña, que valora este como un recurso de desarrollo local y comarcal. En este apartado, también enfatiza el informe de la institución que el EIA adolece de un estudio de los riesgos de incendio o fenómenos meteorológicos extremos. Sobre esta cuestión, el EIA señala que, “en el ámbito de estudio, ésta no es una zona con un número alto de incendios”, y que  “no se ha identificado en Aragón ningún fenómeno atmosférico de especial relevancia en los últimos años” , cuando, según alega la institución comarcal en su escrito, “el riesgo de incendio de gran parte del área en consideración es evidente y público en buena parte de los periodos estivales”.

Errores

El documento de alegaciones evidencia déficits en el proyecto como la falta de conocimiento serio del territorio, al incluir el EIA en su Anexo 12 las localidades de Alcañiz, Caspe, Valdealgorfa, Belmonte de San José y Maella en la Comarca del Matarraña (cuando no lo son) y no incluir, por ejemplo, Valderrobres, que es el municipio que ejerce, además, de capital territorial.

Otro dato destacable es que el anejo relacionado con el ‘Estudio socioeconómico’ de los parques realzado por la empresa Basoinsa SL en abril de 2021 contiene información que se refiere a la Sierra de Alcaraz y campo de Montiel, Andévalo y Alcaraz en Albacete, que “poco tiene que ver con la Comarca del Matarraña”. Además, “no hay ni un solo dato socioeconómico de las tierras de Cataluña por las que discurren las vías de evacuación” de toda esta energía eólica.

Los impactos

Por otra parte, la Comarca del Matarraña considera que la evaluación de los impactos del EIA es “insuficiente’ por que tampoco “valora el impacto de las distintas alternativas, sólo lo hace de la escogida”, además de que “hay manifiestas incongruencias entre el contenido del texto respecto a determinadas evaluaciones de impacto”.

Asimismo, enfatiza que “la valoración de los impactos es muy descriptiva, sin que se justifique la calificación final en compatible-moderado-severo-crítico’, por lo que “sin una valoración objetiva de los impactos y algunos de ellos analizados sobre un ámbito territorial erróneo (como es el caso del impacto socio-económico) es totalmente imposible decidir si los asociados a la construcción, funcionamiento y desmantelamiento de los parques serán compatibles con la conservación de los valores “ambientales del territorio.

En relación a los impactos sobre la economía local, el documento destaca que el EIA ha realizado un análisis somero. “Las características de la economía local son determinantes a la hora de determinar la aceptabilidad de los parques eólicos”, señala el escrito, que pone de relieve las consecuencias negativas que el desarrollo de centrales eólicas tendría sobre  el territorio. En este aspecto, enfatiza que “la trayectoria de la comarca como destino turístico-residencial se vería seriamente comprometida con la instalación masiva de aerogeneradores en la forma de macroproyectos de forma extensa”. Alude a la apuesta por el turismo y por la protección del paisaje que viene recogida en la Carta del Paisaje aprobada en el año 2010.

 

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