Castillo de Aliaga: 5.736 metros cuadrados que atesoran una historia que muy pronto vera la luz

El Castillo de Aliaga ocupa una superficie de 5.736 metros cuadrados, según un estudio realizado recientemente por un equipo formado por estudiantes del Lycée de l’Atlantique en colaboración con Arcatur (Asociación para la Recuperación de los Castillos de Teruel) y a petición del Ayuntamiento de Aliaga. Se trata de una cifra más elevada que los 4.000 que se calculaba que tenía y además atesoran bajo tierra una parte importante de la historia de la localidad y de toda la provincia de Teruel.

En el proceso de toma de información, que se ha prolongado durante cinco días, los estudiantes de Formación Profesional de Topografía han realizado 1.500 fotografías con dron y han recopilado miles de datos a través de la estación total que permitirán un modelado en 3D para lograr reproducir hasta el mínimo detalle de la fortaleza. Con este modelado, el consistorio quiere construir una maqueta que permita ver el estado en el que se encuentra actualmente el castillo y la forma que va adquiriendo a medida que se desarrollen las labores de excavación y recuperación.

El presidente de Arcatur, el historiador Rubén Sáez, especificó que estos levantamientos topográficos y fotogrametrías que se van a realizar a partir del material recopilado serán fundamentales a la hora de abordar la intervención en la fortaleza. También ayudarán en la prospección arqueológica a partir de imágenes para localizar restos constructivos sobre el terreno.

Sáez comentó que, de momento, han detectado que el castillo tenía dos fosos fuera del recinto amurallado y que se trata de una construcción de gran relevancia: “Sin duda es la fortificación militar más compleja de toda la provincia”, aseguró.

Seis metros de escombro

La reciente excavación en Montalbán del castillo templario les ha permitido constatar que se trataba de infraestructuras “totalmente construidas, hasta el último metro cuadrado”, dijo el responsable de Arcatur. Indicó además que la fortaleza puede acumular hasta seis metros de altura de escombros, por lo que la información que contiene entre sus ruinas es ingente y todo el trabajo de campo realizado por el equipo francés será de gran ayuda antes de actuar sobre el monumento bélico.

En este sentido el alcalde de Aliaga, Sergio Uche, comentó que el castillo se abandonó al ser bombardeado y es posible que sus restos arrojen mucha luz sobre las formas de vida durante su ocupación.

Precisamente las múltiples estructuras que conserva pese al bombardeo al que fue sometido es un indicativo, según Sáez, de que se trataba de una “fortificación espectacular”  que el experto comparó con la de Loarre, en Huesca.

Arcatur ha colaboración con el Lycée de l’Atlantique prestándoles planos y documentación antigua y explicándoles la historia del castillo. Los trabajos se desarrollaron entre el 17 y el 21 de octubre y en Aliaga estuvieron un total de quince estudiantes que ahora completarán la investigación con el procesado de los datos ya en Francia.