Síguenos
Las salinas de Armillas: Francés de Aranda legó las rentas a  los pobres de Teruel con la Santa Limosna (y III) Las salinas de Armillas: Francés de Aranda legó las rentas a  los pobres de Teruel con la Santa Limosna (y III)
Panorámica del estado actual de las salinas de Armillas

Las salinas de Armillas: Francés de Aranda legó las rentas a los pobres de Teruel con la Santa Limosna (y III)

Las salinas fueron una gran empresa en todos los sentidos durante muchos siglos
banner click 236 banner 236

Miguel Morte Royo/Armillas

Los anteriores artículos sobre las salinas de Armillas abarcaron hasta la donación “real” de las mismas a Francés de Aranda. La historia continúa.

Francés de Aranda era hijo de unos nobles y hacendados de Teruel (sus padres fueron el caballero Pedro Fernández de Aranda y Sancha Pérez Ricos, que pertenecían a la pequeña nobleza). A los 15 años Francisco de Aranda entra de paje en la corte del rey Pedro IV el Ceremonioso (1336-87), al servicio de los infantes D. Juan y D. Martín, y luego como caballerizo mayor (hazemilero) de ellos, con los que vivió y para los que trabajó durante gran parte de su vida. Así surgirá una fuerte amistad con los mismos, además de una larga y próspera carrera diplomática de Francés de Aranda. Carrera que continuará luego con los Trastámara Fernando I y Alfonso V.

Francés de Aranda también prestó importantes servicios durante algunos años al Papa Benedicto XIII (el aragonés Pedro Martínez de Luna),tanto en Aviñón como en tierras italianas o de la Corona Aragonesa, participando al más alto nivel en decisiones que afectaban al Estado, a la Curia, al reino de Aragón o a toda la Corona, como es el caso del Compromiso de Caspe en el que fue uno de los dos representantes por parte del reino de Aragón, a instancias del Papa.

El día 11 de agosto de 1383 el entonces infante Martín el Humano y su mujer María de Luna le hacen donación de las salinas en Gelsa. El motivo explícito son los servicios prestados por Francés de Aranda a la corona, y parece ser que también los cuantiosos préstamos de dinero que F. A. les había dejado para financiar las costosas campañas militares, no sabemos si solo él o también su familia.

Balsa segunda y conjunto de eras en su estado actual

Las relaciones de Francés de Aranda con Juan I (rey de 1387 a 1396), aunque al principio fueron muy buenas, en 1389 se torcieron considerable y peligrosamente por la muerte del infante Fernando. Tran la muerte de Juan I, Francés de Aranda logró recomponer las relaciones con el nuevo rey Martín I el Humano.

En 1402 Francés de Aranda hace testamento y deja las rentas y emolumentos de las salinas de Armillas a los pobres de Teruel. Más tarde, en 1427, donará las rentas de una era a los pobres de Armillas. En dicho testamento también estipula la forma de distribución de las rentas, la administración y gobierno de las salinas, las personas que intervendrán, las condiciones en que lo harán, y para cualquier otra cosa a este respecto, se reserva Francés de Aranda modificar o añadir a su libre voluntad lo que desee ( lo que determinará en 1421 mediante carta pública).

A continuación, especifica que es el fundador de las salinas de la Limosna de Santa María de la ciudad de Teruel, que están bajo la protección, régimen y gobierno de los regidores de Teruel. Se incluye el compromiso de los regidores y protectores de las salinas, en el lugar de Armillas (aldea de Teruel), de componer un libro sobre la fundación y administración de las mismas.

En 1421, Francés de Aranda también establece las ordenanzas o reglamento de la Institución y Distribución de la Almoyna de Santa María de Teruel. El texto recoge la presentación a los regidores del Concejo del “instrumento público” de la donación, ordenación y disposición de la limosna de las salinas de Armillas, en favor de los pobres vergonzantes de Teruel. Se beneficiaban a perpetuidad de la producción de 61 eras de las salinas, pero con el tiempo se irán construyendo más eras.

Finalizó sus días como cartujo en el monasterio de Portaceli de Valencia.

La atención a los pobres es de suponer que fuera un cometido tanto del concejo como de las parroquias. Las funciones económicas del concejo de Teruel eran muy amplias desde antiguo, entre las que se encontraban algunas competencias sobre el control de las donaciones a establecimientos eclesiásticos, y por lo tanto era un órgano del que Francés de Aranda no podía prescindir para cumplir con la legalidad y a la vez realizar el cometido que se proponía con la fundación.

La extensa y minuciosa redacción de las ordenanzas, implicando sobre todo al concejo y a la iglesia de Santa María, para que sus rentas llegaran hasta los pobres de la ciudad, denota tanto un afán de perdurabilidad como de institucionalización y control de la gestión de las salinas y sus rentas, lo que busca mediante el amparo y compromiso de las dos instituciones más importantes y estables de la ciudad.

Ingresos para el Concejo

Para el Concejo de Teruel supuso una importante afluencia de dinero cada año, cuando la circulación monetaria era escasa, que se distribuía entre los pobres y también entre las personas que gestionaban la Santa Limosna. Hay que recordar que la sal siempre se pagaba en moneda. Con esta institución la ciudad de Teruel tenía asegurado nada más y nada menos que la asistencia económica gratuita a sus pobres, o casi gratuita, la remuneración de un grupo significativo de cargos, y tenía una ayuda inestimable para un problema social que podía ser muy importante.

Para Armillas además del dinero que dejaban, aportaban una importante carga de trabajos de distinto tipo. Había un administrador en el pueblo, con personal de servicio, en Armillas había cargos, oficios y funcionarios que de otra manera no hubieran estado, en las propias salinas había una casa con guarda y trabajador (dato recogido en las “matriculaciones” del S. XVIII), dos grandes almacenes de sal, cuadras etc. Generaba un volumen importante de trabajo de albañilería, carpintería, peonaje para las barridas de sal, y para la elaboración de gran cantidad de utillaje que era necesario para los trabajos.

Por otro lado, la distribución de la sal a los alfolíes que suministraba Armillas generaba un importante trasiego de personas, caballerías y enseres, de actividad económica y social.

Las salinas fueron una gran empresa en todos los sentidos, durante muchos siglos. En 1421 las rentas anuales suponían 5.000 sueldos jaqueses, pero en el arriendo de 8 de junio de 1441 ya eran 6.000.

Las salinas continuarán estando en manos de La Santa Limosna de Teruel durante varios siglos de forma continuada y estable. Salían a subasta pública cada cinco años, lo que suponía no solo un incremento de rentas sino también cambios frecuentes de administradores.

Hacienda Real

En 1708 las salinas fueron incorporadas a la corona mediante una recompensa de 26.000 sueldos jaqueses anuales. La gestión y administración pasarán de la Santa Limosna a la Hacienda Real, debió suponer un cambio trascendental tanto para los gestores civiles y eclesiásticos de la ciudad de Teruel, para los pobres de la ciudad, como para el pueblo de Armillas y sus pobres. La Santa Limosna no había perdido la propiedad de las mismas, pero la Hacienda Real no solía realizar los pagos de la renta estipulada o bien lo hacía con muchos años de retraso.

Las salinas serán desamortizadas en el siglo XIX siendo de propiedad privada desde entonces. Pascual Madoz atribuye a mediados del siglo XIX a Armillas una riqueza industrial de 44.000 Reales de Vellón. Estas salinas eran las segundas de la provincia en producción, tras las de Arcos de Salinas.

Entre 1936 y 1952 las salinas estuvieron paradas. En 1952 según un informe de José Alfaro, dice que el pozo tiene 5 metros de profundidad, que había 172 eras y que la producción era de entre 150 y 170 Tm anuales, con un valor de 900.000 pesetas. A finales de 1972 dejaron de estar en funcionamiento.

El redactor recomienda