Síguenos
Aragón Sonoro arrasa en Alcañiz con récord de asistencia de 12.000 personas en tres días Aragón Sonoro arrasa en Alcañiz con récord de asistencia de 12.000 personas en tres días
El artista Arey, durante su concierto del sábado al mediodía en la plaza del Mercado. Theseo Estudios

Aragón Sonoro arrasa en Alcañiz con récord de asistencia de 12.000 personas en tres días

El traslado de escenarios al Cuartelillo supera con nota el examen logístico que supone el evento
banner click 236 banner 236

Ni el cambio de ubicación por las obras de la plaza de España, ni las dudas de última hora, ni siquiera la coincidencia con otros eventos como Monegros. Aragón Sonoro ha vuelto a dar la talla un año más. La edición de 2025 además de desarrollarse “sin contratiempos”, marcó un nuevo techo de asistencia y organización, nunca antes visto. Más de 12.000 personas pasaron por sus escenarios desde el jueves hasta el sábado. Con conciertos abarrotados en el nuevo Cuartelillo, en Mendizábal y en la plaza del Mercado, la cita confirmó su crecimiento sin perder su propia identidad, esa que tanto les ha caracterizado desde hace seis años cuando todo comenzó: un festival urbano, gratuito, y cada vez más profesionalizado con una cartelera de música indie, pop y rock, única con estas características.

Luis Costa, su director, lo resumía como “más afluencia que nunca, ningún incidente y el mayor equipo humano hasta la fecha. El cambio de escenario era un examen, y lo hemos superado con nota”.

Una programación de diez

La programación ofreció momentos para todos los públicos y todos los gustos. El arranque lo protagonizó Sidonie en el anfiteatro de Pui Pinos, en el único concierto de pago, pero las 750 entradas se agotaron. No faltaron sus temas más coreados como Fascinado o Carreteras infinitas, aunque hubo momentos muy íntimos y especiales cuando el grupo se descolgó del escenario y, guitarra en mano, se mezclaron entre el público para cantar en acústico entre los asientos.
 

La calle Alejandre, uno de los puntos más abarrotados con Florida & Hermosso. Theseo Estudio

El viernes trajo el grueso del cartel con una noche de contrastes. La Guardia abrió evocando los 80 con Mil calles llevan hacia ti y Cuando brille el sol, mientras Marlena puso al público a cantar y emocionarse con sus letras sobre relaciones y rupturas. En su actuación hubo incluso espacio para la espontaneidad: una joven fue levantada y balanceada por la multitud durante uno de los temas. “Nunca habíamos tenido tanta gente ya en el primer grupo de la noche”, destacó Costa. La sesión cerró con Erin Memento y los DJs Tupe y Diego Aguas.

El sábado la actividad arrancó en la plaza del Mercado con conciertos diurnos de Viki Lafuente y Arey, mientras por la noche el Cuartelillo volvió a registrar lleno total con Veintiuno, Karavana, Barry B y el fenómeno veraniego Florida & Hermoso, que congregaron a centenares de personas con su set desde un carrito, camisas hawaianas incluidas. Algunos asistentes llevaban camisetas personalizadas diseñadas solo para el festival.

Además de lo nacional, una de las señas de identidad de Aragón Sonoro es su apuesta por los grupos de la comunidad autónoma. Lejos de rellenar cartel, su presencia ha sido estratégica. En esta edición, artistas como Viki Lafuente, Arey y Erin Memento encontraron su espacio ante un público que respondió con atención y aplausos. “Es uno de los aspectos que más me gusta personalmente: que la gente descubra aquí grupos aragoneses que luego sigue escuchando en casa”, afirmó Costa.

Para muchos asistentes, esos momentos más cercanos en la plaza del Mercado o por las calles de la ciudad ofrecieron una experiencia tan valiosa como las grandes actuaciones. La programación diurna ganó peso y permitió extender el ambiente del festival más allá de la noche, implicando también a comercios y bares durante todo el día.

Ana Ros, que acudió desde Zaragoza con amigas, lo tuvo claro en su segundo año de festival. “Sabemos que volveremos. Nos encanta la música y aquí se vive de otra forma”. Como ella, miles de personas encontraron en Alcañiz una alternativa cultural gratuita y de calidad.

Desde el principio, uno de los grandes retos que afrontaba esta edición del festival era técnico: desplazar el escenario principal de la plaza de España al Cuartelillo, un espacio más amplio pero con mayor complejidad operativa. La decisión, motivada por obras en el centro histórico, generó cierto escepticismo. Sin embargo, el resultado fue inapelable: mayor capacidad, mejor distribución de flujos y una atmósfera que conservó la cercanía del casco urbano.

A más asistentes, más personas encargadas de la logística. El equipo duplicó efectivos respecto a anteriores ediciones. “Pasamos de tener un escenario durante dos horas a coordinar tres escenarios, barras, accesos, merchandising, puntos de información, DJs, terrazas...”, explicó Costa. También se puso en marcha una terraza reservada a patrocinadores en el antiguo Casino, como medida para reforzar la sostenibilidad económica ante el encarecimiento general de servicios.
 

La Guardia rememoró sus temas de los 80 y 90. Aragón Sonoro

Turismo y ocupación

Los efectos del festival se notaron desde el jueves. Hoteles, casas rurales y apartamentos turísticos colgaron el cartel de completo no solo en Alcañiz, sino en localidades cercanas como Valmuel, Puigmoreno o incluso Castelserás, aunque es cierto que todo se concentró en mayor volumen en la capital bajoaragonesa. “Se estaban reservando habitaciones a más de diez kilómetros”, señalron desde Empresarios Turísticos del Bajo Aragón.

La afluencia no solo benefició al núcleo urbano. Costa hizo un llamamiento para que el público explore también los establecimientos fuera del centro. “Hay bares a cinco minutos andando que tienen buen producto y espacio. Hay que animar al público a bajar y repartir el consumo”. Aunque también se mostró satisfecho en este sentido.

Desafíos

Los desafíos no son menores. La carencia de una estructura estable —especialmente cubiertas para los escenarios— limita la capacidad de maniobra ante el mal tiempo. “Con un poco de lluvia hay que parar. Hay que pensar ya en infraestructuras más robustas: carpas, estructuras técnicas, cubiertas profesionales”, explicó Costa. También están sobre la mesa aspectos como la accesibilidad, la mejora del sonido en algunas zonas y la viabilidad económica del modelo gratuito.
 

El Cuartelillo, abarrotado de asistentes durante esta edición. Aragón Sonoro

El debate no es si crecer o no, sino cómo hacerlo sin diluir lo que ha convertido a Aragón Sonoro en algo especial: su ubicación urbana, su mezcla de públicos y generaciones, y su accesibilidad real.

La organización es consciente de que el éxito conlleva nuevas exigencias. “Cada año subimos entre un 10 y un 12% en asistencia. Eso obliga a repensar los formatos y el equipo que tenemos hasta el momento”, concluyó Costa.

La concejal de Festejos, Marta Alquézar insistió en que el Ayuntamiento “hace un esfuerzo económico muy grande para que esto salga adelante. Necesitamos más apoyo del Gobierno de Aragón y de la DPT si queremos seguir creciendo”.

Destacó también el excelente rendimiento de las empresas proveedoras de sonido, seguridad y montaje, a las que calificó de “diez” y valoró en general la edición con entusiasmo. “No hay palabras, se han superado todas las expectativas, tanto en lo logístico como en afluencia”. Subrayó que este año, a pesar de perder la plaza de España como epicentro habitual, el festival logró llenar simultáneamente las tres ubicaciones principales —plaza del Mercado, Mendizábal y Cuartelillo— algo inédito hasta este momento.

El redactor recomienda