De ‘asexual’ a ‘transgénero’, 93 definiciones de la libertad y la diversidad sexual

Transexual, queer, pansexual o demisexual hacen referencia a realidades que llevan siglos conviviendo con nosotros pero que hasta tiempos muy recientes no han tenido carta de identidad. La progresiva -y casi siempre lenta- apertura de las sociedades a la diversidad sexual ha hecho necesario definir y diferenciar cada una de esas realidades. Y con el objetivo de darlas a conocer al público general dos mujeres turolenses, Sandra Bayón y Carolina Cañada, proyectan publicar Un abecedario con orgullo, algo así como un diccionario con 93 términos propios del colectivo LGTBIQ+. Ambas han puesto en marcha un crowfunding en la dirección edita.es/projects/un-diccionario-con-orgullo/, que aspira a reunir los 5.500 euros necesarios para lanzar la publicación. Tras algo más de una semana ha reunido el 25% de los fondos necesarios, y la campaña permanecerá abierta hasta el 1 de febrero. Si finalmente el proyecto sale adelante, la idea es lanzarlo para primavera y presentarlo el 23 de abril, para el Día del Libro.

La obra pretende ser algo más que un diccionario académico, “porque por sí solo pensé que sería un peñazo” afirma Sandra Bayón, que es una de las autoras y presidenta de la asociación estatal de familias de infancia y juventud trans Chrysallis.

Así que el libro no solo incorporará ese glosario con 93 términos explicados, sino también un microrelato por capítulo -cada capítulo corresponde a una letra del alfabeto-, una relación de las 44 banderas que representan a los diferentes colectivos junto con su historia y evolución, y un cronograma con las efemérides más destacadas de la comunidad LGTBIQ+.

 

Por si fuera poco el libro contará con las ilustraciones de Carolina Cañada, artista turolense y profesora de Educación Plástica. “Somos amigas desde hace tiempo, hemos trabajado juntas en algún proyecto y las dos somos igual de kamikazes a la hora de lanzarnos a un proyecto”, cuenta Bayod. “Por su estilo de dibujo supe que este libro lo tenía que ilustrar ella incluso antes de proponérselo”.

Los microrelatos están interconectados y forman una historia a partir de los mismos personajes, que va evolucionando a través de la narración. “Y cada capítulo hace referencia a los términos del colectivo que se explican en él, en función de la letra que designa el capítulo”.

La idea de escribir este Abecedario con orgullo surgió a raíz de las charlas sobre diversidad sexual que Sandra Bayón ofrece en centros educativos junto a Sergio Marco. Dentro de las dinámicas que diseñan suele haber un momento en el que se explican las diferentes definiciones sobre las que el público tiene dudas. “Y en una de esas formaciones una chica nos sugirió que debería de habe un diccionario que las explicara”, recuerda Sandra Bayón. “Lo cierto es que en internet hay muchas definiciones de todos los términos, pero yo no he encontrado un diccionario como tal que reuna todas las importantes, así que decidí recoger el guante y lanzarme a hacerlo realidad”.

Los microrelatos ofrecen una nueva dimensión, la que muestra que las personas del colectivo, estén bajo la bandera que estén y se sientan definidos por un término u otro son gente corriente, con sentimientos habituales y aficiones comunes a toda la población. “No son extraordinarios, ni raros ni nada. Simplemente son. Son y sienten como cualquier otra persona”.

Sandra Bayón asume que la multiplicidad de términos y de banderas del colectivo genera en algunos casos confusión y hasta rechazo. Pero pone un ejemplo que los desmonta por completo: “A nadie le parece raro que haya una palabra y una bandera para cada Comunidad Autónoma, que represente a los aragoneses o a los murcianos, y que a su vez estos estén representados por la bandera de España. Y que otra bandera, la de la Unión Europea, represente a españoles, franceses o italianos. Pues esto es lo mismo”. Así, la obra explica las 44 banderas que existen, su historia y evolución, así como las de la bandera arcoiris que engloba a todo el colectivo.

 

Sandra Bayón entiende ese rechazo inicial porque “antes” ella también lo sufría: “Yo pensaba, ¿por qué tanta diferenciación? Pero Sergio Marco siempre dice que lo que no se nombra no existe. Aunque algo sea real, tiene que tener un nombre para que exista de verdad”. Por otro lado tampoco hay que pertenecer al colectivo LGTBIQ+ ni ser un genio para incorporar un centenar de palabras a nuestro vocabulario y ser capaz de manejarlas con propiedad, “solo ser un poco curioso y tener un poco de ganas de aprender”, asegura Sandra Bayón.

“Yo no me siento representada por ninguna de las definiciones que contiene el libro, pero también tengo mi propia bandera, que es superchula”, explica la turolense. “Me la enseñaron estudiantes del IES Frances de Aranda. Es la bandera arcoiris con una A de alidas en el centro, y representa a toda la gente que creemos en la libertad sexual de las personas”.