Síguenos
No es mágico, es corriente No es mágico, es corriente
La bola de plasma basada en un invento original de Nikola Tesla solo es uno de los dispositivos con los que puede interactuase en la exposición. MA

No es mágico, es corriente

La exposición ‘Descubriendo los misterios de la electricidad’ recala en la capital turolense
banner click 236 banner 236

¿Se imagina tener todos los electrodomésticos de la cocina ordenados sin que haya un mar de cables por la encimera? ¿Carreteras autoconducibles que impulsan a nuestro automóvil sin necesidad de repostar? ¿Objetos que levitan como por arte de magia y tubos metálicos que lanzan rayos y chisporrotean como si la varita de Harry Potter cayera dentro de la lavadora? Pues no imagine porque no es nada mágico, sino corriente. Corriente eléctrica y electromagnetismo, para ser más exactos. Son los protagonistas de la exposición didáctica Descubriendo los misterios de la electricidad, que podrá visitarse gratuitamente en el antiguo Banco de España de Teruel hasta el próximo 15 de octubre.

La exposición está formada por una docena de máquinas ideadas y construidas por profesores y estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza como apoyo para el trabajo en las aulas. Los profesores de la EINA Antonio Usón y Jesús Letosa acudieron este jueves a Teruel a la presentación oficial de la exposición, donde explicaron que llevan 30 años dando clase a ingenieros y que “la enseñanza de los campos magnéticos es muy abstracta porque no pueden verse, por lo que estos experimentos y este tipo de máquinas tienen mucho valor para nosotros tanto para explicar los conceptos teóricos como para que los alumnos demuestren sus conocimientos”, según Letosa.

Con los años la EINA ha ido acumulando aparatos y comenzó a generarse un interés por verlos en funcionamiento por parte de centros educativos e incluso particulares. “Así que se nos ocurrió la idea de utilizarlas para hacer una exposición divulgativa sobre electromagnetismo para todos los públicos”.

En dos años la exposición ha viajado a once localidades aragonesas con un público total de unas 12.000 personas, financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). En su versión más completa incluye visitas guiadas e incluso espectáculos teatrales relacionados con la ciencia. Y está obteniendo un éxito de público incontestable en parte porque está pensado para todos los públicos, desde técnicos e ingenieros que conozcan bien los procesos hasta familias con niños y legos que tengan curiosidad y capacidad de sorpresa.
 

Pablo de Jaime, Beatriz Martín, Inmaculada Plaza y Jesús Letosa (de izda. a dcha.), en la exposición del Banco de España


En esos dos años, Letosa asegura que las máquinas de rayos son las que más suelen interesar al público por su espectacularidad. Las chispas sorprenden y admiran al más pintado. Desde la clásica bola de plasma con la que se puede interactuar, que sigue siendo tan hipnótica como cuando la patentó en 1894 Nikola Tesla, hasta la bobina inventada por el propio Tesla -que sustenta el principio en el que se basa la bola-; una máquina de Whimshurst o un generador de Marx capaces de generar electricidad a partir de la fuerza cinética de bobinas metálicas.

No le van a la zaga las máquinas de levitación, en las que aunque uno no puede interactuar con ellas puede verse una pesada llave grifa suspendida en el aire o una bailarina girando sobre sí misma sin que toquen ningún elemento físico, gracias a procesos como la suspensión magnética o la levitación magnética y electrostática.

El tercer gran ámbito de la muestra es de la transmisión inalámbrica de energía, y allí puede verse un pequeño circuito similar a un Scalextric donde la pista alimenta el motor de un pequeño automóvil sin transmisión física, o una maquina que utiliza un campo magnético para iluminar una lámpara en función de que el usuario se acerque o no a él.

En realidad son procesos que, aunque parecen mágicos o futuristas, son en realidad naturales y completamente rutinarios en buena parte de la tecnología que hoy en día usamos todos los días, pero cuyos principios fundamentales siguen siendo bastante desconocidos por el público en general. Es por eso que siguen causando estupefacción siempre que uno se enfrenta cara a cara a ellos.

Todas las máquinas tienen una cartela con una breve explicación del fenómeno al que se refieren, y un código QR con el que es posible acceder a más material didáctico. Además la web granteatroelectrico.unizar.es contiene explicaciones detalladas, audioguías y material divulgativo para consultar antes, durante y después de la visita a la exposición.

 

Máquina de Whimshurst, capaz de generar un arco voltaico por la rotación de dos bobinas planas

Estética ‘steampunk’

La exposición no se queda en un mero catálogo de ingenios electromagnéticos para manipular, sino que además se ha musealizado proporcionándole una atractiva estética steampunk que recuerda a los viejas casas de los horrores circenses del siglo XIX, o a un cine de época que proyectara El hotel eléctrico de Segundo de Chomón, el turolense pionero en el uso del cinematógrafo y los efectos especiales.

Esa musealización surgió como un Trabajo de Fin de Grado de Delia Ardoz, estudiante del grado de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Producto de la  Universidad de Zaragoza, dirigido por el profesor Eduardo Manchado, y a lo largo del tiempo se ha ido enriqueciendo con diferentes aportaciones.

Además los ilustradores Francisco Meléndez y Virginia Martínez han confeccionado este año un catálogo que imita los pequeños libros de notas manuscritos de finales del siglo XIX.

La muestra está producida por el equipo docente de Electricidad y Magnetismo (Edemuz) del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Zaragoza, y financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).

Beatriz Martín, vicepresidenta primera de la Diputación Provincial de Teruel, recordó durante la presentación que, con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses (IET) y el Servicio Provincial de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón visitó localidades como Alcañiz, Gea de Albarracín y Alcorisa a lo largo del año pasado. “Gustó tanto que varios centros educativos nos pidieron que viniera a Teruel, así que en esta ocasión hemos seguido el camino contrario al más habitual, y en lugar de sacar propuestas desde Teruel a los pueblos, ha venido de los pueblos a Teruel”. Ahora permanecerá dos semanas en Teruel capital abierta -de 11 a 13 horas y de 17 a 19 horas todos los días, incluyendo sábados y domingos- para todos los públicos. Inmaculada Plaza, directora del IET, remarcó que “se ha hecho un esfuerzo para abrir el máximo de tiempo posible para que nadie que quiera visitarla se quede sin hacerlo por disponibilidad horaria”. El IET ofrece ayudas económicas para el transporte a aquellos centros educativos que soliciten visitarla.

Pablo de Jaime, jefe de la Unidad de Programas del Servicio Provincial de Educación, valoró muy positivamente la muestra porque “sitúa en su verdadero contexto la ciencia y la electricidad, a través de un trabajo muy divulgativo y manipulativa que hace fácil lo que en apariencia es difícil”. “Es para estar muy orgulloso porque todo este material surge de lo que los propios profesores han ido poniendo en marcha para enseñar a sus alumnos”.

 

La bobina de Tesla que puede verse en la exposición

El redactor recomienda