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Rosario Raro, escritora y ganadora del premio Azorín de novela con su último trabajo: “Con 60 conflictos armados, esta novela que es un grito pacifista me parece muy necesaria” Rosario Raro, escritora y ganadora del premio Azorín de novela con su último trabajo: “Con 60 conflictos armados, esta novela que es un grito pacifista me parece muy necesaria”
Rosario Raro presentará este viernes día 6 su novela en Teruel. Javier Ocaña

Rosario Raro, escritora y ganadora del premio Azorín de novela con su último trabajo: “Con 60 conflictos armados, esta novela que es un grito pacifista me parece muy necesaria”

La autora presentará su última novela, ‘La novia de la paz’, en el Casino de Teruel el viernes a las 19:00 horas
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Cruz Aguilar

Rosario Raro (Segorbe, 1971) acaba de ganar el Premio Azorín de Novela con su última propuesta, La novia de la paz. La presentará este viernes 6 de junio, a partir de las 19:00 horas, en el Casino de Teruel.

-Sus novelas siempre hacen viajar al lector. ¿A dónde nos lleva en 'La novia de la paz'?

-Los escenarios son el sur de África, sobre todo Mozambique, cuya capital, en 1901, se llamaba Lorenzo Márquez. También aparecen territorios en litigio entre los bóeres y el Imperio Británico, además de la India, Londres y el norte de Escocia. Así que tenemos muchas excusas para viajar con la imaginación a través de las páginas de La novia de la paz. Y, quién sabe, tal vez esos viajes se conviertan en reales, como ya ocurrió con Volver a Canfranc, que dio lugar a una ruta literaria que incluso recibió el premio a la mejor experiencia turística de Aragón en 2021. Me gusta que mis libros no se acaben en la última página.

-¿Es tarea de los escritores dar a conocer lugares o personas?

-Sin duda. En mis seis novelas, todas basadas en hechos reales, hay una intención de rescatar sucesos y personajes que deberíamos tener más presentes. Creo que sí, que tenemos un deber moral en ese sentido.

-En esta ocasión, se inspira en la figura de Emily Hobhouse. ¿Quién fue?

-A Emily la llamaríamos hoy activista, aunque en su época no se usaba ese término. Llegué a ella por casualidad, mientras leía sobre Gandhi. No sabía que sus ideas de no violencia y resistencia pasiva provenían de Tolstói, a quien Gandhi pidió apoyo. En una carta que escribió desde la cárcel, Gandhi hablaba de Emily Hobhouse y la describía como alguien que fue capaz de encender la conciencia del mundo, que conmovió a millones y quiso declararle la guerra a la guerra. Me impresionó. Me pregunté cómo era posible que alguien así fuese tan poco conocida.

-¿Es importante dignificar figuras de mujeres olvidadas como Emily Hobhouse?

- Absolutamente. Muchas de las personas olvidadas o borradas de la historia han sido mujeres. Mujeres que llevaron a cabo hazañas que no se esperaban de ellas y que, por seguir su voluntad en lugar del destino que se les había trazado, pagaron un precio social. Fueron condenadas por atreverse a pensar y a ser libres.

- La novia de la paz ha sido galardonada con el prestigioso Premio Azorín de novela. ¿Supone esto un nuevo punto de inflexión en su carrera?

-Espero que sí, y que sea para bien. Un premio como este multiplica a los lectores. Muchas personas me están diciendo que me han descubierto gracias al Azorín y que, tras leer La novia de la paz, quieren leer mis otras novelas. Además, un premio actúa como un filtro: los lectores lo ven como una garantía. Pero lo más emocionante han sido los cientos de mensajes de cariño que he recibido. Muchos decían que se les saltaron las lágrimas de alegría al conocer la noticia y toda esa corriente de afecto me ha hecho muy feliz, al final es lo que te queda.

-¿Cómo se ha documentado para escribir la novela?

-Emily Hobhouse no dejó de escribir y sus diarios y cartas ofrecen una documentación rica y accesible. Me parece que reconstruir un personaje a través de su escritura nos da un retrato bastante fiel. Además, como curiosidad cuando presenté la novela, el escritor José Manuel López Blay me dijo que ese día se cumplían exactamente 160 años del nacimiento de Emily. Sentí que había una conexión, una armonía. Y en estos tiempos, publicar una novela que es un grito pacifista me parece muy necesario, dados los más de 60 conflictos armados actuales.

-¿Cree usted que la literatura puede ayudarnos a concienciarnos más que otros medios?

-Creo que quienes leemos este tipo de historias ya estamos concienciados. Hay personas que son impermeables al sufrimiento ajeno, y eso es desolador. Las guerras siempre las arman los mismos y siempre mueren los mismos. En la novela digo que la guerra es la misma, sólo cambia de tiempo y de lugar. Es terrible que en pleno siglo XXI sigamos en este estado de barbarie.

-Teruel ha sido un escenario habitual para la presentación de sus novelas. ¿Qué relación tiene con los lectores?

-Muy buena. Aunque soy de Segorbe, he estado vinculada a Aragón desde siempre. No he faltado a la Feria del Libro de Teruel desde 2015, y este año se han cumplido diez ediciones. Me siento muy conectada con los lectores turolenses, y lo mejor es que ese vínculo crece año tras año.

-¿En qué proyecto literario se encuentra inmersa ahora?

-En estos momentos estoy completamente absorbida por la gira de promoción, que llamo con humor el Rarotour. Me piden artículos sobre La novia de la paz, sobre cómo surgió la idea, y estoy escribiendo sobre todo ello. Pararé a finales de julio, no tanto por descansar yo, porque estos encuentros me llenan de energía, pero creo que también es necesario parar. Dedicaré agosto a pensar en el próximo proyecto. Mi intención es sorprenderos otra vez.

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