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La subasta de palcos para la Merienda recauda 8.989 euros, 476 más que en 2024 La subasta de palcos para la Merienda recauda 8.989 euros, 476 más que en 2024
Un momento de la tradicional subasta de palcos para la Merienda de este domingo, ayer. Bykofoto/Antonio García

La subasta de palcos para la Merienda recauda 8.989 euros, 476 más que en 2024

El palco más caro, el de la DPT, se dispara hasta las 150.000 pesetas (900 euros)
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La subasta de palcos para la Merienda del domingo en la plaza de toros recaudó este año 8.989 euros (476 más que el año pasado), o 1.497.000 pesetas si nos ceñimos a la cifra que se dio en el salón de plenos del ayuntamiento de Teruel. Y es que, un año más, cuando la alcaldesa, Emma Buj, preguntó si la puja debía ser en euros o en pesetas, los participantes decidieron mantenerse fieles a la tradición y hacer sus ofertas en la desaparecida moneda española.

El consistorio volvió a llenarse este sábado del ambiente propio de las grandes ocasiones para uno de los actos más esperados del año por los turolenses. Con el delegado de la CARTV en Teruel, José Miguel Meléndez, como subastero, la subasta de palcos reunió a vecinos y representantes institucionales en un ambiente completamente distinto al que se suele vivir en el espacio donde se reúnen los representantes políticos.

Entre estos últimos, el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco; el portavoz de Vox en las Cortes de Aragón, Alejandro Nolasco; el presidente de la Diputación Provincial, Joaquín Juste; la diputada en el Congreso por Teruel, Raquel Clemente; la senadora por Teruel, Carmen Pobo; y representantes de instituciones de ámbito local, comarcal, provincial y regional.

La habitual sobriedad institucional dio paso al festivo bullicio en busca de un palco en el que disfrutar con espacio (y con sombra, según la ubicación) de un buen regañao y una bebida fría este domingo en el coso turolense.

Tras los abrazos, besos y deseos de “Feliz Vaquilla” de rigor entre los asistentes, el acto comenzó al filo del mediodía con el salón de plenos lleno hasta la bandera y casi más asistentes de pie que sentados.

La de este año ha sido una subasta marcada por las 150.000 pesetas (900 euros) hasta las que se disparó el palco de la Diputación Provincial. Este año, la institución provincial tuvo que defender su sitio frente a la competencia y acabó adjudicándoselo por esta cantidad, pese a que al principio se estancó y parecía que ni siquiera iba a alcanzar las 87.000 pesetas (523 euros) del año anterior.

Las pujas de este año comenzaron a la baja: el primer palco se adjudicó por 44.000 pesetas (264 euros) frente a las 52.000 (312 euros) del año pasado; el segundo por 45.000 (270 euros) frente a las 59.000 (354 euros) de 2024; y el tercero por 53.000 pesetas (318 euros) cuando el año pasado se recaudaron 60.000 (360 euros).

Begoña, Nuria, Carmen, Doris, Pilar y Yashira, con sus entradas para el palco. Juan Saura


Una dinámica que se mantuvo hasta la parte final de la subasta, en la que los últimos palcos superaron por primera vez las cifras ofrecidas el año anterior. Si bien fue más por las pujas bajas de esa edición que porque las de este año fueran especialmente altas.

Por ejemplo, el palco 29 se adjudicó por 33.000 pesetas (198 euros) frente a las 13.000 (78 euros) del año pasado. Unas cantidades que se repitieron, en ambos casos, en el palco número 30.

Entre los afortunados con un palco para la Merienda de este domingo se encontraban grupos de amigos, como Begoña, Nuria, Carmen, Doris, Pilar, Yashirq y José Carlos. “Llevamos viniendo a la subasta desde hace cinco o seis años. Cada año le toca a una del grupo pujar, y esta vez me tocó a mí”, contó Yashira, que vive en Venezuela, y que ha venido a la ciudad unos días para pasar las fiestas.

“Estaremos de lujo en el palco, muy bien. Es una experiencia muy bonita, muy de aquí. Cada año la vivimos con la misma ilusión”, añadieron. Todas siguieron las instrucciones de su “director”, como le llaman en broma José Carlos, que coordinaba su estrategia de puja.

Tradición familiar

Ángela, en cambio, vivió esta edición de forma muy emotiva. “Este palco lo voy a disfrutar con mis nietos. Mi marido ya no está con nosotros, pero sigo la tradición”, explicó. Tras tres años sin participar, volvió acompañada por su hija, sus nietos y hasta las parejas de estos. “Los diez asientos están ocupados”, aseguró.

 

Ángela con toda su familia tras la subasta de palcos. Juan Saura


Su nieta Luna recordó los inicios: “Con seis años ya venía a la subasta con mi abuela. Me decía: “puja ahora”, y yo levantaba la mano. Para mí, es una tradición muy bonita que seguimos manteniendo en familia”.

Desde 2023 cada palco incluye diez entradas, dos más que en ediciones anteriores, lo que permite ampliar los grupos. Con los balcones repartidos y el ambiente festivo ya instalado en la ciudad, Teruel se prepara para vivir la Merienda del domingo.

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