Síguenos
Persona, animal o cosa: los disfraces para la merienda disparan el ingenio de los peñistas Persona, animal o cosa: los disfraces para la merienda disparan el ingenio de los peñistas
El albero de la plaza de toros se llena de peñistas disfrazados durante la tradicional merienda del domingo de la Vaquilla. Javier Escriche

Persona, animal o cosa: los disfraces para la merienda disparan el ingenio de los peñistas

La plaza de toros se convierte en el epicentro de la fiesta en la tarde del domingo de la Vaquilla
banner click 236 banner 236

Persona, animal o cosa son las tres categorías principales de sustantivos y también el nombre de un popular juego de mesa. Pero en el contexto de la Vaquilla, se convierte en pregunta obligada sobre el disfraz escogido para la tarde del domingo. El nuevo papa León XIV acompañado por todos sus cardenales, Asterix y Obelix llegados desde la irreductible aldea de Alobras, pelícanos, elefantes, tigres y hasta botellas de Terry y bolsas de Mercadona se dieron cita en el entorno de la plaza de toros de Teruel en una tarde soleada en el que se recuperaron las altas temperaturas, que superaron los 32 grados a la hora de la Merienda.

Numerosas personas se apostaron en el viaducto y las avenidas de Sagunto y Segorbe para seguir el desfile de las peñas, convertido desde hace algunos años en un carnaval veraniego.

Partido de fútbol improvisado sobre la arena. J. E.

En esta ocasión, entraron en la plaza de toros La Unión, El Rescate, La Botera, El Despiste, Los Marinos, Nos an Soltao y Bohemios. No obstante, socios de otras también se acercaron disfrazados hasta el coso para luego seguir los actos alternativos programados en sus respectivos locales.

Ese fue el caso de Laura, Verónica y Cristina, de Los Chachos, que este año les había propuesto vestirse de profesionales. Ellas lo hicieron de astronautas de la Nasa, “porque nos ha parecido una idea original y brillante”, en relación a sus trajes plateados.

Los peñistas, de fiesta mientras siguen la evolución de los astados en el ruedo.  J. E.

Entre tanto, los disfraces de El Campanico versaban sobre “guiris de playa”. La familia Igual siempre se las arregla para integrar la silla de ruedas de Marta en el disfraz. En esta ocasión, ella era la conductora del autobús que llevaba a los viajeros extranjeros hacia la costa. Tablas de surf y flotadores fueron “socorridos” elementos para adaptarse a esta propuesta, que cumplió con la máxima de “verano al sol”.

Nos an Soltao trajo a Hollywood hasta Teruel: desde la estatuilla de los Premios Oscar convertida en una fuente a las estrellas del Paseo de la Fama.

Ramón y Cani, como Obelix y Asterix

Uno de los disfraces que se repite en las últimas ediciones es el de Felipe, una persona muy conocida en Teruel por vestir con una camiseta de tirantes amarilla incluso cuando hiela y que no dudó en fotografiarse con sus grupos de seguidores.

Llamó también la atención la presencia de Asterix y Obelix, a los que dieron vida Cani y Ramón, una pareja de amigos llegada a Teruel desde la “irreductible” aldea de Alobras.

Felipe se mimetiza con sus imitadores

Las anécdotas se suceden en una tarde en la que los disfraces ayudan a desinhibirse. Ese fue el caso de un grupo de profesoras que, vestidas de flamencas, les dijeron a un grupo de chicos vestidos también con el traje de faralaes,: “¡Pero qué majos que vais! ¿Podemos ir con vosotros?”, antes de que saliera su lado más profesional y les preguntaran qué curso hacían y si habían aprobado todas.

Laura, Verónica y Cristina, como astronautas de la Nasa. J. E.

Entre quienes este sábado se hicieron con un palco para merendar un día después estaba Susana y Alberto, que explicaron que habían pagado 39.000 pesetas (236 euros) frente a las 53.000 del año pasado. Ellos llevan seis años pujando. “Empezamos a hacerlo porque teníamos niños pequeños y no queríamos estar al sol y ahora son ellos los que nos lo piden porque les gusta estar aquí todos juntos”, dijeron.

Marta Igual, al volante del “guiri bus”. J. E.

En la puerta de la plaza de toros estaba una familia procedente de Jaén, que había alquilado un apartamento en Alfambra para terminar sus vacaciones disfrutando de la Vaquilla. “Es una pena que no podamos entrar, nos gusta mucho esta fiesta y esto parece Carnaval”, explicó Manuel Jiménez, mientras que el resto del grupo manifestaba su querencia por los toros.

Un grupo de amigos, disfrazados de Super Mario Bros

Precisamente dentro y sobre el albero pudieron verse por primera vez a los toros de la ganadería de Teodoro Adell de Castellote, que de madrugada fueron ensogados y trasladados hasta la Nevera y que esta tarde recorrerán las calles del Centro Histórico, de nombre Pastelero, Gambusino y Lunero (2).

El redactor recomienda