Los ferroviarios discrepan con la solución para ampliar el gálibo en el puente de la Equivocación

Los ferroviarios discrepan con la solución por la que se ha optado para ampliar el gálibo del puente de la Equivocación, a la entrada de Teruel, para que pueda pasar la catenaria de la electrificación de la línea. Aseguran que rebajar la vía provocará un “bache” y otros problemas y consideran que se debería ganar altura sustituyendo el tablero del puente por una losa más delgada sin tener que modificar por ello la rasante de la carretera.

Así lo han expresado en el blog de la Asociación Turolense de Amigos del Ferrocarril (Ataf) en Internet, donde aseguran que la solución finalmente planteada va a convertir esta infraestructura en “el puente de la doble equivocación”.

El problema en este paso superior de la vía, justo a la entrada de Teruel antes de llegar a la estación, es que su altura no da para meter la catenaria. Tras plantear Adif ganar altura por arriba, interviniendo en el tablero del puente, la semana pasada responsables del administrador ferroviario confirmaron, durante una visita a Teruel, que se había optado por rebajar la vía, pese a haberlo descartado en un principio por los problemas técnicos y de ingeniería que entraña.

Para los ferroviarios, según el artículo que han publicado en el blog de Ataf, el rebaje de la rasante de la vía va a provocar más problemas a corto y largo plazo, y es la “peor” solución por la que podría haberse optado.

Aseguran que rebajar la cota de la vía obligará a desmantelar toda la superestructura viaria desde muchos metros antes y después del puente, para conseguir un acuerdo vertical entre las rasantes extremas originales y la definitiva bajo el paso superior.

“Esto supone la creación de un bache en la vía a la altura del puente”, argumentan. Además de “perjudicar la propia geometría del trazado”, advierten que en esta zona están los desvíos de la cabecera norte de la estación, lo que obliga a levantarlos y volverlos a colocar después.

En la “complicadísima última renovación” que se hizo de estos elementos en marzo de 2022, aseguran que se pudo comprobar la “dificultad” para la “correcta colocación” de estos desvíos, sobre todo del número 1 que está en curva, “lo que dificulta enormemente su ajuste y mantenimiento posterior del acoplamiento y su comprobación”. Además, tanto este como el desvío 3 “quedarían en pendiente”, precisan.

A eso se suma que habría que desmontar y volver a montar unas instalaciones “completamente nuevas” como son los tendidos de cables y señales, “que acaban de ser renovados en esta misma actuación”. Eso “complica y retrasa el proceso de puesta en servicio del nuevo enclavamiento de la estación de Teruel” y entra en conflicto con la construcción del paso peatonal inferior junto a la estación.

Argumentan que como se está viendo con estas obras, el nivel freático se encuentra en una cota muy cercana a la rasante de la vía, de forma que este “bache”, al estar más bajo que el resto de la estación y al lado del río Turia, “favorecerá el estancamiento de las aguas pluviales si no su inundación”. Esa situación “complicará el correcto funcionamiento de las delicadas instalaciones” que son los desvíos y señales.

Recuerdan que cuando se hizo esta infraestructura hace 125 años, los ingenieros construyeron la estación a una cota sobreelevada respecto al nivel original del terreno para reducir las posibilidades de una inundación.

Temen igualmente que de seguir adelante esta solución, el plazo de reapertura de la vía “se alargue todavía más” por las “posibles complicaciones” que puedan surgir, cuando esta actuación es incompatible con la circulación de trenes, mientras que en caso de actuar en el tablero del puente no impediría el tráfico de trenes.

Los ferroviarios insisten en que la solución “más lógica, sencilla y barata” sería sustituir el tablero del puente por una losa más delgada sin tener que tocar la rasante de la carretera. Reconocen que esta obra es más molesta para los ciudadanos porque supondría otro cierre temporal del puente, pero que según todas las “fuentes técnicas” consultadas es la más viable.

Lamentan por otra parte que desde las instituciones solo se vean “bondades hacia la solución adoptada” por Adif de no tocar el puente, lo que no sería igual “si tuviéramos que tomar la decisión aplicándola en nuestra propia casa y pagándola con el dinero de nuestros bolsillos”.