

La cosecha mejora respecto a los dos últimas campañas pero los precios siguen hundidos
Las inclemencias meteorológicas, como el granizo y las altas temperaturas, restan producciónLos sindicatos consideran “inaceptable” que la CE recorte el presupuesto agrario
Las buenas previsiones de cosecha, ensombrecidas por la meteorología
Agroseguro recibe daños por granizo en más de 2.000 hectáreas de cereal
Las organizaciones profesionales agrarias han valorado positivamente la campaña de cereal de invierno, que está a punto de terminar en la provincia de Teruel. La cosecha ha sido notablemente más elevada que en las últimas campañas, marcadas por la sequía, pero otros fenómenos meteorológicos adversos, como las frecuentes y severas tormentas de granizo o las altas temperaturas de principios de junio en los cultivos tardíos, han mermado la producción. El rendimiento medio se ha situado, en los mejores casos, entre las 3.000 y las 3.500 toneladas por hectárea, según los primeros cálculos. El sector agrario turolense, no obstante, continúa preocupado porque la cebada y el trigo se venden al precio más barato de los últimos cuatro años mientras los costes de producción continúan al alza.
El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, definió la cosecha como “agridulce” porque la producción ha sido media-alta después de dos años en los que la escasez de precipitaciones dejó los graneros prácticamente vacíos pero en la que ha habido muchas zonas afectadas por las tormentas. “Nunca ha habido tantas y todas con pedrisco”, comentó al respecto.
Cebollada recordó que, en la última reunión sectorial convocada el pasado 8 de julio por el Ministerio de Agricultura para analizar la situación de los cultivos COP (cereales, oleaginosas y proteaginosas), Asaja puso el foco en la falta de rentabilidad, incluso en un año con buenos rendimientos.
“Después de tres o cuatro campañas catastróficas, hemos tenido por fin una cosecha aceptable. Sin embargo, la mayoría de los agricultores seguimos perdiendo dinero”, denunció. “Si la media provincial se sitúa en 3.000 kilos por hectárea y el precio ronda los 200 euros por tonelada, no cubrimos ni los costes de producción, estimados en 800 euros por hectárea. Estamos hablando de pérdidas de 50 o 60 euros por hectárea. ¿Qué puede esperarse entonces de la próxima sementera?”, se preguntó Cebollada.
El presidente de Asaja Teruel expresó su preocupación por el pesimismo que reina entre los agricultores, quienes, lejos de poder aprovechar un año de buena producción, se enfrentan a una nueva campaña con costes disparados y precios hundidos por las importaciones a bajo precio.
Cebollada mostró su rechazo a los aranceles a los fertilizantes rusos, “que sólo contribuyen a encarecer aún más la producción”, y pidió establecer un sistema de ayudas directas para compensar el sobrecoste de los mismos, acreditado mediante facturas, con el objetivo de garantizar la viabilidad de las próximas campañas. Por último, reclamó una revisión de los seguros agrarios, “porque la cobertura actual no siempre alcanza a cubrir la totalidad de las pérdidas, incluyendo los costes de producción”.
Cláusulas de salvaguardia
El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, precisó que después de dos prácticamente en barbecho, con una situación muy complicada para el sector cerealista en toda la provincia turolense sin excepción, por fin esta campaña ha sido “buena, aunque únicamente en lo referido a producción porque los precios por tonelada de la cebada son muy malos”, admitió.
“Estamos contentos con la producción pero descontentos y preocupado por los precios, que son ridículos sin los comparamos con los costes de producción”, continuó, antes de mencionar la posibilidad de que la Comisión Europea (CE) active las cláusulas de salvaguardia para el sector cerealista, que buscan proteger la producción nacional de cereales ante aumentos repentinos de las importaciones, especialmente las procedentes de Ucrania.
Por otro lado, Roche comentó que el proceso de cambio climatológico está afectando a los cultivos, con sequías y heladas tardías y pedrisco, en esta ocasión, que este año ha mermado la producción de cereal en 37.000 hectáreas de cereal de la provincia. También las elevadas temperaturas con que acabó la primavera han reducido el peso específico del grano de las zonas y los cultivos más tardíos.
Por todos estos motivos, el secretario general de UPA Aragón solicitó la adaptación de los seguros agrarios a la realidad del cambio climático. “Si este año se hubiera repetido la sequía de las dos anteriores, muchos agricultores se hubieran quedado por el camino”, sentenció.

El secretario provincial de Uaga en Teruel, Alberto Escura, aseguró subido en la cosechadora en Orihuela del Tremedal que la producción ha estado por encima de la media pero que se ha recogido menos de lo esperado debido a las afecciones causadas por las tormentas desde principios de mayo.
Al igual que los responsables de Asaja y UPA, Escura destacó que los agricultores turolenses no cubren los costes de producción con una cosecha media, lo que le llevó a asegurar que el sector cerealista es el que está atravesando una situación más delicada en el ámbito nacional por los bajos precios.
El secretario de Uaga sostuvo que en los secanos turolenses no hay alternativa al cultivo del cereal y que el 90 % de las explotaciones son mixtas y se sostienen gracias a la ganadería, principalmente al porcino. “La agricultura en exclusiva no es viable, con independencia del tamaño de la explotación”, afirmó, por lo que aseguró que “el futuro es incierto” para el sector cerealista si no suben los precios y se mantienen los altos costes de producción, especialmente de los insumos y de la maquinaria.
Agroseguro
La superficie agraria siniestrada por las tormentas este año en la provincia de Teruel asciende a 37.742 hectáreas a 27 de julio, de las que 37.202 se corresponden a cultivos herbáceos extensivos -principalmente, cereal de invierno-, lo que supone alrededor del 20 % de la tierra dedicada al mismo, que se aproxima a las 178.000 hectáreas. La Cuenca del Jiloca, con 14.892 hectáreas, ha resultado la más perjudicada por este tipo de fenómenos, singularmente el pedrisco, que no ha dejado de caer prácticamente todas las semanas en algún punto del territorio desde el pasado 2 de mayo.
Agroseguro, que continúa con el pago de las indemnizaciones a los productores de cultivos herbáceos porque esta campaña se han registrado tormentas de granizo inusualmente frecuentes y severas.
De acuerdo con los datos facilitados por la delegación territorial de Agroseguro en Aragón, la siniestralidad por pedrisco en la provincia turolense -que incluye otros riesgos, como viento, lluvia e inundación, entre otros- alcanza las 37.742 hectáreas en 2025 correspondientes a 36.947 parcelas. De estas 32.908 ha distribuidas en 33.957 parcelas han resultado dañadas en los meses de junio y julio.
Por tipo de cultivo, los herbáceos extensivos han sido los más dañados con 37.202 ha. La mayoría han sido cebadas (20.781 ha), seguido de trigo blando (8.206) y triticale (3.513).
El resto se corresponden a frutales (271 ha), sobre todo melocotón (238); frutos secos, todo almendros (126); olivar (67); uva de vino (22), hortalizas al aire libre de primavera/verano (26, 22 de cebolleta y 4 de calabaza) y de otoño/invierno (20, todas de patata); forrajeros, en concreto semilla de esparceta (6); y cereza (3).
Por comarcas agrarias, la Cuenca del Jiloca acumula cerca del 40 % del total de la superficie siniestrada por el granizo en la provincia de Teruel con 14.892 hectáreas. Le siguen la Serranía de Montalbán con 6.998, la Hoya de Teruel con 6.634 y el Bajo Aragón con 6.052. En la Serranía de Albarracín y el Maestrazgo han sido 1.988 y 1.178, respectivamente.
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